Capítulo 10 : Camino parte I

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Avanzaron sin detenerse por el terreno áspero y rocoso, subían por cada raíz que se les interponía en el camino y perdían la noción del tiempo que transcurría desde que salieron de la nave

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Avanzaron sin detenerse por el terreno áspero y rocoso, subían por cada raíz que se les interponía en el camino y perdían la noción del tiempo que transcurría desde que salieron de la nave. El viento aumentaba a medida que subían y Bill temía que la tormenta los alcanzara, porque se acordaba de las condiciones meteorológicas que vio antes de salir y que no auguraban nada bueno. Sabía que de ser así las posibilidades de encontrar a Lori serían escasa y probablemente moriría en la superficie antes de llegar a ella.

—¿Crees que estemos cerca? —dijo molesto—. Se avecina una tormenta.

—No falta mucho. Y no te preocupes, la tormenta no nos alcanzará, estamos a salvo.

Seguía sin confiar aunque lo intentaba, pero venían a su mente una y otra vez las imágenes de su primer encuentro. La odiaba a ratos, y luego la compadecía por no tener culpa del propósito por el que fue creada. Su instinto de supervivencia dudaba, e ideas paranoides lo atormentaban como pensar que lo estaban guiando a una guarida para devorarlo. De todas formas continuó caminando, aunque la idea que los gases de la atmosferas afectaban su buen juicio parecía probable y pensaba que todas esas circunstancias eran producto de su mente agitada y cansada, no perdía la esperanza de despertar en algún momento.

En este tramo del recorrido, las raíces comenzaban a desaparecer y el bosque quedaba atrás, dando espacio a un terreno pedregoso que hacia un poco más fácil el viaje.

—¿Por qué te detienes? Pensé que querías buscar a tu amiga —dijo ella, extrañada por la repentina pausa.

—Solo es un descanso, este camino es demasiado largo y estoy exhausto. ¿Tienes idea de cuánto falta?

Ella no respondió y se sentó en una roca con la base plana, muy callada. Bill murmuró maldiciones sin que ella lograra oírlo porque pensaba que no tenía idea del camino que tomaban, aun así esperó que estuviera equivocado. La observó quieto y se dio cuenta que tocaba las raíces que sobresalían de la superficie, las aferraba a su mano y luego las soltaba, como un juego.

—Creo saber hacia donde debemos ir. El Origen sabe que estamos aquí.

—¿A qué te refieres con "El Origen"?

—Me ha dicho que sabe que estamos aquí, en la montaña. Me lo ha mostrado.

—¿El Origen? Como sabe que...

Le mostró la raíz en su brazo con tristeza y entendió lo que decía. Se dio cuenta que lograba comunicarse con aquello que moraba en el interior de la tierra, aunque no entendió y no quiso entender como lo hacía, estaba cansado.

—Para saber a dónde ir debí preguntarle, es la única manera de llegar sin que lo impida.

Se paró de golpe, abalanzándose sobre su cuerpo y la agarró por el cuello con violencia. Ella, a pesar de su actitud no hizo nada al respecto, cerró los ojos y permitió que desatara su furia. Bill tenía muy claro que estaba en desventaba frente a su fuerza, pero notó que su disposición había cambiado desde que que le ofreciera ayudarle y eso lo hizo sentir superior. Estaba a salvo por el momento y pensaba que tenía  la libertad de agredirla.

—¿Que sabe el Origen sobre mí? –gritó.

—Yo no le dije nada –dijo apenas, con las manos de Bill todavía en su cuello mientras abría aun más los ojos—. Solo necesito saber cómo llegar. Solo quise saber dónde está, para ayudarte, te lo prometí.

«Y si es capaz de controlar humanos, también estaré perdido» pensó. «Cuando llegue ahí deberé ser cuidadoso y sacarla lo más rápido posible».

La soltó porque pensó que el Origen podría defenderla. «Ella estaba comunicándose con él, en algún lugar de la montaña». Se calmó para seguir interrogándola, porque pudo ver en sus ojos que era cierto, que estaba dispuesta a ayudarlo.

—Esa cosa, el Origen como lo llamaste. ¿Sabe que voy también?

