Capítulo 2: El Infierno

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-Me gusta ese juego-dice Sara emocionada refiriéndose a la propuesta de juego de Nataly, hago cara de fastidio al escuchar su voz mientras terminó de fumar veo que Nancy se acerca a nosotros.

Mi salvación acaba de llegar.

Personalmente no me gusta jugar "Yo nunca he" siempre acaba muy mal y la verdad es que no quiero presenciar una pelea por algo quizás absurdo.

-Jade necesito tu ayuda en la cocina-dice cuando llega a nosotros. Pareciera que nos pudiéramos leer la mente. 

-¿En serio? Si vamos a jugar-dice Nataly haciendo puchero.

-Bueno damas y caballeros yo me retiro-dije haciendo una reverencia luego apague el cigarro y camine hacia afuera de la piscina.

-¡Lo hiciste a propósito!-grita ella detrás de mi

-¡No se de que hablas!-grite haciéndome la loca , cuando llegue a la escalera me sumergí una vez más y salí de la piscina, al hacerlo siento un leve brisa pasar, haciendo que me dé frió. Agarro mi toalla la cual sigue en la tumbona me seco el cuerpo y el cabello, cuando estuve un poco "seca" me coloque mis sandalias y short.

Cuando vuelvo a ver a los chicos, veo que Liam no quita su vista de mi ¿Qué le sucede hoy? Veo que se da cuenta que lo estoy viendo, y desvía la mirada. Camino hacia Nancy quien me espera a unos pocos metros de la piscina.

-Gracias por salvarme-dije en un susurro cuando llegue a ella, veo como una sonrisa se forma en sus labios.

-No tienes que agradecer, sabes que yo haría lo que fuera por ti. Pero me molesta que fumes-dice un poco molesta, yo la abrazo y le doy un pequeño beso en su mejilla.

- Sé que no te gusta, pero me relaja. Y debes de entender que no fumo tanto.

- Sí créeme estoy segura de eso, pero no quita el motivo de que no me guste. Y por eso me vas ayudar a cocinar-dice en forma de obligación.

-Está bien, pero primero me bañare rápido. Porque no quiero que mi cabello se ponga tieso-dije entrando a la casa.

-¡Te apuras Jade Evans!-dice en forma de orden, yo asiento y subo las escaleras para ir a mi habitación, al llegar al segundo piso voy por el pasillo, abro la segunda puerta del lado derecho, al hacerlo prendo la luz y veo como Beethoven levanta su mirada para verme este se encuentra acostado en mi cama, como si estuviera muy exhausto.

Me gusta mi cuarto porque todo lo que tiene se lo he puesto yo y así he logrado que sea mío, es grande, bueno al menos para mí lo es, tiene un closet sencillo, solo una pared es de color lila mientras que las otras tres son de color crema, tiene luces de navidad colgando de un extremo a otro de mi cama la cual es matrimonial, tengo un pequeño escritorio, muchas fotos pegadas en una de las paredes, dos ventanas muy grandes que tienen un pequeño sofá pegado a esta, también tengo algunos cuadros...y bueno esa es mi habitación.

-Tranquilo soy yo-dije al entrar y ver a Beethoven, él se vuelve acomodar como si nada hubiera sucedido.

Fui al closet y saque un short de pijama, al igual que una camisa, ropa interior (muy importante) y mis pantuflas de oso panda. Al terminar de buscar mi ropa, entro a mi baño.

Al entrar a este me desvisto y entró a la ducha, abro esta al hacerlo empieza a salir agua muy fría, luego de unos segundos empieza a salir más tibia, me coloco debajo de mi ducha, esta moja todo mi cuerpo y cabello.

Luego de unos minutos termine de bañarme, al estar lista cerré la ducha y agarre una toalla me sequé el cabello con esta enrollándola en mi cabeza, luego agarre otra con la cual seque todo mi cuerpo. Cuando estuve seca salí de la ducha, me quite la toalla y me empecé a colocar la ropa.

Amor en partes igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora