Capítulo 22

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NARRA YOONGI

Estar enamorado de una u otra forma es una de las cosas mas bonitas que el ser humano puede experimentar en su vida, el hecho de tener a alguien que mueve tu suelo y hace temblar tu cuerpo es simplemente agradable. Quizá eso me esta pasando. Jimin hace que mi corazón se acelere.

Eran pocas las personas por las que valía la pena luchar, y él era una de esas, estaría dispuesto a bajarle la luna si así me lo pidiera. Joder. ¿Desde cuándo soy tan... cursi? ¿romántico?

—El idiota arrogante se ha vuelto mas cursi, y todo por culpa de aquel bonito chico dulce—dije acariciando su mejilla, estaba a centímetros de sus pomposos labios, y ¡demonios! Quería besarlo, deseaba sentir sus lindos belfos sobre los míos.

—Demasiado cursi— bufó girando los ojos, se que estaba tratando de ser duro, pero simplemente no podía resistirse, sabía que también quiere besarme. Estábamos tan cerca que pude sentir su nariz rozar la mía y su aliento dulce en mi boca ¡Quería besarla, pero joder no me atrevía!

Quizá sabes que eres un cabrón y no quieres volver a sentirte culpable.

Si, era eso. Quería hacer las cosas bien esta vez, pero de algún modo sabia que si yo lo besaba el me rechazaría, y no quería eso.

Me gusta tanto este niño que esta siento miedo porque me rechace.

Todo en Jimin era seductor y él no se daba cuenta. ¡Mierda! ¡Es jodidamente hermoso! Nadie puede resistirse a sus encantos. Es demasiado inocente que ni siquiera sabe lo que causa en mí, de lo débil que soy ante él. Mas allá de mis sentimientos, lo deseo y no de una mala forma, simplemente me cautivaba todo su ser, y solo le estoy pidiendo un beso.

—¿Me perdonarías? —susurré y él negó.

¿Por qué tuve que comportarme como un idiota? Si tan solo me hubiera dado cuenta antes fe todo lo que en realidad siento por Jimin no estaría en esta situación, si tan solo él supiera cuanto sufre y se acelera mi corazón cuando estoy cerca suyo.

Sus labios entreabiertos estaban volviéndome loco.

—Jimin...—susurre necesitado, porque es así lo necesito; posé mi mano sobre su nuca causando que él por instinto cerrara los ojos, aproveche el momento y lo besé.

Mi corazón latió con demasiada fuerza, era un lío de emociones era hermoso y placentero, fácilmente me estaba volviendo adicto a Jimin, me encantaba, me fascinaba todo de él.

Sus mejillas rojitas, sus pomposos labios, sus chiquitos ojos inocentes, su rubia cabellera, su dulzura e incluso su torpeza. Él es único y eso es algo difícil de encontrar, quizá fue eso lo que me cautivó, llego a iluminar mi vida con su simple forma de ser.

Fue un corto beso, simplemente me deje llevar por mis deseos de besarlo, aunque fuera de unos segundos yo me sentía feliz, y lleno, dichoso. Una fuerte bofetada me devolvió a la realidad, Jimin estaba parado frente a mi con su entrecejo arrugado y los labios fruncidos, pero ni ese golpe borro la sonrisa de mi rostro.

—¿¡De que te ríes imbécil?! —gruño enfadado y eso solo me causo una sonrisa mas prominente, pase mi lengua sobre mis labios y alce mi mirada a él ¿acaso puede ser más perfecto?

—¿Desde cuándo de esa dulce boquita salen groserías? —intente cambiar de tema y él solo rodó los ojos.

—¿Qué? ¿no dirás que no significo nada? —pregunto con sus ojos levemente brillosos.

—Estaría mintiendo— alce mis hombros, nos quedamos en silencio sumamente incómodo, por primera vez no sabia que mas decir o hacer. Me sentía raro nunca me he tomado enserio esto de las relaciones, simplemente creí que no era para mí, pero...es que nunca había estado enamorado. Joder ¿es normal sentir unas ganas inmensas de llorar y gritarlo a los cuatro vientos?

Todo lo que he dibujado [#1] YM°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora