Capitulo 18

2.5K 420 140
                                    

Ese mismo día Taehyung pasó toda la tarde junto a su primo y Yoongi. 

— ¿Entonces Jungkook no va a venir con nosotros al parque de diversiones? — preguntó Yoongi curioso mientras le pasaba un pedazo de hilo macramé a Taehyung. El reto del día era hacer manualidades en grupo. 

Para la mala suerte de Jungkook, le había tocado equipo con sus antiguos amigos. Éstos no le dirigían la palabra y estaban los tres muy alejados de Jungkook. Como si la "peste" se les fuera a pegar a ellos también por arte de magia. Soobin era quien estaba más cerca de Jungkook y le hablaba con normalidad. Taehyung se preguntaba por qué.

Taehyung sabía que Soobin era el único que no había insultado a Jungkook, solamente se reía de lo que Jackson o YeonJun decían a veces... Pero si no, casi ni hablaba.

— Dudo que quiera venir. Hoy le he hablado y por poco no me arranca la cabeza como si fuera un perro rabioso. — contestó Taehyung, cruzando mal los nudos de la manualidad. 

— bueno, dale tiempo. Ya podrá superarlo. — le dijo Yoongi como si nada. 

— ¿Y tú que sabes? es difícil pasar por esto. 

— Lo entiendo. — contestó Yoongi, mirando directamente a Jimin, quien se ruborizó hasta las orejas. 

Taehyung lo notó. 

— Oigan... ¿ya vieron? — susurró Jimin algo perplejo. 

Estaba apuntando con su manita regordeta hacia le mesa de Jungkook. Jackson se estaba burlando de él a los gritos y los profesores lo reprendían, pero Jackson seguía. Jungkook se había cambiado de camiseta, pero ahora la que traía puesta estaba machada con pegamento blanco. Jungkook estaba más que ofendido. 

Así que salió a paso apresurado hacia su cabaña, el lugar seguro. 

Taehyung lo vio irse y siguió con su pulsera de macramé muy mal hecha. 

— ¿No vas a ir con él? — preguntó Yoongi perplejo. 

— ¿Por qué habría de ir por él? — retrucó Taehyung. 

Jimin y Yoongi se miraron. 

— Por qué estás preocupado. — dijo Yoongi al fin. — Oye, viejo, será mejor que aclares esos sentimientos, que se te nota en la cara. 

— No siento nada por él. Solo un poco de compasión y ya. 

Yoongi volvió a mirar a Jimin, como buscando que él también dijera algo. Pero el otro seguía callado, sin decir nada. 

— No entiendo por qué habría que ser tan canallas como para tratarlo tan mal. — dijo Yoongi viendo hacia el grupo de Jackson con recelo y enojo. — imbéciles.

Mas tarde, Jungkook seguía sin aparecer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mas tarde, Jungkook seguía sin aparecer. Los demás hicieron la tan esperada y aclamada fogata y contaron historias de terror hasta casi las doce de la noche. Muchas chicas estaban asustadas y cuando una de las mas nuevas dijo que le encantaría estar entre los brazos de Jungkook para que la protegiera, muchos se rieron y empezaron  insultarla por que claro... ¿no sabe acaso que un marica no se fijaría nunca en ella?

Yoongi no dejaba de pensar que todos eran unos inútiles. 

Taehyung en cambio pensaba que estaban podridos, al igual que él. Su mente seguía dando  vueltas y a la hora de volver a las cabañas, Yoongi lo acompañó para que no volviera solo. 

— ¿Tú crees que estoy enfermo? — soltó de repente Tae. 

Yoongi hizo silencio por un instante. 

— No lo creo. Hay muchos como nosot... tú en el mundo. No eres el único bicho raro. ¡eso que hay locos! 

A Taehyung no pasó desapercibido eso que Yoongi estuvo a punto de decir, pero no le dijo nada. 

Quizás solo se había confundido de palabras. Yoongi cuando tenía mucho sueño solía hablar al revés, y esa era una de las tantas ocasiones. 

— Creo que debería ir a un psicólogo. — declaró Taehyung sin gracia pero eso si le hizo reír a Yoongi. 

— Ve si quieres, pero no se te quitarán los chicos de la cabeza. — cuando llegaron a la cabaña de Taehyung Yoongi se dio media vuelta y lo saludó con la mano — ¡será mejor que disfrutes la vida, que no sabes cuando te vas a morir! ¡no estamos para esas cosas en momentos de adolescencia, tonto! 

Taehyung entró a  la cabaña y cerró la puerta con seguro a sus espaldas. Jungkook se mantenía despierto mientras leía un libro, por la portada Taehyung estaba seguro de que no se trataba de algo escolar, sino más bien de novela. 

Tenía puesto un pijama muy gracioso de ositos, y le quedaba algo pequeño para esos músculos algo marcados. 

Taehyung pasó a su lado para tomar su maleta y sacar una playera grande que usaba como pijama. Se cambió y quedó solamente en bóxer. 

Jungkook por fin había levantado la vista, y Taehyung lo pescó justito. 

— ¿Hace falta que me quite la ropa para que me prestes atención? — dijo Taehyung con coquetería. 

Jungkook volvió a bajar la vista hacia el libro.

Taehyung sopló molesto. ¿No esperaba que se disculpara o si?

Subió la pequeña escalera de madera y se acostó en la litera superior. Mañana era el último día del campamento y regresarían al amanecer del día siguiente. 

— ¿Qué estás leyendo? — preguntó Taehyung para romper el hielo.

— Se llama "Deja de meter tu nariz en donde no te llaman, Kim Taehyung". — contestó Jungkook con un resoplido. 

— Wow, soy tan importante que hasta tengo un libro dedicado hasta con nombre y apellido.  — le dijo burlándose — eso si que es llegar lejos con tan solo diecisiete años.  

Jungkook no contestó nada, siguió leyendo. El pobre no sabía si ya quería que ese absurdo campamento acabara o si deseaba volver a casa con las palizas de su padre y la risa estruendosa de su madre colocada por la droga. 

Ninguna de las dos opciones era factible. 

Jungkook prefería vivir en la calle bajo el techo de un negocio antes que estar viviendo en la misma casa que sus padres. Lamentablemente tenía unos tíos que vivían en China y él no iría a China jamás. No le apetecía. 

— Te perdiste la fogata. — Taehyung volvió a hablarle. — al parecer a YeonJun se le apareció un fantasma que le tiró de los pies mientras dormía. ¡menuda mentira! Está claro que solo quiere llamar la atención.

Jungkook no contestó. 

— ¿Oye, te moriste? — preguntó Taehyung por su silencio, colgando su cabeza hacia abajo para comprobar que Jungkook siguiera vivito y coleando. — Oh sigues ahí, que lamentable. 

Y al decir eso se ganó un librazo en la frente que al día siguiente le dejaría un lindo chichón. 

— ¡Pero si era broma, imbécil! — se quejó él. 

Jungkook se acostó en la cama. 

— Créeme Taehyung, yo también agradecería estar muerto.  

  

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hate to love you *TK* ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora