Los juegos de la fama {R5}

Capitulo 22 "Y ahora que?"

Me quede atónito. Todos estábamos elegidos.

Las preguntas seguían dando vueltas por mi cabeza ¿Es bueno o malo? ¿Debia alegrarme o tener miedo?... No lo sabía.

Me pare del sillón, dispuesto a encontrar un lugar con aire fresco.

- ¿A donde vas? ¿Ross? ¿Estas bien? Palideciste... - Rydel me tomo del hombro. Me voltie y le dedique una sonrisa.

- Estoy bien.

Sali de la habitación y comencé a buscar por donde salir, cada puerta tenia un guardia o estaba atiborrada de fans por fuera. Salude a algunas fans desde el vidrio de la puerta y seguí mi recorrido.

Subí al ascensor y note el ultimo botón, "Terraza". Sin pensarlo lo apreté.

Sali al techo de el hotel, el aire fresco me lleno la cara y los pulmones.

Tarde 40 segundos en notar que no estaba solo. Azul estaba ahí.

- Hey, hola! ¿Te vas a tirar? - Bromee al verla sentada en la baranda, mirando la ciudad.

Dio un salto en su lugar cuando escucho mi vos. Se volteo y me sonrió.

- Si, realmente, acabas de arruinar mi plan de suicidio. - Río continuando mi broma. Reí.

- Oh lo siento, mejor vuelvo a dejarla sola madam. - Hice una falsa reverencia. Ella me halo del brazo.

- Sientate. - Me ordeno señalando el lugar en la baranda a su lado.

- ¿Vas a tirarme? - Hice un gesto de falso terror.

- Oye, debo eliminar la competencia. - Ambos estallamos en carcajadas. - ¿Sabes algo de estos supuestos "juegos"?- Negué levemente, ella hizo una pausa- Ambos quedamos.

Asenti.

- Ya lo sabia.

Nos quedamos en silencio, un silencio denso e incomodo que comprobaba que no sabíamos lo que teníamos en común, que no nos conocíamos, que no teníamos tema de charla. Me aventure a romper la incómoda presencia de la falta de ruido.

- Y... ¿Ahora que? - De lo mas estupido que podría haber preguntado, tenia que elegir eso. Agh, me odio.

- Yo que se, rubia. - Se encogió de hombros la oji-azul.

- Emmms... ¿Te gusta Londres? - Soy un chico de charla, no soporto el silencio. Algo tenia que hacer.

- Es la primera vez que vengo, pero es realmente lindo. - Sonrio.

- Es la tercera vez que nosotros venimos. - Informe. Ella rodó los ojos.

- Oye... Anoche fui una cretina. Dijiste que te agradaba y me escape ... Lo siento. Tu también me agradas. - Sonrió. Esas simples palabras plantaron una sonrisa en mi boca.

No sabia que decir... Solo me quede ahí, sonriendo como idiota.

- Eso no quita que sea lo que sea el estupido reality, te ganare. - Ambos reímos.

- Que competitiva eres Fres... - Me senté a su lado. - Que genial vista. - Dije inclinandome hacia adelante por el borde del edificio. - Aquellas personas parecen hormigas. - Señale.

Todo paso muy rápido, Azul palideció, sus ojos se perdieron en un punto vacío. Casi pierde el equilibrio y cae por la baranda, pero logre tomarla del brazo antes de que sucediera.

Una lágrima corrió por su ojo izquierdo ¿Dije algo malo? Me estoy exasperando.

Justo cuando iba a llevarla hacia algún medico, sacudió la cabeza y volvió a mirarme, retomo un poco de color.

- ¿Estas bien? ¿Que te sucedió? - grite jalandome el cabello. La obligue con un tirón de brazo a salir de la baranda y sentarse en el suelo, con la espalda apoyada contra la pared. No quería que cayera.

Mire hacia todos lados en busca de algo de ayuda ¿Desde cuando soy medico? ¿Le habrá bajado la presión?

- E-estoy bien Ross. No sucedió nada. - Sonrio a medias, o al menos eso intento. Note tristeza en sus ojos azules. Se me partió el alma ¿Que fue lo que dije? ¿Tan malo fue? ¿O le bajo la presión? ¿Acaso le agarro un ataque al corazón?

- ¿Fue algo que dije? ¿Desayunaste bien? ¿Segura de que no te bajo el azúcar? - Ella medito buscando una respuesta unos segundos, como si no pudiera decirme la verdad.

- No, no fue nada que dijiste. Solo... Solo un mal recuerdo.

*Azul Pov's*

Las palabras de Ross seguían vagando en mi cabeza. "esas personas parecen hormigas". Solo que con una voz distinta... El. Ese día, ese día horrible volvía a mi cabeza. Me mareaba y me hacia perderme de la realidad. Eso mismo me había dicho Adrián la primera vez que viajamos en avión... Ese horrible día en que perdí a mi hermano mayor. No podía decirselo a Ross, no sin que el me diera esa mirada compasiva que odio de las personas. No sin que pensara que soy emocionalmente frágil, aunque lo sea... No quería que el lo supiera. No quería decirle y partirme en mil pedazos. Suspire profundo.

- Debe ser que esta mañana no desayune. - Me encogi de hombros tomando valor para quitar todo lo malo de mi cabeza.

La cara de Ross se ilumino.

- Te invito un desayuno. Todavía no es tarde para desayunar, son las 11:00am. - Sonrió.

- No Ross..- Me tapo con un dedo la boca, indicándome que me callara.

- No aceptó un no como respuesta.

Sonreí.

- Okey.

Lo seguí por un pasillo hasta el ascensor, ambos subimos y el apretó el botón del piso subterráneo ¿Que se traía en mente?

Imágenes seguían intentando recorrer mi cerebro, mi papa, mi mama, mi hermano, Bel y Lucas... Lo único que queda de mi pequeña familia rota.

Mi mal comportamiento que llevo a la muerte a personas, mi inocensia que no me dejo ver que debía pedirle que se quedara en el asiento del avión... Todo fue mi culpa.

Los ojos se me llenaron de lágrimas de inmediato. Me di media vuelta y me refregue los ojos con el borde de la manga del vestido.

Ross no lo noto.

Sacudi mi cabeza al rededor de tres veces antes de que el ascensor llegara al destino. Las puertas se abrieron y descubrí un gran bar.

Seria un lindo desayuno con Ross Lynch.

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Otro capitulo mas de la maratón!
Faltan dos mas el día de hoy!
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#RozulTieneUnaCita ?