Capitulo 11 *Maraton 3/5*

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*Narra ___Tn*

Desperté demasiado dormida. Estaba muy cansada, no sé si por las compras o porque Zayn ya me tenía cansada. Me bañé y me

cambié. (Oufitt en multimedia)

Hoy era lunes, por lo que no había nada de cenas, salidas o paseos familiares. Punto a favor. A menos que a papá se le ocurra

salir a algún lado ahora que la "nueva familia" está acá, pero no creo que acepte. ¿Por qué hay que cambiar sólo porque están ellos?

Mi vida en esta casa era cocinar, lavar, limpiar y todo lo que termine con "ar". Como dije antes, mi papá y mi hermano nunca hacían

nada de eso, así que espero que Trisha sepa hacerlo. Ya no quiero ser más sirvienta.

Vi bajar a mi papá de la mano con Trisha. Jamás iba a acostumbrarme a esto, pero iba a ser mejor que deje de mirarlos. Detrás de

ellos, bajaba Zayn con su hermanita a upa. Me miraban con cara rara, así que traté de ignorarlos y me fui a la cocina a comer algo.

-___Tn, Zayn, necesito que vayan a comprar algo urgente para comer, porque la verdad es que no hay nada.- Y sí, la heladera estaba

muy vacía, pero no quería ser yo la que vaya a comprar, y mucho menos con él.

-¿Puedo usar tu auto, mamá?- preguntó él.

-Clar...- mi papá interrumpió a Trisha.

-Llevá el mío, Zayn.- mi papá le tiró las llaves y él las agarró y se las metió en el bolsillo.

-¿Vamos?- dijo. ¿Pero qué les pasaba a todos hoy? Zayn me trataba bien, papá le prestó su auto a alguien (cosa que nunca hace)....

-No, no vamos. ¿Qué les pasa? ¿Acaso se unieron todos para tratarme bien?- no entendía nada.

-Hija, por favor. Sólo les estamos pidiendo a vos y a Zayn que vayan a hacer las compras mientras Trisha y yo preparamos las cosas

para cocinar. Hoy hay almuerzo familiar.- besó a Trisha en la mejilla y la abrazó por la cintura, haciendo que la mujer sonría. Genial,

ya no era un lunes de no hacer nada. Había planes. ¿Qué hago acá que no estoy con mis amigas de vacaciones?

-Está bien, pero sólo por un rato. Menos de un rato.- me corregí.

-Sí, ya, vamos.- dijo Zayn apurándome. Ni siquiera había tenido tiempo para mi desayuno.

Zayn subió al estupendo auto de papá. Al parecer le encantaba, porque fue muy cómodo en él. Creo que ninguno de los dos

sabía a dónde estábamos yendo, pero yo no tenía ganas de hablar con él, sólo porque no quería pelear. Zayn dobló en una

carretera medio rara, que parecía un campo o algo así. ¿Sabía lo que hacía' Si me perdía iba a ser su culpa. Y todavía tengo que

desayunar. Como no sabía a dónde iba, me digné a hablarle.

-Zayn, ¿a dónde estamos yendo?- lo miré.

-¿Te importa?- preguntó algo amargado. ¿Quién es para hablarme así?

-Sí, la verdad que sí me importa, porque no quiero perderme.- le contesté de mala manera, tal cual él hizo conmigo.

-Bueno, no vas a perderte.-

-Aún así quiero saber a dónde estamos yendo. ¿Vas a hacerme perder en algún bosque?- él rio.

-Si pudiera lo haría, pero luego van a preguntar por vos y no tengo a ningún culpable.- rodeé los ojos.

-Ya, dejá de decir estupideces y decime a dónde vamos.-

-¡Vamos a comprar! ¿Acaso no escuchaste a mi mamá?-

-¿Por qué tendría que hacerlo?- contesté. Él se quedó pensando un momento, pero no dijo nada más.

-¡Mierda!- gritó de repente. Lo miré algo exaltada y luego me di cuenta el volante del auto.

-¿Qué significa cuando la flecha marca la E?- él se agarró la cabeza con las manos y se golpeó contra el volante del auto.

-Significa que ya no hay más nafta.- ¡Ah, no! Eso sí que no. Venir a comprar con él y encima tener que quedarme más tiempo porque

se nos acabó la nafta...Tenía que ser broma.

-¿Cómo que no hay más nafta? ¡Esto es tu culpa por dar vueltas en lugar de ir a donde tendríamos que haber ido!- le grité y él se bajó

del auto.

-Creo que no es sólo la nafta.- dijo ignorando lo que yo le había dicho.

-¿Qué es?- pregunté.

-Creo que un caño del auto se rompió.- Genial...¿Algo más podía pasarme hoy?- Pero tranquilos, yo sé cómo se arregla.

-¿Entonces qué estás esperando?- me crucé de brazos.

-¡No me dejaste terminar! Sé cómo se arregla, pero no tengo herramientas para hacerlo.- Ay, no.

-¿Y ahora qué hacemos?- pregunté. Él suspiró y se rascó la cabeza, desacomodando su cabello.

-Esperar...-

Mi Hermanastro | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora