Problemas (Parte Uno)

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- ¿Como? - musito matute, sin poder creer lo que sus oídos estaban escuchando y luego exclamo - ¡Me tenes que estar jodiendo!

- No, matu. - le confirmo flor con pesar y prosiguió - Según la gente de seguridad del predio, encontraron la puerta totalmente destruida y uno de esas cajas forzadas...como si mas de una persona la hubiera abierto a la fuerza.

- ¿Hubo algún avance en la investigación? - le interrogo el abogado, sintiendo como la rabia corría por sus venas, ¿Quién había sido el hijo de puta que se atrevido a tanto? 

- Nada por ahora. - le respondió flor, sintiendo como sus lagrimas corrían por sus mejillas y le aseguro - Pero te juro, matute. Por mis haditas y por la memoria del freezer. ¡Que esto no va a quedar así! Así tenga que vivir en la comisaria para que haya algo de justicia.

Matute la conocía lo suficiente como para saber que ella era seria capaz hasta de vivir allí si hiciera falta. Sin embargo, ella tenia una familia y debía hacerse cargo de ella. En un principio, le había sorprendido la relacion del conde y flor. No obstante, con el tiempo lo había ido asimilando. Y, en parte, le alegraba saber que ella había encontrado el amor después de haber sufrido tanto. El se haría cargo de que esos HDP pagaran por lo que habían hecho. Viajaría a la Argentina y buscaría por cielo y tierra a esos sátrapas. 

- No hará falta que hagas eso, flor. - le comento y le aviso - Yo mismo me encargare de que esos forros paguen. Eso si, ¿Me dejarías hacerlo en representación de los hermanos? Si es que ellos están de acuerdo, claro.

- ¿Cómo tenes el tupe de preguntarme eso, matute? Por supuesto que tenes el apoyo mío y de los demás para que lo hagas. - le dio autorización y añadió, algo insegura - ¿Estas seguro de que no hace falta que yo haga nada?

- No, flor. Además, me imagino que estarás bastante ocupada con los trillis ahora que están algo grandes. - le dijo el con una risa.

- Siii, ¡Son unos divinos! ¡No sabes! Margarita esta re grande y fede, andrés y su padre no paran de espantarle a los novios. - le conto flor con una sonrisa.

- Me alegro, flor. - le dijo matute con una sonrisa en los labios. El solía hablarse con frecuencia con los hijos de flor, sobretodo con federico. Pues tenia un temperamento bastante parecido al alemán. Sonrió una vez mas con nostalgia y le comento - Bueno, voy preparando todo para hacer los preparativos para volver al país. Cualquier cosa, llámame al celu. Si es que no lo has roto...otra vez.

- Se que esto te va a sorprender pero, ¡Este celu me ha durado mas de una semana! ¿Podes creer? - le pregunto y se despidió mientras escuchaba la risa del abogado -  Por supuesto, te avisare. ¡Nos vemos, tute!

- Chau, flor. - se despidió matute para luego mirar una foto, que se encontraba justo en su escritorio y en la cual aparecían el y fede. - Prometo que encontrare a los hijos de puta que hicieron esto, alemán. Lo juro por tu memoria que lo hare.

Al día siguiente, en Adrogue...

Fede se despertó, algo confundido. Pues sentía que había dormido durante mucho tiempo y eso no le gustaba. Malhumorado, se levanto y se dirigió al baño. Luego de un rato, salió de este y se encontró en la cocina a diana, quien se encontraba haciendo el desayuno: mate y tostadas con mermelada. Frunció el ceño al ver el mate, pero no objeto nada al respecto. Después de todo, era su cocina.  

- Buenos días.- se limito a saludar educadamente mientras se sentaba a un lado de ella, la chica le devolvió el saludo a la vez que soltaba un bostezo - Buenos días, fredich. ¿Qué queres para desayunar? ¿Mate, café, mate cosido, chocolatada? 

- Lo que vos quieras. - le contesto fede, cauto y luego vio lo que parecía ser ¿Una tele? ¿Plana?

- Dale, decime. - le insto la chica con amabilidad mientras se levantaba y dejaba su tostada a medias - No tengo drama en hacerlo.

Si no fuera FlorenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora