"Capitulo: 13"

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“Narra Saray”
- Entonces… (susurre demasiada impactada).
- Tú eres… uno de los cinco elementos de plata… (Dijo asombrado).
Yo asentí rápidamente con la cabeza, sin poder creerlo.
Toque suavemente aquella marca que se había “tatuado” en mi hombro, al tocarla note como resplandecía.
- ¿Ahora qué hare? (Dije con demasiado miedo). 
- Tranquila… Saray, todo estará bien… (susurro Federico, abrazándome tiernamente). 

El la miro directamente a los ojos, se encontraban a una distancia relativamente cerca, Ella tenía la sensación de que él podía ver en las profundidades de su alma.
Le acaricio dulcemente su mejilla izquierda, ahora sus fuertes manos se posaron en su delicada cintura, ella sintió un cosquilleo por dentro, suave e insistente, sentía como su corazón quería salir de su pecho, estaba experimentando cosas que jamás había sentido en toda su vida. El se fue acercando cada vez más, ningún dijo palabra alguna, ella cerró los ojos delicadamente, cuando en un instante sus labios se unieron, formando un inesperado pero al mismo tiempo esperado “beso”, que los dos habían estado esperando durante mucho tiempo, aunque lo negaran ellos se estaban enamorando…
Al separarse por falta de aire, Saray lo miro fijamente a los ojos con una deslumbrante y perfecta sonrisa, Federico hizo lo mismo.
- ¿Qué fue eso? (Pregunto Saray, sonriendo).
- Pues….yo…no sé qué decir… lo que sucedió fue que… 
El iba hablar pero fue interrumpido, porque rápidamente Saray hizo nuevamente contacto con sus labios, formando otro “inesperado” beso.
Al separarse Federico iba a decir algo, pero Saray lo cayo con su dedo índice.
- Continuemos… (Dijo con una expresión divertida).
- ¿Oye que fue eso? (Pregunto con una sonrisa de oreja a oreja).
- Pues nada… (Respondió segura de sus palabras).
- ¿Nada?, ¿Enserio?, ¿Eso para ti no significo nada? (Pregunto demasiado molesto).
- ¿Para ti significo algo? (Pregunto Saray, demasiada asombrada).
- Pues claro que si, y no me mires con esa cara de incredibilidad (Dijo aun más molesto).
Saray no pudo reprimir una carcajada.
- ¿Te parece gracioso? (Pregunto aun más molesto).
- ¿Esto te parece gracioso…? (Dijo el tomándola desprevenidamente de la mano y acercándola a su cuerpo, ella no entendió aquel agarre pero lo único que sintió, fueron los labios de Federico unidos a los suyos, ella los cerro nuevamente y sintió una avalancha de emociones).
Al superarse Saray lo quedo mirando sin entender absolutamente nada.
- Podemos irnos… (Dijo Federico)
- Oye… espera un momento…
- ¿Qué ocurre?
- No te hagas el inútil, ¿Por qué acabas de besarme, otra vez?. (Pregunto confundida).
- Porque tú lo hiciste. ( Dijo con una sonrisa de ironía)
- Ya sé lo que intentas, y no te va a funcionar, ¿estás jugando con mis sentimientos, verdad? (Dijo ella demasiada molesta) 
A Federico se le formo un nudo en el estomago, el no estaba jugando con sus sentimientos él, la amaba pero no quería decírselo todavía. 
-¿Cómo crees que yo jugaría con tus sentimientos? (Dijo él, mirándola fijamente a los ojos).
- Entonces… ¿Por qué me besaste? 
- Porque estoy enamorado de ti, maldita sea, no puedo negarlo, desde el primer momento en que te vi sentí un cosquilleo que recorrió rápidamente todo mi cuerpo.
Ella quedo completamente impactada, al saber que él la amaba, había acabo de aguijonear su curiosidad por completo, ahora ella lo sabía, ambos sentían lo mismo…
- Pues yo…también siento lo mismo por ti. (Susurro Saray).
Federico vio en sus ojos claros la luz del entendimiento. 
- ¿Enserio lo dices? (Sonrío como un niño pequeño).
Ella asintió. 
-Pues eso es maravilloso… (susurro triunfante

"El Reino Perdido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora