Capitulo 6

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Taehyung entró a la escuela, ocultándose de la vista de todos. 

Recorrió la cafetería y pidió un café, lo detestaba, lo aborrecía pero necesitaba mantener los ojos bien abiertos si no quería que Jungkook le hiciera alguna muy mala pasada. Entró a su salón con su café humeándole entre sus manos y se encontró cara a cara con Jungkook. 

El muy maldito estaba sentado en el banco al lado derecho de Taehyung. 

¡Taehyung no compartía su asiento con nadie, y ahora venía él y le quitaba toda su libertad!

Los bancos siempre habían sido dobles, pero Taehyung nunca había tenido un compañero, ya que Jimin estaba en el curso de al lado, no en su aula. 

— Por si no lo sabías, ese no es tu lugar. — decretó Taehyung dejando el café en su banco, Jungkook lo miró con una sonrisa socarrona entre los labios. Taehyung se percató de que su ojo morado ya estaba amarillento y que poco a poco eso se convertiría en color piel común y corriente. 

— Seré tu compañero toda esta semana. — Jungkook le guiñó el ojo y dijo: — para tenerte controlado, bombón. 

— ¡Deja de decirme así! — el aula estaba vacía y pronto empezarían a llegar los demás compañeros. — alguien podría oírte y pensar que eres un marica. 

Jungkook soltó una carcajada. 

— Qué lo piensen, no se equivocan. — Jungkook sacó sus cosas y las lanzó sobre el banco, mientras tanto palmeó la silla metálica a su lado y Taehyung , temiendo por su vida y sobre todo por su chaqueta de cuero se sentó a un lado. Por un momento se le pasó por la cabeza que Jungkook le tiraría su propio café hirviendo encima, así que se lo bebió lo más rápido que pudo. 

— ¿De qué hablas? — preguntó confundido, no daba crédito a lo que Jungkook le había confesado. Estaba alerta y todo lo que el pelinegro podía llegar a decir, resultaría verdadero o falso. No se fiaba. 

— Nada. — Jungkook hizo un ademán con la mano y miró a Taehyung mientras que con su otra mano se hacía el cabello hacia atrás. Los ojos de Jungkook recorrieron con ganas el rostro de Taehyung, como si estuviera memorizando cada una de sus facciones. 

Taehyung no tenía ni idea de lo que Jungkook sentía cuando lo veía, cuando lo tenía tan cerca. Taehyung solo sabía que a Jungkook le gustaba pelear y competir, ser un creído y dárselas de  inteligente y atlético capitán del equipo de vóley por el cual las chicas estaban locas de remate cada vez que lo veían en pantaloncitos cortos y negros apretados al cuerpo. 

— ¿Sabes, bombón? — susurró Jungkook cuando una chica entró al aula, sin siquiera mirarlos, pues tenía la vista puesta en un libro de literatura — que bueno haberte pateado el trasero en la competencia de patinaje. Eres un tonto por intentar ganarme, era obvio que quien se llevaría el gran premio sería yo, como es natural. 

— ¿Disculpa? ¿"como es natural"? ¿Quién coño te crees que eres, Jeon? — dijo Taehyung irritado. Lanzó el vasito de plástico al cesto de basura que tenía delante, con la mejor puntería. 

— Quiero que hagas algo por mí. — Jungkook lo fulminó con la mirada, cambiando de tema. Se cruzó de piernas y eso fue un pase libre para que Taehyung le mirara los muslos, no quería hacerlo, pero allí estaba: contemplando los músculos bastante marcados de Jungkook. El chico entrenaba a diario, no le sorprendía. 

Taehyung rodó los ojos y cerró la boca, para escuchar a Jungkook sin intención de achocarlo ahí mismo. 

— ¿Qué quieres, Jeon? — tenía que obedecerlo durante una maldita semana, esto era totalmente su culpa. 

Jungkook sacó un par de hojas de su mochila y se las enseñó a Taehyung. Él comprendió que se trataban de sus calificaciones. 

— YeonJun me contó una vez que cambiaste todas tus calificaciones, desde uno de los computadores de la dirección. Y necesito que hagas lo mismo por mí. 

— No voy a ponerme en problemas para salarte el culo, Jeon. 

Jungkook se quedó callado por un momento, mirando con mala cara a Taehyung. Sabía de sobra que no lo convencería a la primera, así que sacó el as bajo la manga. 

Acercó su mano izquierda hasta el muslo de Taehyung y le dio un leve apretón. 

— Podría darte una... recompensa si haces lo que te estoy pidiendo. 

Taehyung frunció las cejas, no hacía falta ni que lo dijera: ya sabía, por el tipo de posición en la que Jungkook estaba, cual era la recompensa que le daría. 

— Tú no me interesas. No quiero ninguna recompensa de tu parte. 

Jungkook soltó una carcajada antes de que el profesor de literatura entrara cargando los exámenes. 

— Aférrate a las consecuencias entonces. — fue lo ultimo que dijo Jungkook, antes de dejar un beso en la mejilla de Taehyung, sin que nadie lo viera. 

Y ese simple gesto tan coqueto y aventurado, dejó a Taehyung sin aliento. 

Hate to love you *TK* ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora