"Capitulo: 6"

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“Narra Saray”
Todo era demasiado extraño, de un instante a otro mi hogar había sido atacado por guerreros de fuego, luego me encontré con este extraño muchacho.
Los dos caminábamos en silencio, nos mirábamos de reojo pero ninguno decía palabra alguna.
Quise romper el silencio:
- ¿Así que general de las tropas “ Feuer”? 
- Pues si… (asintió con la cabeza).
- Y dime… si tú eres general de las tropas. ¿Qué haces aquí?
- Oh es una larga historia… (suspiro profundamente). 
Lo mire un momento pero luego baje la mirada. 
- Mira lo que sucedes, es que trataron de matarme.
- ¿QUE? (Pregunte demasiada asombrada).
- Pues si… el reino de fuego, ataco mi reino hace unos días. Es tan atacando los reinos más importantes.
- ¿Y por qué razón lo atacaron? (Pregunte susurrando).
- Pues porque querían robarnos las riquezas y el oro. 
- No entiendo… ellos son el reino más poderoso. (fruncí el seño).
- La verdad no tengo una razón especifica, de porque nos combatieron, yo solo sé que tuve que enfrentarlos con mis tropas de cien hombres.
- ¿Y qué paso? (Dije con un nudo en la garganta) 
- Pues… (bajo la cabeza tristemente)
- ¿Pues…? 
- Cincuenta de ellos, murieron en la batalla. 
- Lo lamento… (susurre). 
- No pasa nada… (continuo). 
- ¿Pero como escapaste?, ellos son demasiados poderosos. 
- Eso mismo iba a preguntarte. (Me miro). 
- Pues… yo escape con ayuda de mi tía. (Suspire).
- Yo de casualidad pude huir, me rodearon doce hombres, no tenia salida me encontraba en la torre más alta del castillo, solo tenía la ventana para escapar y todo el reino estaba cubierto en llamas, yo con ayuda de mis poderes pude lograr salvarme.
- Yo igual…
- ¿Qué clase de don tienes? (Me pregunto, subiéndose al caballo).
- Pues… tengo el poder de controlar las plantas. (Respondí subiéndome detrás de el). 
- Yo tengo el don de manejar los vientos. 
- Eso suena increíble.
- Si… me ayuda bastante (sonrió).
Yo le devolví el gesto con una tímida sonrisa. 
-Ahora sujétate, iremos lo más veloz que podamos. 
- De acuerdo.
Rápidamente el veloz animal, comenzó a correr a toda velocidad, por un instante me asuste, pero luego ya no...
Sin darme cuenta rodee mis manos sobre su cintura, el no me miro simplemente siguió cabalgando

"El Reino Perdido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora