Todo lo que he dibujado [#1] YM°

Capítulo 7

NARRA JIMIN

En algún momento de nuestra vida hemos pasado esos momentos en los que el corazón siente adrenalina por esos momentos de amor que hacen que nuestros nervios se desestabilicen y que nuestro corazón salte hasta tal punto de querer salirse del pecho. Es parte de crecer y son momentos que nos acompañaran a lo largo de nuestra vida haciéndonos recordar lo especial que fue. Esto es lo que hace interesante nuestra vida experimentar ciertas emociones y sentimientos.

Pero en este momento lo único que siento es vergüenza, no tener ningún solo centavo y que el mesero sea tu jodido crush. Ni tirarle su café fue tan vergonzoso como este momento.

¿Qué hare ahora? Morir quizá.

¿Si va a ser incomodo? Seguramente demasiado.

¿Yoongi sexy? Si, hasta para comérselo.

—¿Te pasa algo chico caramelo? —su voz me hizo volver a la realidad.

—E-emm...—balbucee, no me sale ninguna palabra, mis ganas de llorar aumentan—lo que pasa es que...—su ceja forma un arco y su intensa mirada me mira confundido— Jungkook iba a pagar el batido y-y...yo no tengo dinero para pagar...—dije esto último en hilo de voz, baje mi mirada no quiero ver su reacción a decir verdad.

—Que romántica cita— su sarcasmo me llego hasta las células. Aunque sea un simple comentario en su tono había un cierto disgusto y más su mirada que parecía querer saber algo respecto a Jungkook y yo. —Lindo novio— agrego, él sabía que nosotros no teníamos nada, pero sentí que debía dejarlo en claro. Que mierda.

—No era una cita— y sonrió, esa maldita hermosa sonrisa de satisfacción, de seguro estaba babeando como idiota, pero el repentino cambio de expresión me dejo confundido y sorprendido. Su sonrisa se desvaneció dejando en él una mueca neutral con sus ojos realmente fríos como de costumbre.

—Da igual no es como si me importara Jimin— soltó frio, tan frio que podía congelar más que el polo norte. La ilusión que había empezado a crecer se destruyó tan pronto como vino. Sentí como si hubiera tomado mi corazón y lo hubiera pisoteado una y otra vez dejándolo hecho pedazos.

Auch.

—Si...—salió en un hilo de voz triste aunque no debió haber sido así, fue inevitable.

—Sobre el batido...—interrumpió— yo lo pago— ¿Qué? ¿Quién te entiende?

—¿Porque? — su amabilidad conmigo no es tan común. ¿Cómo puede decir primero palabras feas y de la nada querer ayudarme?

—Te lo debo de todas formas—le dedique una mirada confundida—vi tu cuaderno que claramente decía "no tocar, ni ver" —guiño divertido. Mis ojos se abrieron a par y el corazón se aceleraba.

Estúpido, no ves que te hace daño.

Si pensaba que no tener dinero para pagar un batido era vergonzoso, estaba equivocado. Ahora estoy frente a mi crush sin saber a dónde correr y contando que vio mi cuaderno de dibujos que está completamente lleno con puros bocetos de él. Haciéndome ver como un acosador de primera. Grandioso.

—¿L-lo viste? —no quería alzar mi rostro de seguro estaba más rojo que un tomate. El carcajeo dejando ver sus rosaditas encías para luego morderse el labio.

Es más que obvio que le gusta torturarme. Pero es que es imposible no caer en sus encantos.

—Mmm creo que si—dijo con cierto desinterés. Quiero salir corriendo, lo juro.

—¿Q-que viste? —estoy a punto de sufrir un infarto.

—Creo que ambos sabemos la respuesta—giño un ojo. Creo que tiene un serio problema con los guiños. —dibujas bien.