Sin remordimiento

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7:30 PM. Sala de los espejos.

En aquel momento Jamil se sentía inquieto... Esto era inesperado, la chica había permanecido distante por tres días. Escucho que había salido en la noche solo para tomar comida y volver a su habitación, es obvio que estaba evitando que se vean. Pero hoy, mediante una carta que su hermano trajo, le pide que se vean en la noche en un lugar que a esa hora no suele ser concurrido. Era perpizcas y sabia que era muy poco probable que lo haya citado para realizar su confesión amorosa. 

“Anisah” De inmediato la nombro en cuanto la vio salir del espejo de Scarabia. Se mostraba un poco apagada, le preocupo aquello. Sin embargo trato de mantener un semblante neutral.

“Realmente... tu ya lo sabias...” murmura “Bueno... eso explica porque tu te acercaste” Jamil miro extrañado a la chica sin comprender a que se refería.

“Mantenías el anonimato, ahora solo vienes y pides que nos veamos” Ella rio de forma incomoda, después de eso coloco sus manos detrás de la espalda mientras alzaba la mirada. “Algo sucedió ¿Verdad?, y eso no tiene que ver con el beso” Ella bufo molesta.

“No era algo que quería que pasara” divago ella “No era intencional, empiezo así para que no te lo tomes mal” La mirada de Jamil se mantuvo atenta “Sobre las cartas... Un amigo las llevaba y por error las ha estado dejando en tu casillero” Soltó la verdad como sin nada, sin delicadeza alguna.

Jamil se mostro desconcertado queriendo creer que había escuchado mal, pero no había forma de mal interpretarla, ella había sido muy clara.

“Nunca fueron para ti” repitió al ver que el chico no decía nada.

Jamil trato de no mostrar ningún cambio de expresión, pero dentro de él todo se derrumbaba, una oleada de sentimientos lo azotó de una manera muy cruel y las palabras resonaban en su cabeza sin parar.

“...¿Para quién?...” Apenas y logro preguntar sin perder la compostura.

La respuesta la sabia, solo había una persona a quien Anisah le sonrió de forma encantadora al inicio de clases.

“...” Se mostro claramente incomoda por la pregunta “Kalim” sus palabra fueron firmes, escucharla decir en voz alta solo hizo que se sintiera peor, otra vez era opacado por él. Otra cosa que añadir a su lista. Pensaba que las cosas iban a mejorar, y para él... Anisah fue quien logro aquello... “Siento que las cosas hayan acabado a-”

“Me gustas” Confeso Jamil de repente, sus ideas estaban nubladas. Las palabras salieron solas de su boca, una reacción inconsciente de su mente. Cuando se dio cuenta de lo que habia dicho ya habia sido muy tarde. La chica frente a él suspiro, no mostro ninguna señal de querer corresponder es mas se mostraba mas incomoda “...Me gustas, Anisah. Y no solo por las cartas” La voz de Jamil sonaba clara y no tenia ni un rasgo de arrepentimiento o dolor “Eres una chica maravillosa, valiente, talentosa, y amable. Incluso me arrepiento de haberme portado distante en el principio, estoy enamorado de ti” abrió una parte de sus sentimientos tratando de que la chica aunque sea lo considera. No quería que se alejara... anhelaba que sus sentimientos sean aceptados.

“...Realmente tu” Murmuro la chica “Perdón” Se disculpo en voz alta, y aquella disculpa se sintió como un golpe.

“¿Tengo alguna oportunidad?” Insistió con esperanza, esta vez su voz comenzaba a reflejar angustia.

“No” El orgullo y amor de Jamil estaban por el suelo, destrozado y dañado. “Eres un buen amigo, pero no estoy interesada... Es complicado de explicar” Eso ultimo sonó como una mala escusa “...Se que se siente” Su voz expresaba sinceridad “Pero en serio esto no va a funcionar” Eso sin duda había dolido un montón. El tono de una alarma proveniente del teléfono de la chica interrumpió el silencio que se había formado “...Por dios... Debo irme” estaba por alejarse pero Jamil sostuvo su mano, sabia que el momento que se alejen no habría marcha atrás y entre ellos se generaría distancia, la dulce relación de amistad se vendría a abajo.

«~Destinatario erroneo.~»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora