Capítulo 28

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NARRA JIMIN

¡Vamos Jimin! por una sola vez en tu absurda vida haz funcionar esa cosa que llamas cerebro ¿Qué tan difícil es inventar una excusa para ir al baño?

Lo pensé por unos cuantos minutos mientras vea como la profesora de educación física nos indicaba algunos estiramientos basicos de flexibilidad, cuando la idea llego a mi mente me puse nervioso, no era un buen actor que digamos, fingir y mentir se le daba de la mierda, pero era eso o nada.

—¡Ay! —grite llamando la atención de todos mientras fingía tomarme el tobillo para "intentar" hacer cesar el dolor, la maestra enseguida fijó su mirada hacia mí, bueno no se sorprendió, ella ya me tenia ciertamente fichado por no ser un buen estudiante en deportes.

Algo que es completamente irónico ya que mi madre fue una gran campeona del atletismo, era obvio que esto de ser malo en los deportes lo herede de mi padre, así como sus ojos castaños claros y cabellera rubia, esto de alguna manera me frustraba.

Pensar en él me provocaba un inminente dolor en el pecho, hubiera querido tener apoyo de su parte, tener un cuidado paternal de su parte, me hubiera gustado saber mis orígenes paternales, saber si mi torpeza es por naturaleza o si alguien mas de su familia es inteligente como él lo fue, según mi madre.

Lo único que tengo de él es una foto antigua en el que se encuentra sonriente con mi madre, el realmente era muy guapo, se veía muy firme y varonil, demandando autoridad, pero si dejar de aun lado esa sonrisa perfecta en sus labios. Sin embargo, esa mascara cayo cuando dejo a una joven universitaria embaraza y mal vista ante las personas, para después desaparecer de la nada.

Simplemente él dejo de existir para mí.

A pesar de que ese señor es una persona sin corazón aun mantengo la esperanza de volver a casa y encontrarlo en la sala parado, pidiendo perdón...y yo lo perdonaría sin pensarlo dos veces.

¿Pero es que acaso no pensó en el dolor que dejaría en un niño pequeño?

—¿Esta bien señor Park? —la voz de la profesora Han me saco de mis pensamientos, miré a mi alrededor como algunos miraban curiosos la situación y otros con una mueca burlesca, vi a Tae como se acercaba, pero negué su ayuda, no podía permitir que me arruinara el plan—Creo que he me he virado el tobillo ¿puedo ir a la enfermería? —pregunté con un tono de voz lastimero que obviamente era fingido. —Creo poder ir solo.

Ella asintió con una cara llena de preocupación, me pare de manera lenta e intente caminar, pero bueno soy Park Jimin después de todo. Tropecé con mis propios pies cayendo de trasero y esta vez con todo el peso sobre mi pie. Un grito salió de mi garganta verdaderamente. Ahora si que me había cagado el tobillo.

—Señor Park ¡Dios mío! Lo ayudo—camino rápidamente a mi lado, mis mejillas se tiñeron de rojo cuando escuché unas risitas, alcé mi rostro encontrándome con las caras de Jeon y su amiguito Yugyeom, pero no tardo ni un segundo en que Taehyung les dedico una mirada asesina calmando a ambos. Después de unas cuantas ayudas terminé parándome y yendo a la enfermería al llegar pedí el baño inmediatamente a lo que no me negaron.

 Tome el celular en mis manos temblorosas, antes de que me arrepintiera. Claro que quería escuchar su voz, pero de igual forma su presencia me ponía nervioso como la primera vez que lo conocí, aún seguía haciendo que mi corazón se acelere, no podía evitarlo.

¿Y si me vuelvo torpe más que de costumbre? ¿Y si se me sale un pedo y él lo escucha?

Vamos Jimin, respira, inhala, exhala.

El sonido de mi teléfono me hizo despertar de mis pensamientos y ese sentimiento en el pecho se coló de nuevo, sin mirar apreté el botón de contestar. Como siempre me recibió con unas palabras bonitas haciéndome sonrojar hasta las orejas, aunque eso él no lo sabía.

Todo lo que he dibujado [#1] YM°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora