Eros (Sin editar)

CAPITULO 4

NARRA EROS:

-¿Que tenemos?-pregunto llegando a las bodegas donde Ares me sito.

-Un perico muy hablador-dice con sorna, señalando al tipo hincado a tres metros de nosotros, con la cara llena de sangre, y con un disparo en la pierna izquierda.

-¿Que ha dicho hasta hora?-si no quiere hablar, creo tener la forma de hacerlo.

-No mucho, solo le preguntamos quien lo envió y nos dijo que "nuestro mejor amigo"-parece que este tipo quiere morir hoy, mi hermano nunca ha sido bueno para torturar no es un sádico como yo, yo no me tiento ante nadie.

-Perfecto, vamos a ver si conmigo sigue de gracioso-me arremango la chaqueta y camino hacia el tipo que se que va hacer que mi paciencia se agote.

-Me han dicho que no quieres hablar-hago una pequeña pausa-¿es cierto?-saco mi navaja y veo que tenga buen filo, el chico solo empieza a reír, parece que no le interesa morir hoy.

-¿Y que me vas hacer, niño?, ¿acusarme con tu papi?-se burla, este idiota no tiene ni un poco de sentido común de lo que le va a pasar dentro de poco si no habla.

-No, lo que yo te voy a hacer es mucho peor-me siento de cuclillas frente a el, forcejeo con el para tomar su mano la coloco en el piso con fuerza y clavo la navaja en ella, el tipo solo deja escapar un grito de dolor.

-Dime que mierda hacías es nuestra mafia y tal vez te perdone la porquería de vida que tienes-digo entre dientes girando la navaja, el perico como bien dijo mi hermano hace una horrible mueca de dolor.

-Soy todo, menos un soplón-me dedica un mirada llena de diversión y dolor a la vez.

-Tu jefe tiene que pagarte muy bien para que no quieras hablar, pero yo voy a hacer que cantes como pajarito-digo tomándolo del pelo para que me mire ya que ya me he parado.

-En tus sueños me vas hacer hablar-bien, me harto este tipo, me agacho y retiro la navaja bruscamente y el tipo vuelve a gritar.

-Muy bien, creo que te faltan premios para hablar, prestame tu arma Ares-camino hacia mi hermano y me entrega su arma.

-Ultima oportunidad, ¿quien es tu jefe?-le apunto a su hombro derecho, el solo ríe con sarcasmo.

-No diré nada-asiento y le doy un disparo limpio en el hombro, la sangre empieza a fluir de la herida y el tipo aúlla de dolor.

-¡Esta bien!, ¡esta bien!, te diré todo lo que quieras saber, pero por favor no me mates-suplica el tipo.

-Bien, habla-lo apremio.

-Esteban Navarro, me envió, me dijo que a cambio de dinero fuera sus ojos y oídos dentro de tu mafia; en unos minutos deben de estar llegando sus hombre a atacar el camión que lleva tu cargamento de armas a Estados Unidos-dice casi perdiendo el conocimiento ya que ya a perdido mucha sangre. Miro a Ares que empieza a informa a través de su auricular.

-¿Estas seguro de eso?-pregunto dudando de que sea cierto.

-Ya esta todo listo, ya les informe y cambiaran de ruta-me informa mi hermano.

-Raúl-llama a su mano derecha-ya sabes que hacer con este tipo pero primero dejame hacer la firma de los Turner-camina hacia el tipo, uno de los nuestros se acerca y le da unas pinzas a mi hermano las toma y se dirige a su mano derecha de ahí toma el dedo anular y con las pinzas extrae la uña, el tipo solo deja escapar un pequeño grito ya que esta medio inconsciente.

-Ahora si llevátelo y dejáselo como un recordatorio a nuestro mejor amigo de lo que pasa cuando intentan pasarse de listos-unos de nuestros hombres se lo lleva pero entre las cosas que va murmurando escucho el nombre de Zaira.

-¡Alto!-los detengo y camino hasta llegar a ellos lo tomo de pelo nuevamente.

-¿Que tiene que ver Zaira?-le pregunto llenándome de cólera ante el nombramiento de ella.

-Ella...ella esta en...-y cae desmallado cuando esta a punto de decirme lo que esta pasando con ella.

-¡Llévenselo!-ordeno con rabia.

-¿Que pasa?, ¿Quién es Zaira?-pregunta mi hermano pero su voz se va distorsionando cuando llego hasta la camioneta y me subo sin esperar a alguien, no se porque jodidos me preocupe tanto que le pase a esa chica pero no me gusto que ese soplón la conociera, empiezo a conducir hasta llegar a su casa, las luces están apagadas, pero como no me conformo con eso, decido subir a su habitación, subo a un árbol y llego a un pequeño balcón pero como no estoy seguro de que esa sea esa, la llamo.

Se estarán preguntando como es que se su nombre y su teléfono pues digamos que mande a hacer un tipo de archivo Grey, se muchas cosas de ella, como que su papa era fiscal hasta que murió por circunstancias extrañas o de que su mama trabaja en uno de los bufetes mas importantes de México y les aseguro que se hasta que tipo de sangre tiene.

-¿Bueno?-contesta una voz adormilada ¿Quién demonios duerme a las nueve de la noche?

-Sal a tu balcón-le indico solo se escucha que murmuran cosas sin sentido a través del celular.

-Si eres el mismo de hace dos horas quiero decirte que ere un hijo de...-la interrumpo antes de que me insulte.

-Soy Eros, sal por favor-me cuelga el celular.

¿Y esta quien se cree?

Le vuelvo a marcar pero esta vez me manda directo a buzón y eso hace que me enfade aun mas, así que decido jugármela a entrar en esa habitación sabiendo que podría ser la de su nana ya que se que su madre salió de la ciudad por asuntos de trabajos y creo que me daría mas miedo encontrarme con su nana que su mama, si ustedes no conocen una abuelita enojada entonces no saben que es el verdadero terror.

Así que le doy la vuelta a perilla pero esta no abre, maldita sea ¿quien cierra la puerta del balcón?, ni que un violador fuera a entrar por ellas, decido marcar el numero de Zaira antes de que los vecinos me vean y piensen que soy un ladrón, bueno si me atrapan seré un ladrón con buen estilo.

-¿Que quieres?-pregunta enfadada, si ella lo esta yo lo estoy aun mas.

-Abre la maldita puerta del tu balcón-le ordeno entre dientes.

-¿Y si no quiero?-me reta, se que lo hace por molestarme.

-Mira ¿sabes que?, para empezar no se que jodidos hago rogándote y no se que hago aquí esperando a que me abrieras la puerta-termino dándome por vencido, no somos nada y no me tiene que preocupar lo que le pase, si esta en peligro es su problema, termino de bajar del árbol y me subo a la camioneta, arranco y me largo de ese lugar.