-¿Qué pasa?- pregunté con miedo.
-¿Te acordás de que yo te conté que salía con alguien?- Genial, ya sé a lo que venía esto. Sabía que en algún momento él y yo íbamos
a tener esta conversación.-Sí, pero si pensás que va a ser algo muy malo para mí va a ser mejor que no me lo cuentes.-
-Es que si no lo sabés por mí, te vas a enterar por otro y eso es lo que menos quiero.- asentí.
-Está bien, contame.- iba a hablar, hasta que la puerta sonó. Walter vino con nosotros y pegó un salto hasta sentarse en el sillón
al lado de mí.-Hey, ¿por qué tan feliz?- pregunté a mi hermano.-Ya vas a ver.- me guiñó un ojo y luego miró la cara de papá. -¿Y ustedes? ¿Por qué esa cara?- preguntó con el ceño fruncido
mirándonos a los dos. En realidad, yo no tenía cara de nada. Papá era el único que parecía haber tenido un corto mal día. Apenas
eran las once y media de la mañana y ya había problemas, o eso creo...-Qué bueno que viniste, hijo. Estaba por decirles algo.- sonrió esta vez. Papá estaba bipolar hoy.
-Sí, claro. ¿Qué es?- dijo Walle lo más despreocupado posible.
-Es sobre mí...- ¡Otra vez! Interrumpí a papá.
-Eso ya lo dijiste.-
-No terminé. Es sobre mí...y sobre Trisha.- ¿Trisha? ¿Qué es eso?
-¿Qué es Trisha, papá?- pregunté levantando una ceja. Walle reía como si hubiese contado un chiste.
-Mejor dicho...¿quién es Trisha?- No me digan que...- Trisha es mi novia.- sonrió. Miré a Walle, que no parecía haber escuchado nada
raro, diferente a mí, que tenía los ojos redondos como dos grandes platos.-¿No vas a decir nada?- le susurré a Walle para que papá no escuchara.
-No. Ya venía venir esto.- susrró también. ¿Y cómo no me lo dijo antes? Mal hermano.
-Tal vez no les guste la idea, pero...Trisha es una buena persona, ¿sí? No quiero que la tomen como una madrastra mala. Esto no
es el cuento de la Cenicienta, ¿está bien? Ya sé que no se compara con su mamá, pero es una persona especial para mí y es muy
buena. Les juro que no se van a arrepentir de conocerla.- papá parecía con ganas de convencernos, pero era sabido que yo no la
iba a aceptar. Como dije antes, tengo miedo de que reemplace a mamá, aunque ella es irremplazable. Yo no dije nada, y tampoco
pensaba decir algo, así que Walle fue el primero en hablar. Él nunca había sido celoso de papá como yo, sino que lo apoyaba en
todo lo que hacía. Somos tan distintos...-Te felicito, papá.- dijo. Algo que no me esperaba. Se levantó a saludarlo, así que no me quedó más opción que irme a mi habitación,
sin seguir escuchando lo que él decía. No estaba enojada, estaba triste.