Capitulo 7

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Jimin estaba junto a Yoongi, su mejor amigo de toda la vida, sentados en el patio trasero, discutiendo sobre el próximo campeonato de vóley. Ambos estaban en el equipo de las serpientes, y estaban planeando las próximas tácticas, cuando Taehyung irrumpió en su aburrida charla, casi gritando. 

— ¡Jungkook me está haciendo la vida imposible! ¡Apesto a huevo podrido! — se quejó mostrándole a ambos la chaqueta de cuero manchada de huevo podrido y salsa de tomate. — ¡voy a matarlo, lo juro!

Jimin prefirió un gruñido, estaba resultando una rutina. En cambio, Yoongi soltó una carcajada. 

— Conozco a Jungkook — Dijo Yoongi levantándose para ponerse delante de Taehyung. — Le tiene miedo a las arañas, por si te sirve de algo. — le guiñó el ojo y se fue adentro de la escuela. 

— Ni se te ocurra. — le advirtió Jimin con severidad mientras caminaba al lado de Taehyung. 

Taehyung ya estaba planeando el plan macabro en su cabeza. Hoy era el entrenamiento de vóley, Jungkook era nada mas ni nada menos que el capitán de su equipo, los tigres. Sabía que Jeon siempre calentaba en los vestuarios y cuando todos se iban, él se quedaba completamente solo a darse una ducha. 

Jungkook pagaría caro ese huevo podrido que le había lanzado a mitad de recreo cuando todos lo estaban viendo. 

Jungkook golpeó la pelota hacia el otro lado de la cancha y Yoongi se la quiso devolver con otro pase, pero se le fue de las manos y Jungkook terminó asestando un punto

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Jungkook golpeó la pelota hacia el otro lado de la cancha y Yoongi se la quiso devolver con otro pase, pero se le fue de las manos y Jungkook terminó asestando un punto. Era el final del partido y los tigres cantaron victoria.

A Taehyung le daba igual que su equipo haya ganado. Por otra parte Yoongi, el capitán del equipo de las serpientes estaba rayado de ira. Sus estratégias no le habían servido de nada.

Jungkook se le reía en la cara mientras le daba la mano diciéndole que había sido un gran partido.

Los estudiantes después de unos minutos comenzaron a irse de la cancha de voley a sus respectivas casas o actividades extracurriculares de la tarde.

Cuando ya casi no quedaba nadie, Jungkook terminó de leer el libro de ciencias que tenía sobre el regazo y se dirigió hacia los vestidores, en dónde habían siete duchas al otro lado. Estaba solo como todas las tardes.

O eso creía porque Taehyung estaba esperando el momento exacto para sacar la araña de su mochila.

Esa misma tarde, Taehyung había ido al sótano de la escuela, dónde había todo tipo de bichos asqueroso (una rata casi lo muerde por entrometido) pero él siguió su camino y cazó una araña de un tamaño promedio. No lo mordió para su suerte, y tampoco es que esa araña fuera venenosa, era una simple araña de patas finas que solo asustaría a Jungkook.

Taehyung entró a los vestidores dispuesto a soltar la araña en la cabeza de Jungkook, así que se dirigió a la ducha continúa y puso un banco de madera con todo el cuidado del mundo. Taehyung se subió hasta que pudo alzar su cabeza sobre la pared y miro hacia abajo, dispuesto a abrir su mochila y hacer que la araña saltara al otro lado, pero cuando vio el cuerpo de Jungkook se arrepintió.

Taehyung no se quedó sin aire porque Jungkook tuviera un cuerpo de revista y estuviera lleno de voluptuosas curvas, sino que fue porque toda la piel de su espalda y sus piernas estaba rasgada, teñida de un rojo intenso.

Esas cicatrices eran recientes, y no eran ninguna broma. Algunas de ellas estaban sangrando y Taehyung pudo entender porqué Jungkook había estado haciendo muecas durante todo el partido. De hecho en el piso también habían quedado marcas de sangre pero él había creído que se tratarán de alguna de sus compañeras que estaba en sus días y había tenido un pequeño percance, pero la realidad era muy distinta.

—¿Sabes Hyung? — dijo Jungkook de repente y Taehyung dió un respingo que terminó por caerse del banco. Jungkook cerró la ducha y se enrrolló una toalla a la cintura —Deberías usar un perfume que no se propague hasta la luna su quieres espiar a alguien.

Taehyung tragó en seco, todavía tirado con una pierna sobre el banco y la otra algo doblada. Solo le dolía el trasero por la caída. Jungkook abrió la cortina del lugar en donde Taehyung se había caído y Taehyung lo vio mojado de pies a cabeza. Se quedó helado al ver que los hombros y pecho de Jungkook también estaban llenos de cicatrices blancas y cerradas.

Jungkook se cruzó de brazos por como Taehyung lo miraba.

—Mas te vale cerrar la boca o te quedarás sin huevos, ¿Comprendes?

Taehyung solo asintió con la cabeza y se levantó mientras Jungkook se dirigía a los casilleros para sacar otra toalla. Taehyung abrió su mochila y la araña salió de un salto, pero la pisó con fuerza y se dirigió cerca de Jungkook mientras lo veía embobado secarse el cuerpo con una toalla.

—¿Qué te pasó? — no pudo evitar preguntar mientras se sentaba en la banca que estaba frente a los casilleros dónde estaba Jungkook.

—Dudo que quieras saberlo.— respondió tajante, quitándose la toalla de la cintura, entonces Taehyung se fijó en sus nalgas, estaban completamente llenas de moretones y rasguños.

—Deberías dejar de meterte en peleas de calle. — dijo Taehyung, eso fue lo primero que acreditó a todos los golpes que Jungkook tenía en el cuerpo.

Jungkook soltó una risa ahogada y terminó de cambiarse la ropa por una limpia.

— Si quieres saber lo qué me pasó, ve y cambia mis notas de ciencias y matemáticas de mi boletín y de la grilla de los profesores. — Jungkook miró su reloj barato de muñeca e hizo una mueca de horror. — si tengo suerte llegaré a casa para preparar la comida, carajo.

Jungkook salió casi corriendo de las duchas y Taehyung se quedó pensando en todo eso.

Por la cara de Jungkook, ahora sospechaba que quizás sufría violencia doméstica, pero quiso descartar esa idea, se veía horrible.

No le quedó otra opción que colarse en la oficina del director y cambiar todas las notas de Jungkook, las suyas y las de otros compañeros para que no se supiera quién había sido. Al menos le había resultado el año pasado, los profesores no revisaban las calificaciones y tenía suerte.

La entrega de notas era el próximo viernes y si Jungkook tenía suerte, no recibiría otra paliza al menos hasta el último boletín del año.

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Hate to love you *TK* ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora