LILITH

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Lucy suspiró y se frotó las sienes, tenía media hora esperando la llegada de Lilith y ella no aparecía, Lucy odiaba la impuntualidad. Lilith entró minutos después, estaba agitada y dio un suspiro fuerte cuando se sentó. Lucy la miró con desaprobación.

--llegas tarde.

--lo sé, lo siento, pero, mi investigación resultó ser más interesante de lo que creí.

Lucy achinó los ojos y cruzó los brazos, realmente esperaba que su información respondiera todas las preguntas que la estaban carcomiendo.

--¿qué tienes que decir?

Lilith puso los ojos en blanco al escuchar su tono frío, el mundo no se iba a acabar solamente porque ella había llegado tarde.

--si te vas a poner de esa manera no te voy a decir nada.

--no digas tonterías, Lilith, hay dos tipos dementes que ponen en peligro la vida de mi hijo. Justamente ahora no estoy brincando de la felicidad. Si vas a hablar, hazlo ahora, si no, lárgate y deja de quitarme el tiempo.

Lilith sonrió, cuando Lucifer se ponía de esa manera, solo la hacía recordar cuando la conoció. Su carácter y su hermosa cara fue lo que la hizo enamorarse perdidamente de ella.

--relájate.

Ella se acomodó en su asiento y Lucy contó hasta mil, tratando de no perder la paciencia con ella.

--estuve hablando durante días con las brujas, ninguna estaba dispuesta a decirme nada... hasta que les dije que si cooperaban tu escogerías a una de ellas para ser la nueva maestra de tu hijo, ya sabes, tiene que aprender las artes oscuras.

--¿por qué les dijiste eso?

--fue de la única forma que cooperaron, si quieres algo debes motivar, no puedes llegar y solo pedir.

--claro que puedes y más si es algo para mí.

--entonces has algo al respecto.

--lo haré, iré a ver a tus brujas, pero no para escogerlas como maestras de mi hijo, si no para reprenderlas.

Ninguna bruja había sido capaz de pedir algo a cambio solo por servirle, es decir, algo más a cambio de la juventud eterna y poderes geniales. Ese era un caso grave del cual tenía que actuar.

--¿y bien?

--pues hubo de todo; muchas dijeron que el hijo de Satanás realmente no murió y que solo se refugió mientras curaba sus heridas y planeaba algo, de hecho, la mayoría estuvo de acuerdo con eso.

--¿pero?

--pero, una bruja joven, dijo que ella sabía la verdad. Dijo que no le importaba lo que tu tenías que darle, ella solo quería decir la verdad para que tú no tomaras venganza con ella.

Lucy trató de no poner los ojos en blanco, le daba igual lo que aquella mujer quería, solo quería que le dijera que estaba pasando.

--Lilith, te agradecería mucho si vas al punto.

--no tiene chiste ir solamente al punto, tienes que saber todo lo que sucedió, por si, ya sabes, te dan ganas de quemar brujas sepas cuales son quemables y cuáles no.

Ella se rió, como si hubiera dicho el mejor chiste del mundo, pero su risa se apagó cuando miró la cara seria de Lucy.

--bien, que amargada... esa chica tiene una gemela, ella hizo un hechizo de resurrección, ella revivió al hijo de Satanás

Lucy se puso recta en el trono y miró incrédula a Lilith, eso no tenía sentido, no podría haber pasado sin que Malak lo notara.

--ella y el chico son novios, desde mucho antes de que se metiera contigo, al morir, ella lo revivió.

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