Es la época de los 90's y Taehyung tiene una enemistad de muerte con Jeon Jungkook, ese chico lo pone loco del remate, y no solo eso, sino que Jungkook se junta con sus antiguos mejores amigos, quienes lo dejaron de lado por ser gay (¡un maldito ma...
Jungkook caminaba sosteniendo entre sus manos la billetera con el dinero. Tenía que llegar hasta el callejón cerca del centro, era un lugar espantoso y debía pasar por ahí si quería darle el dinero a esos tipos.
Mientras caminaba intentaba pasar lo más desapercibido posible, al parecer le daba resultado, pues casi nadie lo miraba. También tenía que procurar que nadie le robara el dinero.
Él caminaba y no dejaba de pensar en Taehyung. Su Hyung lo detestaba y eso a él le fascinaba, porque siempre lo andaba provocando, siempre había sido así, pero desde que ganó el premio en el concurso de canto y baile el odio de Taehyung se había intensificado.
Y Jungkook no podía estar más feliz con eso.
Por fin Taehyung se fijaba en él y Jungkook estaba haciendo de las suyas para que Taehyung cayera derretido entre sus brazos. Sinceramente no quería dejarse conocer a si mismo junto con todos sus secretos, pero si las cosas eran con Taehyung, podía abrir su corazón sin problemas.
Y había otra cosa: Taehyung lo ponía como fuego y eso le encantaba. Le encantaba fulminarlo con la mirada e intentar parecer sexy para él y solo para él... nadie más.
Taehyung llevaba gustándole desde que habían entrado a primer año. Cuando lo vió la primera vez creyó que estaba en el cielo, pero cuando comenzaron a pelearse y a "odiarse" mutuamente con todas las jugarretas de por medio, lo puso como loco. Y aún mejor: la resistencia de su mayor terminó por enamorarlo y ponerlo bien cachondo de vez en cuando.
Quería conseguir a Taehyung y ahora por fin llamaba su atención. Después de tanto tiempo.
Jungkook dobló la esquina y se metió al callejón, apenas llegó un hombre corpulento lo recibió en la entrada. Estaba fumando y Jungkook detestaba eso, le hacía recordar a su madre mientras su padre le asestaba golpes y se reía como si todo eso fuera una jodida broma.
— Soy de la familia Jeon. Traje el dinero que mi padre les debe. Doscientos dólares. — dijo sacando la billetera y entregándole el dinero al hombre. Ya lo conocía de vista. Había tenido más de una pelea con su padre.
— Exigí que tu padre viniera.
— Tuvo un problema, así que me envió a mí. — El hombre tomó el dinero y lo invitó a pasar, claramente con muy malas intenciones. — lo siento, tengo que ir al club.
Estaba mintiendo tan descaradamente...
— Dije que vengas. — rugió el tipo y Jungkook dio un paso hacia atrás.
— Lo siento, ahí tienes el dinero. Tengo prisa. — el tipo se le acercó para agarrarlo del brazo, pero Jungkook fue más rápido y se deshizo de su agarre con un golpe en las costillas y salió corriendo en dirección al centro, que quedaba muy cerca, para su bendita suerte.
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Jungkook dejó de correr solo cuando llegó al árcade, su lugar seguro. Le habían sobrado diez dólares, podría jugar un rato ahí dentro y luego ir a casa.
