Capítulo 48 - "Deja de cerrarte"

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*Azul P.O.V's*

Yo no sé que paso, seguimos caminando por la selva, mientras sudaba, mientras me picaban los mosquitos, mientras la incomoda calza se me llenaba de lodo en los tobillos.
En un momento, nos chocamos con Lucas y Luci. Ross y yo íbamos con Rydel y Ellington desde que los habíamos topado, lo mismo hicimos con ellos.
Lucas estaba agotado, deshidratado, y sin poder dar un paso más. Luci me explico que era a causa de que él la había llevado en su espalda todo lo que recorrieron, porque "la selva es un asco, Az, de verdad. Así que Luluquitas me salvo de los mosquitos y arañas y lodo y me llevo en su espalda."
Estábamos caminando, mientras Rydel y Ross se reían de quién sabe qué cosa, y Ellington había tomado dos ramitas del suelo, y las usaba como baquetas mientras golpeaba cualquier tronco, piedra, o planta como si fuera una batería mientras nos movíamos.

Yo arrastraba a Lucas de los pies, mientras él parecía un zombie.
Me aprovechaba de la situación.

- Sabes, hermano, te quedaría genial unas mechas azules en tu fleco-flequillo.

- Si- - Respondía él, sin prestarme atención.

- Podrías cocinarme pasta ahora mismo, tengo hambre.

- Si. - Parecía que tenía un trauma, siquiera se quejaba de que lo estaba arrastrando por el lodo, y que las semillas de los árboles se le pegaban al cabello.

Ross se agachaba a cada segundo, mirando debajo de las piedras, o entre los arbustos, buscando al insecto.

Siquiera me di cuenta cuando los guardias se acercaron, y me comenzaron a arrastrar hacia quién sabe donde. Alguien fuer me tapaba los ojos y la boca, y me arrastraba hacia algún lugar. Pateé, le mordí la mano, me intenté escurrir de su agarre.. Nada. Ugh.
Cuando me soltaron, bastante después, estaba en una camioneta. No llegué a protestar cuando cerraron la puerta de un golpe.

- Ya, es demasiado estúpido todo esto. Estaba haciendo medianamente lo que decían, señores, sueltenme de una p*ta vez. - Me quejé por décimo cuarta vez, ya sin siquiera preocuparme por mi vocabulario.

- SOOOOOLA AQUI, SENTADA SIN SABER QUE HACER, YO SÉ QUE ESTO PUEDE SER DENUNCIADO COMO SECUESTRO.. - Canturreé al ritmo de la camión de Airbag, para luego cambiar la letra y golpearme seguidas veces la cabeza contra las paredes de la camioneta, que siquiera estaba en movimiento.

Cuando estoy aburrida, suelo pensar. Y pensar no es bueno. Pensé en lo estúpida que había sido al querer formar una basa, aunque nuestro objetivo principal jamas fue conseguir fama, pero la habíamos conseguido, y la detestaba. Amaba la sensación de tocar en un escenario, de los dedos moviéndose sobre la guitarra, de 3 personas a las que aprecio uniéndose en un mismo ritmo conmigo en el escenario. Luci, Alan y Lucas. Amaba la forma vibrante del público, la emoción, pero yo jamás quise mudarme a la otra punta del continente, ni no poder salir a la calle, ni entrar a estos estúpidos juegos.
Parecía que hacían años desde la ultima vez que tuve una guitarra en mis manos.

Como la ridícula que soy, comencé a trenzar mi cabello, cosa que solía hacer de pequeña, cuando estaba nerviosa. Hacía mucho que no dejaba salir a la antigua Azul, y sentada en el piso de el trailer una camioneta, comencé a trenzar mi cabello. Del negro al azul, nos mechones se mezclaban y mi mente dejo de volar, centrándose solo en eso.

Los juegos de la fama {R5}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora