Setiembre 2018
Después de varios meses de talleres sobre seguridad, actitudes riesgosas y habilidades constructivas, la doctora Bristol consideró adecuado avanzar a los siguientes puntos de las intervenciones para reducir riesgos. Scarlet agradeció profundamente que esos talleres tan incómodos hayan terminado.
-Diana, hoy quiero que todos diseñen un acuerdo entre ustedes. Este acuerdo contendrá reglas que deben seguir para su seguridad, por ejemplo, no tener objetos filosos cerca cuando las identidades más agresivas están inquietas. Son reglas que impiden que reciban daño o causen problemas. Este acuerdo va a estar escrito, pueden pegar una pancarta en su habitación y tener una copia en algún cuaderno o varios para que las recuerden constantemente. -la doctora les pasó una hoja y un bolígrafo.- Por ahora hagan un borrador, después pueden pasarlo a limpio con decoraciones y lo que deseen. Quiero que me lo traigan para la próxima sesión. Recuerden, es un trabajo en equipo, todos deben ser escuchados.
Diana agarró los materiales y se movió hacia uno de los sillones cerca de la ventana para estar cómoda.
-"No usar objetos filosos" es indispensable. -dijo Bruno.
-"Punzo-cortantes" sería un adjetivo más adecuado, abarca más objetos. -declaró Ramsés.
-No fumar ni drogas es otro importante. -comentó Diana en voz baja mientras escribía ideas desordenadamente, ignorando a la doctora que observaba tranquila la escena.
-Hay que agregar el vapear y el alcohol.
-No comer mucho, hay que evitar enfermarse. -añadió Artemis.- También dormir a la hora acordada para mantener la energía mental.
-¿Por qué? Ya tuve que renunciar a los dulces, no quiero abandonar la comida. -lloriqueó Emily.
-Artemis se refiere a no comer excesivamente, solo en los horarios que hicimos cuando creamos la dieta. -la calmó Bruno.
-No caminar de noche. -sorprendentemente, Scarlet se unió a la conversación.- Y en caso de que sea urgente, usar pantalón y no amarrarse el cabello. No quiero tener que lidiar con cerdos.
-Pagar las cuentas. -dijo Régulo.
-No atacar a nadie. -Bruno miró con seriedad a Régulo, deseando recalcar algo sin decirlo.
-No mentir ni robar.
-Tampoco destruir las cosas de los demás.
Scarlet miró a la pequeña Rebecca cuando ésta agarró su vestido.
-No voy a permitir hipnosis ni hospitalizaciones. -ni siquiera se dio cuenta del momento que cambió lugar con Diana.
-Hacer yoga y correr unos días a la semana. -agregó Artemis.
-Mantener nuestra habitación limpia y ordenada, perder algo me provoca ansiedad. -dijo Diana.
-Guardar esas horribles pastillas lejos de la cocina, muchas veces casi las confundí los dulces. Pero prefiero sacarlas de la casa, no quiero volver a verlas. -declaró Emily.
-Cuando estemos en la cocina o conduciendo y quieren salir los niños, aparcar en algún lugar seguro o apagar la estufa antes del salir de la cocina. Ninguno de ustedes debe tocar el volante ni manejar los objetos de la cocina. -recalcó Bruno mirando a Emily, Omega, Régulo y Rebecca.- Aunque el cuerpo sepa hacer las cosas, ustedes son niños.
Estuvieron varios minutos anotando ideas y discutiendo cada una, Diana se aseguró de redactarlo de forma que se evitaban las ambigüedades. Olette, siendo un alter silencioso, se limitó a asentir o negar a cada sugerencia. Omega fue la única que no aportó nada, todo el tiempo estuvo mirando a la pared.
ESTÁS LEYENDO
Las voces en el jardín
Novela JuvenilDiana Anderson es una universitaria con Trastorno de Identidad Disociativo que narra su historia de cómo logró la integración con sus alters con ayuda de su novio Allan Myers, mientras que lucha por recordar la serie de traumas que desarrollaron el...