Los juegos de la fama {R5}

Capitulo 41 - "Voy a tener que quemar mi propia casa, teñida."

*Azul P.O.V*
Sonreí de oreja a oreja.
Levante los brazos y salte.

- ¡Si! ¡No más correr, moverse, o buscar cosas idiotas! - Giré al conductor y grité: - ¡Hujuuu!

Ross tenia la mandíbula por el piso.
Por el rabillo del ojo vi a Marco gritando cosas por ahí, pero no me importaba. Me iba a casa, bueno, o algo así. Al menos saldría de ese estupido juego con el cual no ganaría nada que necesitara.
Quería volver a Argentina, seguir haciendo musica allí, tener mi pequeña casa, con Lucas y Bel, olvidarme por completo del pasado y no volver a moverme del sofá por dos millones de años.

- ¡Debe ser un error! - Exclamaron Ross y Marco, el representante, al unisono.
El rubio miró con horror que acababa de decir lo mismo que ese patanatas.

Rodé los ojos, ya me habían quitado la felicidad.
Marco me tomó por el brazo, arrastrandonos a ambos (Ross y yo) hacia quien sabe donde.

Ross bufaba, diciendo medias palabras, sin terminar ninguna frase, como si fuera a regañarme pero no quisiera hacerlo.

- Mocosos inútiles, ¿Saebn la cantidad de dinero e podemos perder por esto? Tuve que cortar la transmición al momento en que tú, mocosa, comenzaste a festejar. - Gruñó. - No puede ser.. pensé que durarían más. - Se jaló el cabello.
Miré el entorno oscuro, tan oscuro, que podría dañar.
Solo el Sol de afuera iluminaba el extraño bunker en el que nos habían metido.

- Aws, tenías fé en nosotros. - Reí.

Me miro, y levantó la mano, como si fuera a golpearme. Ross lo miró, atentamente, como un león.
Marco bajo la mano, bufando. Se fue, dejándonos solos en aquel lugar.

- Maldito estúpido. - Gruño Ross.
Lo miré, manos en la cadera.

- No te preocupes, no hace falta. Se cuidarme sola. - El chico me miro confundido.

Negó levemente, una sonrisa terca en el rostro:
- Eres testaruda. En realidad, deberías pedirme disculpas por hacer que perdamos. De seguro estamos en problemas...- Se miro la muñeca, donde reposaba un reloj, como calculando algo.

- ¿A qué te refieres?. Como mucho nos enviaran a casa, ¿Y eso qué?.

- ¿No has visto? - Pregunto, curioso.

- ¿Qué cosa? - Levante una ceja.

- Nada. Luego te cuento.

El rubio me saludo con un gesto militar, lo cual era raro, viendo que estábamos en un búnker militar, lleno de cosas de militares, y se marcho a medio trote hacia su otro hermano rubio.

Chasquee la lengua. Luego sonreí.
¡¡PERRAS!! ¡¡Me voy a casa!!.

Mi celular vibro en mi bolsillo, recibí una cachetada de sonido.
Bel me gritaba.

- ¿CÓMO TE ATREVES A HACER QUE SAQUEN AL RUBIO ROSSOME? ¿EH? ¿EH? PON TÚ VOLUNTAD, CHICA, ME AGARRA UN PARO. Y NO UN PARO DE TRENES, UN PÁRO DEL CORAZÓN. LA R5FAMILY TE VA A QUEMAR EL RANCHO, LO QUE SIGNIFICA QUE VOY A TENER QUE QUEMAR MI PROPIA CASA, TEÑIDA. - Y cortó.

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Mi hermanita estaba mal de la cabeza.
Nota mental:
No más dibujos animados violentos para Bel.. Por ejemplo: Barney, Barbie y el cascanueces, Peppa La Cerdita, Doctora Juguetes.

«Tu hermana tiene 12 años..»
Le saqué la lengua a mi conciencia.

Salí del búnker con el Sol pegandome en los ojos. Todos revoloteaban, a punto de volver a poner el programa al aire.
Bufé cuando alguien de producción me tomó del codo, arrastrándome a mi antiguo puesto.