"Capitulo: 18"

28 2 0
                                    

“Narra Saray”
No pude dormir en toda la noche, tenía demasiado miedo, escuche que alguien entro, me estremecí por un segundo, pude notar que era un guardia, quien habría rápidamente la reja, me obligo a levantarme y me saco de la celda bruscamente. 
Nos dirigimos hacia una extraña habitación, al entrar en allá pude observar que había varias mujeres sonriéndome, no entendía absolutamente nada.
- Aquí está la preciosa novia.
Dijo una de ellas acercándose hacia mí.
El guardia se retiró de la habitación, colocándose en la puerta.
- Ven aquí preciosa, te haremos lucir como una verdadera novia. (Sonrió una de ellas).

(…)
Escuche las campanas de la iglesia, ya era la hora, no podía hacer absolutamente nada, tenía que ser obediente o habría consecuencias, me observe en el espejo y unas pequeñas lagrimas se desvanecieron de mis ojos, las seque rápidamente.
Me dirigí afuera, unos cinco guardias me rodeaban armados con sus espadas, me subí al carruaje montado con dos hermosos caballos blancos.
En mi mente solo pensaba en Federico, donde estará, como estará, con solo pensarlo se me acelera el corazón. 
Llegamos rápidamente a la iglesia, que era enorme y extremadamente hermosa, me baje rápidamente y los guardias me siguieron, se abrieron las inmensas puertas de madera, comencé a caminar lentamente, toda la gente del reino se encontraba, mirándome fijamente, seguramente pensaban que era el día más feliz de mi vida, pero al contrario era mi peor pesadilla.
Cambie mi vista y mire fijamente a Arturo, quien no dejaba de mirarme con una maliciosa sonrisa en su rostro. Llegue junto a él y me tomo rápidamente de las manos, juro que en este momento quería escupirle la cara.
El pastor comenzó a hablar, y sinceramente no escuchaba nada de lo que decía, pensaba en como huir, tenía que a ver alguna forma de escapar, entonces recordé que mis poderes no son inmunes aquí, una reluciente sonrisa se formó en mi rostro.
Rápidamente cerré mis ojos y comencé a susurras palabras que yo solo comprendía, un fuerte viento comenzó a soplar alrededor mío, provocando que me eleve por los aires, toda la multitud huyo rápidamente, Arturo quedo completamente perplejo, el formo una extraña fuerza con sus manos haciendo que yo caiga vencida en el suelo, sentí como una espada me rozo el cuello.
- TU SERAS MI ESPOSA, QUIERAS O NO. (Me grito degeneradamente)
Antes de que actué, provoque con mis manos un gran temblor, de las ventanas salieron gigantescas criaturas con formas similares a las de los árboles, estas comenzaron atacar a Arturo, rápidamente los soldados se unieron en la batalla, yo logre alejar aquella espada que rozaba mi cuello, corrí lo más rápido que pude, quería encontrar a Federico…

"El Reino Perdido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora