Lazos efímeros (editando)

Capítulo 6, confianza destrozada

__________ despertó antes que Tsukasa, parecía tan calmado e inofensivo dormido, pero odiaba que le mienta en la cara como si nada. Observó que tenía heridas en sus nudillos siempre, como si golpeara algo contundente.

Eran idénticas a cuando ella golpeaba el suelo rocoso, él no golpeaba el suelo, pero sí algo rocoso.

Tskusa aseguraba que eran producto de entrenar y cazar, pero ella sabía que no era así. Temía que su sospecha fuera cierta. Hoy sus mentiras finalizarían.
Él era superior con creces en fuerza bruta pero en cuanto agilidad y velocidad la fémina lo superaba por mucho. No le gustaba entrenar con él aunque era un digno oponente, el hecho de que sea muy fuerte la desesperaba porque se contenía para no dañarlo, no quería repetir el suceso donde le quebró dos costillas por accidente al perder el control. Era débil ante él y eso era una decepción para la peli_____.
La fémina estaba cansada de lo que le hacía, muchas veces se planteó si regresar fue lo mejor para ambos y reconsideraba el hecho de que terminar sería lo mejor aunque no lo quisiera. Pensar esa posibilidad la hacía sumirse en una gran tristeza, era lo único que le quedaba desde la petrificación, y no quería aferrarse, pero le era imposible. Shishio Tsukasa era su única familia, pero hasta ahora, su relación se basaba en puro sexo, ya no existia ese cariño y compresión que solía haber en el pasado.
En sus momentos a solas en aquella copa del árbol, su mente divagaba a cuando lo conoció, él tenía 13 años y ella 16. Trabajaba en una cafetería para simular ante su familia sus "otros trabajos", Tsukasa estaba en sus primeras giras como boxeador juvenil y el inglés no era su fuerte, mucho menos lo sería el español. Lo ayudó con su menú a pesar de no hablar muy bien japonés, parecía alguien bastante cordial, pero terminaron odiándose por azares del destino. Nunca imaginó que terminarían siendo pareja y sería una de las personas que amaría tanto. Un absurdo cliché en el cual fue muy feliz.

Lentamente salió de la cama sin hacer ruido y terminó de vestirse. Iba a comenzar su rutina sola y tendría que hacerlo antes de que él o Ukyo despierten si quería lograr su cometido, tenía el presentimiento de que el albino le ocultaba algo y era muy probable que estuviera relacionado con el 'Primate más fuerte de preparatoria' debido a que era su mano izquierda.
Ya lista, se adentró en el bosque a esperar que amaneciera. Una vez el sol comenzó a hacer acto de presencia, oía y observaba como la gente del 'Imperio del Poder' se levantaba. Sus sentidos eran agudos debido a su entrenamiento, solo debía concentrarse lo suficiente y que nadie la interrumpa, por lo tanto estaba oculta en un árbol a la vista de todos incluidos los pocos animales que había debido al invierno. Aún así, estaba armada en caso de estar en peligro y necesite protegerse de quien sea y lo que sea. Sus armas consisten de una daga y unas finas agujas de piedra medianas de la cual tenía un excelente manejo debido a su puntería de francotirador, quizás no eran letales, pero le permitían atacar a distancia evitando un combate cuerpo a cuerpo.
Su cuerpo en el pasado estaba muy débil y debió aprender a inmovilizar a la distancia sin que el enemigo notase que ya no poseía la misma capacidad de lucha cuerpo a cuerpo, estaba catalogada como experta en artes marciales, pero ya no rendía de la misma manera luego del accidente.
Su apodo la condenó a mantener un estatus, era conocida como 'El demonio que no puede ser vencido'. Luego de aquel atentado, perdió la vista de un ojo y la conmoción cerebral afectó gravemente a su cuerpo. Aún en esa deplorable condición, debía seguir siendo aquella persona a la cual no era posible vencer y aunque no era reconocida en Japón, nadie la lastimaría en el Imperio por su relación con el castaño.