"El Reino Perdido"

"Capitulo: 1"

"Narra Saray"
Nunca creí que llegaría a esto, siempre pensé que no había nacido con un “propósito” en mi vida…
Siempre era lo mismo, obligaciones, “modales”, “expectativas”.
Quería algo diferente en mi aburrida vida, todos los días se repetía la misma historia, parecía que nunca dábamos vuelta la página, agradezco ser la menor, porque Hydra mi hermana mayor, tiene muchas más obligaciones que yo pues ella será “la futura reina”. 
Yo era muy distintos a todos ellos, sentía que no encajaba en mi familia, siempre me despreciaban de alguna forma, no se preocupaban por mí, siempre estuvieron pendientes de mis dos hermanas mayores. ¿Por qué será?, ¿Por qué solo soy distintas a ellas?, la verdad no lose, siempre tuve esa duda en mi mente. Después de todo yo era “Una princesa”, como odiaba serlo, no podía hacer nada, quería ser normal, aunque no me molesta tener poderes, pero nunca me dejan usarlos, solo en caso de “emergencia”. Mi tía es mi instructora, ella tiene el mismo don que yo: el control de las plantas, ella es muy divertida es como mi madre, siempre está pendiente de mi, por eso es que le tengo tanto afecto. Hoy es el día “Del Gran Baile”, vendrá reyes, príncipes y princesas de otros reinos, con solo pensarlo me daba asco, no me gustaban los “bailes” y mucho menos con personas que ni conozco, tenes que pararte ahí como una tonta, saludando a todo el mundo y teniendo una hipócrita sonrisa, sin mencionar los horribles vestidos que me obligan a usar, ajustados no me dejan ni respirar, ni falta mencionar los zapatos. 
(…)
Me encontraba leyendo un libro, amaba leer era lo único que me sacaba de la “aburrida realidad” por un rato. Desde los seis años que leía, me acuerdo que apenas llegaba, me encerraba en mi habitación y me devoraba un libro tras otro, mis hermanas solo se probaban lindos vestidos. 
…
-“Toc-Toc” 
Escuche la puerta, me pare rápidamente la decidí abrir.
- ¿Quién es? (Pregunte impaciente).
- ¿Quién crees que va hacer? (Sonrío) 
- Diga la contraseña… (Reí intensamente).
- Déjame entras jovencita, o estarás castigada. (Digo entre risas). 
Abrí la puerta, y la abrace tiernamente.
- “TIA”, hola… ¿Cómo estás? (Sonreí al verla).
- Muy bien, ¿y vos hermosa? (Sonrío).
- Pues ya sabes… (Rodé los ojos). 
- Bueno, bueno no quiero esa carita, porque te tienes que preparar para el gran baile.
- No.. Ni pienso ir… (Dije segura de mis palabras). 
- ¿Cómo que no piensas ir? 
- No… es muy aburrido, además me tengo que poner un horrible vestido, que ya me lo probé, no puedo ni respirar.
- Ah... Pero este baile va hacer diferente… (Sonrío).
- ¿Por qué lo dices?
- Porque yo te trague una sorpresa.
- ¿Enserio? (Salte impaciente). 
- Pues claro… mira!
(Digo mostrándome una gran caja).
- Gracias tía, no debiste. (La abrace). 
- Mira… espero que te lo pongas. (Respondió sacando de la caja un hermoso vestido color pastel.
- “HAY ME ENCANTA”, “ME ENCANTA”, “MUCHAS GRACIAS”, ES HERMOSO. (Dije saltando de alegría).
- Por nada hermosa, ahora prepárate que el baile es en unas horas.
- Claro… (Sonreí)