Jolyne estaba con Foo y Hermes en su habitación, buscando un vestido que reemplace aquel que ahora estaba manchado con vino y estofado.
Mientras Foo se encargaba de deshacer los listones y nudos Hermes buscaba un vestido que cumpliera con ser elegante y recatado a la vez que llamativo, cosa muy complicada debido al guarda ropa de Jolyne.
Había un poco de todo, desde vestidos que necesitaban ponerse con siete enaguas hasta aquellos que debían ir con un armazón interno, el modelo que Jolyne había manchado tenía una particularidad más moderna, que era un complemento que daba forma a la falda en la parte posterior, haciendo parecer que tenía mucho más trasero.
El tiempo apremiaba y Hermes había revuelto el armario de arriba a abajo. Toda la ropa tardaría al menos 15 minutos en armarse entre las tres. Y no sabían cuanto tiempo ganaría Joseph.
Sin embargo y ya con una Jolyne sólo con corsé Foo se acercó al armario y notó que había una caja y sin preguntar la abrió. Desplegando ante ambas un vestido rosado de una sola pieza y sin ningún listón que se acomodada muy bien con el accesorio de Jolyne.
—¡Miren! —dijo feliz— es un vestido como el que tenías y será más fácil de ...
—¡Guardalo!
La más alta se acercó molesta y volvió a meterlo en la caja, la peliverde la miró confundida y Hermes sólo negó con la cabeza.
—Jolyne... tal vez deberías usarlo.
—No, no quiero —escupió con mucho odio.
—Entonces elije un vestido. Debemos empezar ya.
Jolyne miro todas las piezas, había faldas de muchos colores con su respectiva parte superior, uno beige floreado en especial le causó gran nostalgia, e iba a tomarlo, cuando tocaron la puerta.
Foo sin demora la abrió sólo un poco, para notar al pequeño jardinero ahí.
—Koichi, ¿no deberías estar con el cochero del rubio?
—Es un Lord Foo, y ese cochero es aterrador. Tiene los ojos negros e iris rojas- dijo temblando- Pero eso no es importante. Esto es para la señorita Jolyne -dijo para mostrar un vestido verde y negro muy similar al que tenía antes, de una sola pieza, con tela que simulaba faldas internas. Aunque con un cuello de tortuga que se conseguía al atar un listón por toda la espalda.
—Es perfecto —sonrió Foo antes de tomarlo y cerrar con un portazo en la nariz de Koichi ignorando el grito de dolor.
La de moños lo tomó de su amiga y Hermes vio que a ella le había gustado. Ya con seguridad Foo y ella vistieron a Jolyne. Les tomó dos minutos atarlo por completo sintiéndose orgullosas del resultado.
Salió con la barbilla en alto, muy confiada y se dirigió al salón a demostrar su valía como noble inglesa, abrió las puertas y camino ante el Lord con la certeza en que pasaría la prueba.
Una hora después.
—Esta reprobada.
—Oh my God!
Rosas lloraba a un rincón del salón, Joseph se desmayo y Foo intentaba reanimarlo picandole la mejilla con una rama, mientras tanto Koichi estaba apagando un incendio en la cocina y Hermes perseguía a un caballo en el piso superior, que había saltado a un librero
—Que buena broma —dijo Jolyne mientras disimulaba una risa, antes de que un candelabro cayera tras de ella. El rubio sólo levantó una ceja y siguió anotando.
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El heredero perfecto
FanfictionAño 1886 Inglaterra La familia Joestar está a la espera de nombrar un heredero. Jolyne Joestar es, quizá, la única en la línea de sucesión. Sin embargo esta no es una sucesión normal. El tiempo está en su contra, hay quienes quieren que la familia...