NARRA JIMIN
Claramente esto no puede ser real, creo que el chichón de antes hizo efecto en mi cabeza, o debe ser que ya me estoy volviendo loco.
Pero no, estaba ahí, frente a mi. Simplemente sentí como todo a mi alrededor desaparecía, éramos él y yo. Hasta que caí en cuenta, cejas unidas, ojos demandando enojo y labios fruncidos. Me estaba cagando del miedo por su mirada imponente, pero diablos es demasiado sexy.
Contrólate Jimin no babees.
—¿¡Estas ciego o qué?! ¡Fíjate por donde andas!—a pesar de que fue un grito, su ronca pero aterciopelada voz acaricio mis oídos.
Estaba inmóvil ninguna palabra salía de mis labios, un sonrojo se hizo presente al recordar que seguía tirado en el piso. Los nervios hicieron que empezara a balbucear.
—Y-yo, este...puedo limpiarte...—y si una vez más Jimin la haz cagado—agh...no, lo que quise decir...—nada, simplemente mi cerebro dejo de funcionar.
—Dios que desagradable persona— tomo el libro de la mesa y paso por mi lado.
¿Desagradable persona? ¿Yo? ¿Pero que se cree ese niñato?
Bueno no lo culpo le tire un Caramel Macchiato encima.
De verdad no podía creerlo, el chico de mis dibujos, mi peculiar amor platónico, el que me robaba el sueño y aliento. Existe. Mi cerebro no podía procesar toda la información.
Es real, completamente, todo un adonis, como lo soñaba está aquí, es de este mundo, aunque prácticamente por lo guapo que es dudo que sea un humano normal.
Caray, todo esto es una locura. Una sonrisa bobalicona aparece en mi rostro.
—Esto merece un dibujo nuevo, ahora que tengo más clara su imagen—me levanto del suelo sacudiendo mis pantalones, la gente no se había inmutado en lo mínimo ante el suceso ocurrido, así que no tuve que preocuparme por aquello.
Mire la mesa donde mi libro había caído pero no estaba, solo un viejo libro abierto se encontraba allí.
Oh mierda.
Los nervios de la caída que estaban por fin desapareciendo volvieron. ¿Cómo es posible que todas estas cosas me pasen?
Mi corazón empezó a acelerarse. Tome el viejo libro en mis manos haciendo que el olor de este llegue a mis fosas nasales causándome un ligero placer. Huele a él. Estaba perdido en su exquisito olor hasta que algo en mi hizo clic.—Esto debe ser una broma, una jodida broma.
Mis dibujos. Solo rogaba, que no haya abierto mi libro. ¡No! probablemente pensara que soy un acosador o algún psicópata y mucho más si llega a ver los dibujos sin camiseta. Gran Vergüenza.
Con mi corazón a punto de salirse de mi pecho corrí hasta la entrada, mire hacia ambos lados y no lo visualice.
A pesar de la lluvia salí de la cafetería, y corrí hasta la esquina dando con su figura de espaldas.¡Dios, que corrida! Esto no lo hago ni en clase de deporte.
—¡Oye tú! ¡El de la campera negra! —grite con todo lo que mi pesado aliento dio. Giro sobre sus talones buscando la voz que lo llamaba.
Yo no sé si esto es una bendición, pero joder, no pude evitar darle una mirada a ese hermoso rostro mojado, sus mejillas y labios apetitosos tenían un leve color rojo debido al frío. Y su copete un tanto mojado. Su piel contrastaba en la prenda negra, el tipo no era de los musculosos exagerados tenía un buen cuerpo ligero o eso es lo que mis ojos podían ver.
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Todo lo que he dibujado [#1] YM°
FanfictionCada linea trazada en mi cuaderno, tu imagen impregnada en mi mente. ¿Es posible enamorarse de alguien que nunca haz visto en tu vida? A Jimin le paso, enamorarse de un dibujo creado por el mismo. Lo que el no esperaba es que aquel dibujo existier...