"El Reino Perdido"

"Capitulo: 25"

Saray abrió los ojos con dificultad, tenía un fuerte dolor de cabeza, miro a su alrededor no sabía dónde estaba, en frente suyo había una muchacha que le era conocida besaba los labios de un joven que no lograba verle el rostro.
- Has despertado… querida princesa… (Dijo una extraña mujer entrando a la habitación).
- ¿Dónde me encuentro? (Susurro Saray, llevando sus manos a su cabeza, cielos le dolía demasiado).
- Te encuentras en un pequeño pueblo, cerca del reino Lidian. (Comento la mujer examinándola).
- ¿Reino Lidian?... no comprendo… ¿Qué fue lo que me sucedió?, es que… no puedo recordarlo… (Dijo con el ceño fruncido).
- Lo que te ocurrió fue que, te desmayaste, un dragón intento absorber tus poderes, estuviste dormida los últimos tres meses… 
- ¿tres meses?... (Dijo ella demasiada sobresaltada).
- Así es… pero lo importante es que, te despertaste..
- ¿Cómo llegue aquí?...
- Ah eso, te trago ese apuesto muchacho y su novia. (Sonrío la mujer).
- ¿Novia? (Pregunto confundida).
- Si… de nombre Adelaida, puede ser, esa joven es encantadora, se nota que se aman demasiado… (sonrió entre dientes).
- ¿Se aman?... (Pregunto Saray a punto de estallar en lágrimas).
Fue cuando su vista se hizo más visible era Federico besando los labios de Adelaida, ¿Qué había sucedido?, no era que ellos se amaban, Saray no dejaba de mirarlos con los ojos llenos de lagrimas y con el corazón latiendo como una bomba que quería saltar de su pecho, el había jugado con sus sentimientos, el la había usado, ¿le había mentido?, ¿Por qué la estaba besando a ella?, que se había dado por vencido en estos tres meses, acaso… ¿no la amaba lo suficiente?.
Miles de preguntas invadían su mente, sin ninguna respuesta, Federico noto que Saray lo estaba mirando con los ojos llenos de lagrimas, se separo rápidamente de Adelaida y entro a la habitación.
- Saray… (dijo ¿lleno de alegría?, acariciando cabello).
- ¿Saray?, ¿eso es todo lo que dirás?, ¿Saray? (Dijo ella con demasiado asco).
- ¿Qué te sucede?
- ¿Qué me sucede?, pregúntatelo tu mismo. (Dijo furiosa).
- Saray… eso que viste no es lo que crees, ella me beso ¿sí?, yo te amo a ti, no hay persona en el mundo que no ame que no seas vos. (Termino de decir).
- Déjame tranquila Federico… necesito pensar… ordenar mis pensamientos… déjame… (susurro ella).
Federico se marcho rápidamente dejándola completamente sola.
Saray no dejaba de derramar lagrimas, ¿acaso seria verdad lo que él le decía?, como sabia que después de ver eso él decía la verdad, no estaba segura…
Rápidamente Saray comenzó a quedarse sin aire, respiraba con dificultad en un momento cerró los ojos y abrió la boca una extraña y resplandeciente luz salió de su boca, ella volvió abrir los ojos nuevamente y respiro con dificultad, aquella luz comenzó a rodearla, evitando que ella no pueda ver absolutamente nada, en la luz apareció la imagen de su tía Tiana de cómo se había suicidado, luego apareció la imagen de cómo su reino había sido destruido por los guerreros de fuego y como sus padres habían muerto, también pudo observar a sus dos hermanas que se encontraban con un rey que no reconocía, las dos lucían elegantes.
La luz termino de desaparecer emitiendo una gran explosión en la habitación, Saray cerró los ojos y emitió un agudo grito.