Chapitre dix

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Noté un gran cambio en Jungkook días después de aquella conversación en la terraza del edificio en donde yo vivía.

Quería decir, lo vi más relajado y seguro de sí mismo, atento a las cosas que estaban sucediendo a su alrededor y disfrutaba de cada noche de sábado en 15feetunder como si no hubiera un mañana. Realmente noté que él estaba esforzándose un montón en encontrar las cosas que a él mismo le gustaban, al igual que a mi me gustaba su sonrisa gigante y su risa amena cuando me saludaba desde su motocicleta. Y por supuesto, su extroversión todavía seguía ahí y yo ya había dado por hecho que aquello era una característica muy fuerte en su personalidad. Los cambios de humores habían desparecido y Samedi atinaba a ir en una sola línea recta, sin desbordarse ni girar hacía ningún otro lado. Me gustaba estar así con él, era como si realmente hubiéramos vuelto a cuando apenas nos estábamos conociendo y saliendo de fiestas a todos lados.

Nos encontrábamos a mediados de febrero y la nieve ya había dejado de caer por completo, la primavera estaba aproximándose con demencia prevista. Durante este último mes, mis conversaciones con Jungkook por KakaoTalk no habían ido más allá que preguntarnos durante la semana si como estábamos y que nos encontrábamos haciendo. Él todavía seguía atareado rindiendo sus últimos exámenes mientras que yo estaba nublado de trabajos en la empresa.

De todas maneras, Samedi no volvió a mencionarme de Soomi nunca más, pero siempre que podía me repetía lo genial que era estar soltero sin estar amarrado a alguien, a pesar de que se notaba que la extrañaba muchísimo.

Y yo, yo seguía estando de igual manera que siempre, encontrándome con el Jimin libre y sin complicaciones, aburrido de lunes a viernes. Con la diferencia que Jungkook apareció en mis sábados para hacerlos más divertidos y Hyolin los domingos por la tarde llamándome para contarme todos sus chismes.

Respecto a mi compañero de baile y volviendo a su nuevo comportamiento conmigo, me gustaba. Incluso me gustaba aún con sus anteriores despliegues por la ruptura con su ex novia. Me gustaba demasiado, más de lo que debería y eso estaba mal.

Muy mal.

Alrededor del mes, mis sentimientos hacia Jungkook iban crecieron mucho más de lo que me imaginaba y no podía hacer nada para remediarlo. Yo no tenía idea que era el amor y tampoco sabía cuándo comenzabas a estar enamorado de alguien, pero no era tan estúpido como para no darme cuenta que el castaño me atraía bastante, tanto físicamente como su manera tan extrovertida y risueña de ser.

Yo estaba volviéndome loco por Jungkook y debía parar todo eso, porque se suponía que Park Jimin era una persona libre que no estaba amarrado a nadie sentimentalmente y disfrutaba de su libertad con tanta pasión, sin compromisos ni amores de por medio. Se suponía también, que Jimin era un joven que no se enamoraba de cualquier persona, menos de alguien que conoció en una discoteca —lugar prohibido para comenzar una historia de romance—. Y quizás a Jimin no le gustaba el cliché, no obstante, siempre soñó que conocería al amor de su vida en una junta del trabajo, en una cafetería o en una cena formal. Oh, y Park Jimin detestaba con toda su vida engancharse con chicos que eran heterosexuales, porque le dolía la idea de ilusionarse con ellos sabiendo que nunca habría un algo con aquellos.

Y que malditamente correcto que Jeon Jungkook era todo lo que Park Jimin no quería para su vida amorosa.

Sí, definitivamente yo estaba necesitando olvidarme de esto que sentía en el pecho cada vez que veía a mi compañero de baile sonreír y bailar en frente mío mientras me guiñaba un ojo desde lejos y me llamaba a la pista con su cabeza.

Porque incluso ahora encontrándonos Jungkook y yo debajo del manto estrellado en el cielo, no podía detener el inestable latido de mi corazón dentro de mi pecho, latiendo con los segundos y perdiéndose en el viento que estaba golpeando nuestros rostros a medida que avanzábamos cada vez más, como si estuviera llevándonos al abismo y tirándonos desde el precipicio, volcándonos y haciéndonos una cosa difícilmente de descifrar.

Samedi • JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora