24 Setiembre 2019
Desde su ataque de pánico, Diana había estado sintiendo a Rebecca cerca, co-fronteando en silencio algunas horas. Ninguno la había escuchado llorar desde la pesadilla del pasillo con espejos, lo que mantenía calmada a Scarlet. Por su parte, la persecutora le estuvo dando el tratamiento de hielo a todos; sin embargo, se había vuelto más agresiva con Diana. Varias veces había borrado sus trabajos de la universidad que guardaba en la computadora, provocando que tuviera que empezar de nuevo y que Bruno peleara más con ella. Las pesadillas y el nivel tétrico de estas también aumentaron, aunque solo atrapaban a Diana. La chica estaba llegando al límite de su paciencia, pero nunca había peleado con nadie. Si Scarlet no se detenía, terminaría explotando.
La terapia se estancó en el último recuerdo durante mes y medio, mientras que tuvieron que devolverse a los talleres para desarrollar habilidades constructivas e información contra la violencia doméstica. En general, la doctora Bristol aumentó por unas semanas la cantidad de sesiones a dos por semana, además de los talleres. Fue un tiempo bastante estresante para ellos, especialmente Diana quien aún tenía los deberes de la universidad. Asimismo, las sesiones giraron en torno al nacimiento y papel de Rebecca.
-Omega piensa, y estoy segura de que todos los demás también, aunque no lo digan, que Rebecca era un chivo expiatorio.
-¿Por qué piensas que ellos dicen eso? -preguntó la doctora.
-No estoy muy segura, pero por lo que he percibido de los estados de trance de Rebecca, creo que yo usaba a la niña para escapar de los maltratos de mis tíos. Sé que Bruno cambiaba conmigo cuando no podía soportar la situación, pero....Rebecca recibía todo el dolor físico aún si ella nunca salía. Rebecca nunca ha tomado el control del cuerpo desde que existe, pero ha co-fronteado muchas veces...... Sospecho que por ese motivo es la niña retenedora del trauma, porque todas las experiencias que yo no quería recordar las guardaba ella.
-Rebecca nació de un momento bastante horroroso para la mente de una niña de siete años. Sentías miedo, sentías rechazo y dolor por quien eras, por tu situación. Y no tenías permitido llorar porque empeoraría el maltrato. Por eso ella llora, porque tú no pudiste y porque ella está atrapada en las memorias traumáticas. -dijo la doctora Bristol.
-Scarlet me odia por ser débil y cobarde. Porque por mi incapacidad de enfrentar las situaciones difíciles, me estoy escondiendo detrás de los demás. Creo que ella protege a Rebecca de mí, de todos, porque había sido usada por demasiado tiempo. -Diana rió sin fuerza- Una niña con menos años que yo era mi chivo expiatorio, mi método para escapar y rectificar mis "errores".
-No seas tan dura contigo misma, Crescenta. Yo también recibía daño y ningunos de nosotros te culpamos. -razonó Bruno.
-Tu error no fue utilizarnos, sino permitir que te lastimaran manteniendo la cabeza agachada. -añadió Ramsés.
-Rebecca no te odia. Es una niña con miedo al mundo, pero no te culpa. -dijo Emily.
-Diana, cada uno de ustedes hizo lo que tenía que hacerse para sobrevivir, incluso ser egoísta. Pero están a salvo ahora. Ustedes vienen a esta terapia porque quieren mejorar, aprender a vivir con la sociedad. El pasado no se puede cambiar, lo único que podemos hacer es buscar alguna manera para que las memorias ya no los afecten ni dicten sus acciones en el presente. -la doctora agarró un mano- Su historia como sistema puede que no tenga un principio muy feliz, pero eso no define quienes son, sino el resto de su historia. Solo ustedes pueden decidir quienes quieren ser.
La doctora Bristol dejó llorar a su paciente por unos minutos mientras acariciaba su espalda. Permitió que Kali abrazara a su amiga hasta que se tranquilizó.
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Las voces en el jardín
Teen FictionDiana Anderson es una universitaria con Trastorno de Identidad Disociativo que narra su historia de cómo logró la integración con sus alters con ayuda de su novio Allan Myers, mientras que lucha por recordar la serie de traumas que desarrollaron el...