Capitulo 16 Just Wondering.

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Cuando el sol salió en todo su esplendor un moreno se levantaba cansado y adolorido, manchado por el heno y polvo sobre el que había dormido, empezando a estirar su agotado cuerpo. Jouta había pasado la noche en las caballerizas cerca a Sherry, desconfiado de poder dormir en paz con Jolyne cerca.

Había bajado demasiado sus defensas, había cometido el error de sentirse seguro, había confiado en la gente de la mansión y por eso habían podido obtener información de él, por más que solo fuera para burlarse.

Se veía a él mismo como un idiota al haberse sentido a salvó en esa mansión, y porque era demasiado bueno para ser cierto tener un lugar verdaderamente suyo mientras era un extraño. Y lo peor que había hecho era que había puesto en peligro la identidad de su padre, su único padre.

Porque para él solo podía y siempre contaría con solo uno. Lo que menos quería era que alguien descubra a Kakyoin.

—¡Vamos a darles su comida! —alegremente alguien anuncio— ¡Oh! ¡Jouta-san!

Koichi había entrado en el lugar con avena y algunas cosas más para los caballos en una bolsa que dejó en el piso cuando vio al moreno aún sentado en el suelo.

—Eh… Koichi ¿Cierto?

—S… si —el mayor arrastró su respuesta, estaba nervioso pues ambos no habían interactuado más de lo necesario en el tiempo que se habían conocido, además de que el moreno tenía una apariencia muy intimidante.

—Disculpa, ya me voy.

Ninguno tenía ganas de hablar con el otro, Koichi porque no sabía cómo tratarlo y el oji verde por qué no quería fingir amabilidad con nadie de la mansión, al menos no hasta que pudiera averiguar qué más sabían sobre él.

Mientras Jouta tomaba su maleta y la manta que había traído, Koichi limpiaba el abrevadero en el exterior, llenandolo con agua fresca para dársela a los caballos.

Pero antes de que el más alto se vaya Sherry relinchó y levantó sus patas delanteras con violencia, iniciando un revuelo en las caballerizas.

—¿Que está pasando?

Koichi entró rápidamente al sitio viendo cómo la yegua golpeaba su enorme cuerpo contra los muros de madera, haciendolo con tal fuerza que toda la estructura temblaba.

Jouta dejo de lado sus cosas e intento comprender que estaba pasando. Si bien la yegua era salvaje causando un desastre con solo aparecer, desde que Diego y él la habían entrenado no había tenido esa clase de arrebatos.

El enorme corcel, aún en su cubículo, se alteraba más y más, los otros dos caballos no tardaron en imitarla, uniéndose en su nerviosismo.

—¡Hay algo que los están alterando! —el oji azul dijo intentando en vano calmar a los más pequeños.

Jouta aún no sabía que pasaba, e intento acercarse a Sherry para ver mejor que la molestaba, pero ella se puso aún más nerviosa, relinchando, lanzando coces y cabezazos sin objetivo alguno

—¡Jouta-san! ¡Alejese, está muy alterada!

Koichi estaba buscando aquello que volvía locos a los equinos también sin resultado alguno, el moreno frunció el seño, no le gustaba lo que estaba pasando y quería calmar a la yegua, pero le hizo caso y de un salto se alejó corcel.

—Echoes! Act 3! —El peli plata invocó a su Stand, revelando a un humanoide blanco y verde que no tardó en hablar.

—Master.

—Busca a lo que altera a los caballos y detenlo —la actitud tímida del pequeño desapareció casi al instante, ganando más confianza al estar ahí la representación de cuan fuerte era su alma.

El heredero perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora