CERBERO

219 29 0
                                    

Samael despertó temprano y se vistió, salió de la habitación y bajó. Pronto se fue al comedor y se encontró con sus padres. Él tomó asiento y su porción de comida. Tyler tomó de su bebida y miró a Lucy, estaba demasiado pensativa y no le extrañó, tenía motivos suficientes para estarlo. Samael levantó una ceja cuando los miró demasiado serios.

--¿qué sucede?

Lucy lo miró y se preguntó si sería decente decirle lo que había pasado anoche, y contarle lo que tenían que hacer hoy. Ella miró a Tyler y él asintió, estaba seguro de que Samael lo soportaría.

--nada, solo pensaba que hacer con el hijo de Satanás.

--¿sigue aquí?

Preguntó con un poco de entusiasmo, quería verlo a la cara y decirle unas cuantas cosas, por su culpa él había crecido lejos de su hogar y su madre.

--aaaa, espiritualmente.

Dice su madre mirando la mesa. Su ánimo decayó cuando entendió las palabras, el chico estaba muerto. Suspiró y metió comida a su boca.

--pero hoy, será un gran día, tenemos que deshacernos del cuerpo.

--eso no tiene nada grandioso.

Dice Samael un poco asqueado, no quería ver ningún cadáver, al menos no por ahora. Lucy asintió, entendía si él no quería ir.

--está bien si no quieres ir, no te voy a obligar.

Samael levantó una de sus cejas y sintió curiosidad, ¿a qué parte del infierno iría? ¿sería algo grandioso? ¿o solo iría a un rincón del infierno a dejar al chico?

--¿a dónde irás?

--con Cerbero.

Samael se emocionó cuando miró la cara de su padre; con horror. Eso solo quería decir que fuera lo que fuera Cerbero, iba a ser algo genial.

--quiero ir.

--¿estás seguro?

--ajá.

--bien, entonces, termina de comer y nos alistaremos para ir.

Samael asintió y comió lo más rápido que pudo. Lucy bajó al calabozo con Asmodeo detrás de ella. Lilith seguía ahí y la chica estaba sentada en una de las orillas de la celda. Lilith se puso de pie cuando la miró y la chica puso sus manos en los barrotes.

--Lucifer.

--Lilith, Satanás vendrá en un rato más, ya tiene una solución para su nieto.

Lucy sonrió divertida, fue genial molestarlo con eso, nunca olvidaría su cara. Lilith asintió y miró el cuerpo del chico.

--¿qué harás con él? -pregunta Lilith.

--ah, lo llevaremos con Cerbero.

--¿Cerbero? ¿aún conservas a ese animal?

--por supuesto, es mi mascota.

Lucy le indicó a Asmodeo que tomara el cuerpo y él obedeció. Salieron del castillo y Samael los siguió, intentando no ver el cuerpo de aquel chico. Nadie dijo nada y caminaron demasiado, por lugares que él no había visto, no al menos a simple vista. Samael entreabrió la boca cuando llegaron a una especie de muelle, había maderas que permitían llegar hasta una balsa. Lucy suspiró y pisó fuerte en la madera. Un tipo extraño que vestía de marrón se levantó de la barca y miró a Lucy, para después levantarse como si le hubieran puesto un resorte en el trasero.

--magestad.

--hola, Caronte, ¿cómo ha ido todo?

--bien, lúgubre y enfermo.

SamaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora