Capítulo 13, 'Stone war'

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Es realmente incómodo mantener las muñecas atadas por tanto tiempo, pero es una forma de mantener al Imperio en "calma", principalmente a su amado líder

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Es realmente incómodo mantener las muñecas atadas por tanto tiempo, pero es una forma de mantener al Imperio en "calma", principalmente a su amado líder. Sin embargo, ambos sabían que eso no la detendría. Llevaba una semana en las celdas primitivas con dos guardias fuera, recibía la visita de una mujer la cual no conocía su nombre para ayudarla a que tomase un baño sin que escape, aunque parecía temerle. Por lo que había oído, Taiju quería visitarla, pero tal parecía que lo tenía prohibido y gracias a Yuzuriha había aceptado la orden del 'Primate más fuerte de preparatoria'.

Los recuerdos de aquella noche aún golpeaban su mente, creyó que luego de su encuentro con Hyoga revelándole toda la verdad, vendría tan rápido como podía, pero no lo hizo. Tsukasa tenía la esperanza que huyera hacía la aldea o que fuera una cruel mentira.

***

—Hola Shishio, parece que el imbécil de tu perro faldero ya te ha contado lo que hice.

Esta vez la peli_____ no fingía, mostraba su verdadero ser junto a su mirada amenazadora lo que solo provocó que Tsukasa sujetara con mucha más fuerza el pedazo de cuero. La mirada femenina era vacía, sin brillo y era notorio que estaba a la defensiva. Además de percibir peligro, supo que en algún momento antes de su llegada había llorado.

—¿Por qué, _________? —lentamente se acercó hasta la cama que compartían.

La fémina estaba sentada junto a una mirada que nunca había presenciado en ella. Parecía no tener vida, sabía que algo no estaba bien con ella cuando la despetrificó. Los estragos de una guerra parecía que la afectaron mucho más de lo que pensaba, aunque él sabía que estuvo en más de una: dos civiles -cuando no tenía la edad para estar en fuego cruzado- y una con otro país al poco tiempo de ingresar oficialmente.

—Déjame a mi preguntarte el por qué —se paró quedando frente a frente al hombre mirándolo fijamente a los ojos— ¿Por qué me mentiste desde mi despetrificación? Una mentira tras otra sin parar ¿Por qué?

La tensión entre ambos era mucha como la decepción.

—No ibas a estar de acuerdo con mi plan o ¿Si lo estarías? Te conozco bien, o eso es lo que creía. No me esperaba otra traición de tu parte y menos esta. Apoyas a mi enemigo.

—Tu plan no está mal, pero ¡¿Es necesario asesinar a personas inocentes?! Ya no te conozco, la persona de la cual me enamoré era amable, tierna y comprensiva, alguien que no haría esto, pero tú eres todo lo contrario... eres frío, distante y un asesino en serie y ¡¿Qué mierda es eso de otra traición?! ¡¿Cuándo te he traicionado yo?! —estaba enojada y su tono de voz inconscientemente comenzó a elevarse.

—Los adultos han tendido siempre a destrozar la sonrisa de los jóvenes como sus sueños ¿Qué sentido tiene revivir a los que son impuros de corazón? Lo que sucedió me permite que haga un paraíso inmaculado, donde no haya clases sociales ni adultos codiciosos tratando de menos a los jóvenes. Si es o no asesinato depende de cada uno, son sólo estatuas. No sufren. Sin embargo, yo sí ante esto —levantó aquel trozo de cuero—. Es tu segunda traición ante mi, aunque parece que olvidaste que me fuiste infiel con Ukyo —respondió con frialdad, tratando de mantenerse calmado.

Lazos efímeros (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora