Capítulo 19: La felicidad de mi eterna mejor amiga

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01 Julio 2021

Kali la regañó por quinta vez por no haber terminado de empacar la noche anterior. Su amiga estaba demasiado emocionada por el viaje, excesivamente emocionada. Ella nunca había viajado con excepción de cuando huyeron de las luchas internas en su país de origen, aun así, Kali era muy pequeña como para recordarlo. Al principio, la chica se sintió cohibida con el gesto, lo que era justificable porque su tía Amelie iba a pagar todos los gastos para un tour por París y Milán. Era una oportunidad imposible para cualquiera. Por fortuna, los señores Igwe convencieron a su hija de que aceptara sin protestar.

La timidez fue opacada con la impaciencia conforme se acercaba julio. Diana estaba tan cansada de su actitud que le afirmó que el avión no saldría más pronto si llegaban temprano.

Su vuelo salía a las 11:35 de la mañana desde el Aeropuerto de Edimburgo para aterrizar a la 1:45 de la tarde en el Aeropuerto Charles De Gaulle. Después tendrían que hacer un viaje en tren de treinta y cinco minutos hasta el hotel en París. Una semana más tarde tomarían el vuelo de una hora y media hasta Milán, donde se quedarían otra semana. El regreso sería desde el Aeropuerto Malpensa en un viaje directo de casi seis horas.

-Scarlet, ya termina de escoger la ropa. Eres la única que falta. -apuró Bruno.

-No molestes.

-¿Por qué a París le dicen la ciudad del amor? -preguntó Emily.

-Porque son lugares románticos. -Ramsés se encogió de hombros.

-Dime algo que no sepa, genio.

-París es conocida como "la ciudad del amor" ya que ha sido el escenario de numerosas novelas y películas románticas. También es conocida por '"la ciudad de la luz" porque fue la capital mundial de la Ilustración en el siglo XVIII. -explicó Bruno- Mientras que Milán es la ciudad de la moda italiana por sus desfiles de moda y porque es donde hay el mayor intercambio entre estilistas, empresas, profesionales del sector y apasionados de la moda.

Tras terminado el pesado desayuno con una Kali parlanchina, el black cap las llevó a Edimburgo. Como la última vez, el aeropuerto estaba repleto para ser las 7:30 de la mañana, sin embargo, el ambiente era más sofocante debido a las mascarillas que todos estaban obligados a portar y la distancia que debían mantener. Diana estaba harta de las medidas sanitarias, después de un año y medio de pandemia, era mejor permitir que todos se infectaran de una vez para desarrollar inmunidad y seguir adelante, ya que la vacunación estaba tardando una eternidad. Kali no se despegó de las ventanas para ver a todos los aviones despegar, no obstante, se mareó durante el vuelo.

Algo que llamó la atención de Diana sobre el Aeropuerto Charles De Gaulle era que tenía los techos redondos y bajos, sin segundos pisos. Todo el aeropuerto se conformaba por túneles conectados. Tomaron el tren en el subterráneo. El Elysées Ceramic, un hotel de estilo Art Nouveau, se encontraba a cinco minutos a pie de la avenida de los Campos Elíseos, en el octavo distrito de París.

Como era de esperarse, después de almorzar, lo primero que visitaron fueron los Campos Elíseos, una de las avenidas más famosas del mundo y cuyo nombre procedía de la mitología griega. La historia de los Campos Elíseos comenzó en 1640 con la plantación de una gran alineación de árboles en lo que posteriormente se convertiría en la avenida. En 1724 la avenida adquirió su aspecto actual, teniendo importantes remodelaciones en 1994 para convertirse en uno de los más preciosos parajes de la ciudad. Actualmente era un importante espacio para los amantes de las compras.

Kali quedó fascinada con el Arco del Triunfo, el monumento que representaban las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón. Según datos históricos, la construcción del Arco del Triunfo duró treinta años. Napoleón ordenó su construcción en 1806 al finalizar la batalla de Austerlitz y se concluyó durante el mandato de Louis-Philippe. En la base del Arco del Triunfo se encontraba la Tumba del Soldado Desconocido, que representaba a todos los franceses que murieron en la Primera Guerra Mundial y nunca fueron identificados. De cincuenta metros de alto, los nombres de las batallas ganadas por los ejércitos napoleónicos y los de quinientos cincuenta y ocho generales franceses se encontraban grabados en los cuatro pilares del arco.

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