—Si lo sabe, pero no porque se lo haya dicho, sino porque él lo sabe todo. Sería difícil ocultarle algo, tiene ojos en todas partes, pero solo puede ver, no puede oírnos. No tiene un lenguaje oral porque no lo necesita, y aun si pudiera oír no entendería lo que dices, no es así como se comunica. Quizá por eso me creó, para que fuera sus oídos.

Esto último lo dijo como si acabara de descifrar información muy importante, aunque a Bill no le prestó mayor la atención. Se dio cuenta de una verdad que no le gustaba y pensó que tal vez él sacaría provecho de la situación.

Bill estaba muy pensativo después de que le contara sobre el Origen. Tuvo miedo pero no quiso demostrarlo, le había dicho que debían apurarse en encontrar a Lori y que lo ayudaría pero sentía que no era suficiente, así que decidieron ir más rápido; porque si el Origen sabía lo que planeaban y por donde irían, tal vez pondría obstáculos en el camino para que desistieran del viaje. También corrían el riesgo que esa criatura pensara en la falsa humana como una traidora, y decidiera atacarlos y acabar con ellos.

La chica le dijo a Bill que estaban cerca de la entrada, pero cuando por fin llegaron se dieron cuenta que había sido bloqueada con una gran raíz. Se miraron y pensaron que el Origen intentaba retrasarlos para absorber toda la energía que a Lori le quedaba.

Sacó el cuchillo que se había guardado en uno de sus bolsillos, e hizo un pequeño corte en una de las raíces que bloqueaba la entrada, haciendo que se retorciera y se azotara con brusquedad contra las rocas. Tanto se movió, que logró empujar a Bill y lo hizo caer cuesta abajo. El reaccionó a tiempo y se agarró de lo que pudo para frenarse con una sola mano, mientras dejaba caer sin querer el cuchillo que tenía en la otra. Entretanto, las raíces lo atrapaban y envolvían sus piernas. Él trató de escalar para alcanzar a la chica, pero estaba del otro lado de la raíz, y apenas podía verla.

Más raíces emergieron como tentáculos y los separaban al ponerse en medio de los dos, pero la chica al ser más ágil que Bill logró encaramarse en ellas mientras se retorcían. Su intención era llegar a su encuentro y salvarlo de un nuevo golpe para evitar que cayera otra vez.

Sintió en lo más profundo de su ser que debía salvarlo, y no solo porque el Origen lo necesitaba sino porque de él dependía su libertad, ya se había convencido de ello y había decidido cumplir su promesa hasta el final con tal de ser libre.

Una vez sobre la raíz, se acercó a Bill y logró darle la mano; la tomó con fuerza, aunque una de las raíces la envolvió por la cintura e intentó alejarla. La lanzó hacia atrás para golpearla contra una gran roca que se encontraba junto a la entrada sin que ella le soltara la mano al humano, eso provocó que se liberara y que ambos saltaran sobre el otro. Juntos cayeron mezclándose con la tierra y con el líquido amarillo y espeso que había quedado esparcido por el lugar.

Estaba claro que el objetivo del ataque no era matarlos sino retrasarlos, y tal vez hacerlos desistir de la idea, así que a Bill no le sorprendió el repentino asalto.

Lo que si lo sorprendió fue el entusiasmo con que la falsa chica decidió salvarlo, aunque no pensó que fuera con buenas y nobles intenciones, tal vez solo quería asegurar su supervivencia para salir del planeta. Bajo estas circunstancias temía sus verdaderas intenciones más de lo que le hubiera gustado. A pesar de eso, la percepción que tenía de ella iba cambiado con el paso del tiempo y al menos podía quedarse tranquilo que no intentaría matarlo hasta que llegaran donde Lori.

En cambio ella, tuvo miedo que el Origen tomara represalias en su contra por apoyar a Bill, también tuvo miedo que hubiese creado a mas copias y ya no la necesitara. Poco a poco empezaban a florar sentimientos humanos que le costaba comprender, implantados junto con su conciencia. Sentía que necesitaba seguir con vida para resolver todas estas dudas que se creaban con el paso de las horas. 

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