Jungkook tiene una vida estable entre su trabajo y familia, no puede decir que todo es perfecto, pero tampoco tiene muchas quejas. Su máxima preocupación son los negocios y la vida que lleva su padre. Sin embargo, su estabilidad comienza a tambalear y su vida se torna infame de un día para otro, literalmente. Los deseos vuelven todo justificable. Los sentimientos borran las difuminadas líneas de la moralidad cuando, como un huracán, ese hombre llamado Taehyung le hace agitar hasta la marea más calma.