-¿He dicho algo malo?
Luego de haber dicho su nombre Jouta sintió que algo había cambiado en el ambiente, pero, por supuesto, él no entendía porque, al fin ya al cabo solo era un niño al que le dijeron que pro
Todos se detuvieron a su alrededor y fijaron sus vistas en él, le abrumó que, aunque nadie lo regaño, parecía haber cometido un terrible error y lo comprendió al ver como la rubia parecía a punto de romper en llanto.
-Abuela...
Jolyne intentó hablar, pero las palabras morían en su lengua, en ese momento era la única voz de la razón en esa sala al Joseph ser demasiado joven. Pero no estaba preparada para la carga emocional que suponía, no soportaba ver la tristeza de Holly y temía por el impacto de sus palabras. Se tapó la boca con la mano y estuvo a punto de romper en llanto junto a la rubia mayor, hasta que otra voz se hizo escuchar.
-No, has dicho las palabras correctas, Jouta-kun.
Holly les ofreció a todos una sonrisa forzada, casi dolorosa, negó con la cabeza y abrazó al niño con fuerza, como si quisiera tenerlo siempre a su lado.
-No te preocupes -continuó hablando Holly- ha sido mi error y no pasará de nuevo. Mientras te quedes con nosotros no lo olvidaré.
-Hmmm... -Jouta se escondió tras su gorra, algo que hacía cuando se avergonzaba y no dijo nada más, pues intuía que de hacerlo las lágrimas de esa amable mujer no se contendrían.
Ya que ambos hablaban japonés ni Joseph ni Jolyne entendieron lo que había dicho, pero Okuyasu y Mikitaka si, mirandosé extrañados por ver al niño ¿Acaso Josuke tenía un hermanito perdido? Porque otro hijo de Jotaro-san era imposible ¿Verdad? ¡¿Verdad?!
Incluso MIkitaka, quien era el encargado de que Okuyasu no dijera o hiciera nada idiota, quería preguntar aun sabiendo que era una completa estupidez. Aunque para suerte de todos los presentes fue la misma rubia la que se encargó de aliviar el ambiente.
-¿Tienes frío? De seguro lo tienes, te pondré ropa apropiada.
Holly se fue de la habitación con Jouta en brazos, dejando atrás a todos sin importarle lo que nadie pensara. En ese momento su única prioridad era Jouta ¡Realmente le encantaba verlo tan pequeño! Y como buena abuela cariñosa que era, quería consentirlo un poco.
En la sala nuevamente se quedaron en silencio. Joseph estaba aún más confundido, tratando de comprender lo que pasaba. Por su parte Jolyne estaba abatida, sintiéndose mal por Holly, a quien pocas veces había visto tan desilusionada, pero también tranquila al ver que su abuela volvió a la normalidad tan rápido. Los amigos de Josuke estaban incómodos, sin saber siquiera que decir y Hermes se sostenía la cabeza con frustración, todo se había vuelto demasiado complicado.
-Gi... -Jolyne sacudió la cabeza- Joseph. Debemos hablar.
El castaño, preocupado de lo que podría enterarse, asintió y la siguió a la cocina no sin antes mirar con desconfianza a los chicos de Morioh, algo tenían los japoneses que le generaban desconfianza, como si ya los hubiera visto. Pero dejó pasar ese sentimiento al intuir que lo que fuera que le dijera Jolyne era más urgente.
Mientras tanto, Holly había llevado a Jouta al ático, buscando ropa apropiada para el pequeño, renovada por poder elegir el atuendo de un niño pequeño otra vez, pues se había resignado a no ver otro bebe en mucho tiempo, ya que conocía lo suficiente a Jolyne como para no esperar pronto otro miembro en la familia.
Jouta la miraba en silencio, con varios pensamientos en la mente, pero lo que más le molestaba era que lo había confundido con alguien más, por algún motivo más grande que él, el simple hecho de que lo comparan con ese tal Jotaro le desagradaba. Pero por más que quería preguntar por Jotaro, no lo hizo, parecía que la castaña rubia estaba bastante alterada y, tal como había aprendido de su tío Avdol, a veces era mejor mantenerse callado cuando no tenías nada bueno que decir.
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El heredero perfecto
FanficAño 1886 Inglaterra La familia Joestar está a la espera de nombrar un heredero. Jolyne Joestar es, quizá, la única en la línea de sucesión. Sin embargo esta no es una sucesión normal. El tiempo está en su contra, hay quienes quieren que la familia...