A pesar de que ya pasó una semana desde que le pregunté a Jungkook si quería ser mi novio y las cosas transcurrieron con calma después de eso, todavía seguía doliéndome el corazón. Pero no me dolía por su rechazo, por supuesto que no. Me dolía porque yo mismo había sido un egoísta apresurado que no pensé en las consecuencias de mi pregunta, ni mucho menos pensé en las cosas que el pelinegro quería. Solamente pensé en mí y no consideré en las cosas externas que nos rodeaban a ambos. A él más que nada.Y me seguía doliendo la imagen vulnerable de Jungkook en frente de mí, sollozando como un niño pequeño con su cabello húmedo y los labios apretados, sus ojos mirándome con impotencia. Me dolía en lo más profundo de mí corazón haberlo puesto en una situación así. El haber sido un apresurado sin tener en cuenta que él quería superarse primero, para después darme una respuesta positiva.
Qué en ese momento cuando sus ojos llorosos me vieron, dudé de que me amara de verdad.
Y eso era lo que más me dolía, el haber dudado del corazón de Jungkook cuando él me lo había entregado todo, cuando se cansó de demostrarme lo mucho que me amaba y lo importante que yo era para él. Parecía que la sola idea de que él mismo quisiera superarse por voluntad propia para poder estar conmigo, no era lo suficiente para mí. No podía comprenderlo en lo absoluto. Y odiaba ese pensamiento. ¿Qué más quería yo? ¿Qué más necesitaba aparte de ser un completo egoísta que solamente pensaba en su propio corazón y bienestar? Pero he ahí el problema.
El grandísimo problema que Park Jimin tenía. El por qué había preferido estar solo y sin ningún tipo de relación de por medio, el por qué había decidido no enamorarse y verse atado al corazón de alguien y el por qué quería disfrutar de la vida, en vez de llorarle.
El por qué Hyolin se había ido llorando aquella vez cuando ambos terminaron la relación de su noviazgo.
Park Jimin sólo pensaba en sí mismo. Su mundo empezaba y terminaba en él. No había espacio para nadie más. Jimin era uno solo y sus pensamientos, bienestar y decisiones eran dirigidas a él mismo.
Y sí Park Jimin no comenzaba a cambiar, su relación con Jeon Jungkook nunca iba a funcionar.
Incluso cuando pensé que había comprendido el significado verdadero de la libertad y que había cambiado mi egoísmo patético después de conocer a Jungkook y enamorarme de él, las cosas seguían iguales.
Eso me dolía también.
¿Por qué si Jungkook quería superarse, yo no podía intentarlo? ¿Por qué no podía intentar superarme para ser una mejor persona para él, para ambos?
Le había dado vuelta a esas preguntas alrededor de toda la semana. Lo hablé con Aeon en el trabajo y lo charlé con Hyolin hacia menos de una hora cuando nos vimos en el hospital, ambos me dijeron que no fuera idiota y no me dejara ganar por mis propios pensamientos confusos. Que pensara en Jungkook y en las cosas que él quería, que le preguntara, que le hablara y le cuestionara sobre sus deseos sin ponerlo incómodo. Que escuchara realmente a su verdadero corazón y que, a partir de ahí, iba a notar un gran cambio.
Entonces, me empeñé en superarlo también.
La tarde del sábado estaba muy calurosa y bonita como para ser la última del verano. Sabía que iba a ser un día ajetreado después de que abrí el ventanal de mi habitación y me encontré con los rayos del sol iluminando toda la ciudad de Busan, cuyos rascacielos brillaban como estrellas ante la luz fuerte de la mañana, cegándome por completo.
Aquello me hizo sentir motivado porque si el día iba a estar así de hermoso, entonces la noche sería perfecta para pasarla en 15feetunder, aunque tenía la intención de llevar a Jungkook a otro lugar antes para cenar. De hecho, ya lo habíamos arreglado ayer cuando nos juntamos en la tarde a tomar un café saliendo de mi trabajo. Quedamos en que él vendría a mi departamento como siempre —nada de atacarme en cuanto me viera— e iríamos a algún restaurante tradicional, para después marcharnos a bailar y concluir la noche de sábado bajo la luz de la luna en su hogar.
ESTÁS LEYENDO
Samedi • Jikook
FanficPark Jimin y Jeon Jungkook se conocen en una noche fresca de sábado donde las luces de la discoteca "15feetunder" en Busan, iluminaron sus almas para conducirlos por el mismo camino de sus vidas. Uno es solitario, amante de las salidas nocturnas y e...