Capítulo 28: Claridad

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-Jade-escucho la voz de Sabrina llamándome volteo a verla y me doy cuenta que estaba tan concentrada en mis recuerdos con Liam, que se me había olvidado que me estaba contando algo.

-¿Escuchaste lo que te dije?-pregunta preocupada.

-No, lo siento. Estaba recordando-dije con pena y le doy una sonrisa.

-Te dije que no te iba a parar-dice Nataly quien revisa sus uñas. Yo agarro mi hamburguesa y le doy un mordisco.

Nos encontramos en casa de Sabrina, la cual es un apartamento de dos pisos ya que es el PH y se encuentra en el centro de la ciudad, vinimos a pasar el rato ya que Marco va hacer una fiesta en mi casa, porque mis padres viajaron a Suecia por dos semanas, entonces está aprovechando (¿Cuándo no aprovecha?) y como no queremos ir o ir a algún club a pesar de que sea viernes, vamos hacer una pijama ya que nuestra semana fue un poco estresante.

Debido a que las clases están a punto de acabar, por lo tanto comienzan los exámenes finales, los cuales me estresas fatalmente. En verdad todas estamos muy agotadas como para hacer algo que requiera quedarse despierta toda la noche.

-¿Qué me dijiste?-pregunte luego de terminar con mi pedazo de hamburguesa.

-Te estaba diciendo, que Nataly y yo te hemos visto un poco triste y molesta-dice Sabrina con tono de "no me mates por ser sincera" ellas tiene razón, no han sido días fáciles.

-Bueno, la verdad tienen razón, he estado pensando mucho el asunto de Liam, tanto que estoy confundida, cada vez quedo más confundida. Ya no me escribe o me llama, no sé si me está dando espacio o si se rindió-digo explicando mi preocupación.

-Yo creo que no te está escribiendo o llamando, porque te quiere dar tiempo. Y de alguna manera se lo dijiste con la nota-dice Nataly con tranquilidad.

-¿Qué nota?-pregunta Sabrina muy confundida.

-Jade, le mandó una nota donde le decía que no podía hablar con él, hasta arreglar su conflicto mental-explica Nataly.

-Bien Jade, mira Liam te quiere y creo que todos lo sabemos. Tienes que estar segura de ello. Tú le gustas chica, la pregunta es ¿A ti te gusta?-me pregunta Sabrina mirándome seriamente.

-¡Claro que me gusta! Siempre me ha gustado, solo que lo negué en una etapa-digo cubriéndome la cara con las manos, y allí en ese instante me di cuenta de que siempre me gusto y nunca me dejo de gustar, solo que lo negué creyendo que lo supere. Ahora todo tiene sentido.

-No lo perdiste, nunca lo has perdido, y estoy segura que tanto tú como él, están confundidos por eso tienen que hablarlo-dice Nataly, la cual tiene un punto a favor.

-Tienes razón, pero eso no será hoy. Quiero estar tranquila y pasarla bien con ustedes-digo

-Bueno pero antes de que comience el descontrol, termina de almorzar-dice Nataly, yo me río y sigo comiendo.

-¡Hola chicas!-saluda emocionada María la madre de Sabrina, la vemos entrar con unas bolsas pero pasa directo a la cocina, mientras nosotras estamos en la sala.

-¿Cómo están?-pregunta a los minutos saliendo de la cocina y entrando en la sala.

-Bien ¿Y usted?-preguntamos Nataly y yo al mismo tiempo, cuando nos damos cuenta de ello, intercambiamos miradas de susto.

-Muy bien, veo que están conectadas-dice la mamá de Sabrina señalandonos a Nataly y a mí.

-Un poquito-digo, ella se ríe.

-Bueno chicas, les traje varias botellas de alcohol para que pasen un viernes diferente, sin fiesta pero igual pueden tomar. Y si quieren pueden cocinar algún postre-dice la madre de Sabrina con mucha calma.

Amor en partes igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora