Colocó su mano en mi boca y llevó su dedo a sus labios, haciéndome señas de que me callara, pero yo corrí su mano.
-¿Te podés callar? Estamos en una escuela, por si no lo sabías.- susurró gritando.
-Y a mí no me importa, por si no lo sabías.- hice lo mismo.
-___Tn, vine a hablar bien, sin peleas.-
-¿Cómo querés que hablemos sin peleas si todo el tiempo estás provocándome?- me miró con una ceja levantada y lo fulminé con la marada. Sabía a lo que se refería.
-¿Provocándote en qué sentido?-
-Molestándome, así que no pienses otra cosa.- lo apunté con el dedo.- Ya tocó el timbre para volver, así que, si no te molesta, no quiero llegar tarde a clases.- lo corrí y fui caminando hasta el salón.
-¿Y cuándo vamos a poder hablar?- me siguió. Yo corría delante de él mucho más rápido.
-No sé de qué querés hablar.- dije sin darme vuelta. ¿Por qué el salón estaba tan lejos?
-Ya sabés de qué.- llegué al salón, que estaba con la puerta cerrada, y paré, viendo como Zayn hacía lo mismo y apoyaba su brazo en el marco de la puerta.
-Zayn, salí...- traté de sacarlo, pero no podía. De repente, el profesor abre la puerta y Zayn casi se cae.
-Señorita, ¿puede entrar al aula por favor? Y usted, muchacho, váyase. ¿Acaso no saben que en la escuela no se permite noviecitos?- ¡¿Qué?! Zayn se fue sin decir nada y luego, por obligación, tuve que entrar al aula.
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*Narra Zayn*
Lo que había hecho con ___Tn fue divertido. Amaba ver su cara cuando se enojaba. Tenía ganas de reír delante de ella cada vez que lo hacía. Salimos de la escuela al mediodía. No esperé a Safaa, sólo esperé a ___Tn, ya que mi hermana pequeña ya había salido y más que seguro mi mamá o Ryan ya la habían venido a buscar. ¿Por qué ___Tn tardaba tanto?
-Al fin llegás. ¿Por qué tardás tanto?- pregunté y ella me miró mal.
-Estaba despidiéndome de mis amigos.- entró en el auto, cerró la puerta fuertemente y luego me subí yo.-¿Sabés qué estaba pensando?- dijo con cara de que algo malo iba a decir.
-No, no sabía. ¿Qué estás pensando?- pregunté y empecé a arrancar.
-Que tendrías que enseñarme a manejar.- frené de golpe y la miré serio.
-Estás loca.- le dije negando con la cabeza.
-¡Vos estás loco! ¡Casi nos matás!- me gritó.
-No voy a enseñarte a manejar, claro que no.- arranqué nuevamente y ella se cruzó de brazos.
-No es justo.-
-¿Qué no es justo? No es justo para mí.-
-¿Qué no es justo?- preguntó.
-No es justo que yo te enseñe a manejar y que vos...no sé, rompas mi auto.-
-No voy a romper tu auto...Y si me enseñás a manejar, no voy a aprender con tu auto, le voy a pedir el suyo a papá.- dijo. Aún así no quería.
-De todas formas, no.- volví mi mirada hacia la carretera.
-¿Por qué?-
-Porque no tengo tiempo.-
-Te pago.- dijo con una sonrisa. Eso no estaba mal.
-¿Pagarme?- pregunté haciéndome el tonto.
-Sí, pagarte. ¿Cuánto querés?-
-No quiero plata.- dije mirándola con una sonrisa pícara.
-¿Entonces?- preguntó encogiéndose de hombros.
-Tenés que hacer todo lo que yo te diga.- dije.
-¿Todo?- preguntó con miedo.
-Sí.-