*Advertencia: contenido sexual*
Lucy tomó su desayuno con todo el entusiasmo del universo, los demonios se sintieron extraños con su increíble positivismo y no se animaron a preguntar por qué. Tyler estaba feliz con su humor y Samael, dudaba de que fuera algo sano. Pero no podía evitarlo, por primera vez en quince años, las cosas estaban saliendo como ella quería. Bajó al calabozo en compañía de Amon y abrió la celda de la chica. Amon la tomó de los brazos y la llevó arriba. La llevaron hasta la corte infernal, los demonios principales y Malak esperaban, al igual que los demonios del infierno. Tyler y Samael se encontraban en el segundo piso del lugar. Samael estaba recargado sobre el barandal y miraba todo con curiosidad. Lucy entró y todos los demonios se pusieron de pie, ella se sentó en el trono e hizo una seña para que los demás se sentaran. Belcebú se puso de pie y miró a los demonios.
--el día de hoy, hemos convocado a la corte infernal porque le daremos un juicio justo a un impostor. No solo ha traicionado la lealtad a nuestra reina, sino que ha engañado a nuestro ente de la muerte y ha puesto en peligro la vida del príncipe del infierno.
Terminó Belcebú y los murmuros se comenzaron a esparcir por toda la sala. Belcebú se aclaró la garganta y todos guardaron silencio.
--ahora, que pase la acusada.
Las puertas se abrieron y dos demonios guerreros llevaban a la joven bruja de los brazos. Los demonios comenzaron a abuchear y le lanzaron algunas cosas. Lucifer se puso de pie y extendió la mano a Malak, el cual, se puso de pie y la tomó sin ningún problema. Los demonios dejaron caer a la joven bruja y esta cayó de bruces sobre el suelo, en frente de Lucifer. Lucy la miró con pena y la chica levantó la mirada.
--joven bruja, hoy estamos reunidos aquí no para alabar tus logros en la hechicería, sino porque has atentado contra mí y mi primogénito. Además de que, le has faltado al respeto al ente de la muerte y has jugado con magia prohibida. Has traicionado a tu aquelarre al igual que a tu madre. Has traicionado al infierno entero.
Lucy guardó silencio y miró a la chica, tenía los ojos hinchados de tanto llorar y estaba sucia, se notaba que había pasado días en el calabozo.
--hoy, te enjuiciaremos como es debido y sobra de más decir que no se tendrá piedad.
Los demonios comenzaron a gritar y a darse golpes en el pecho, celebrando la caída del traidor. Samael miraba todo con asombro, todo ese mundo era increíble y ahora, era completamente suyo. Belcebú levantó las manos y todos los demonios guardaron silencio.
--ahora, nuestra reina y nuestro ente de la muerte darán un castigo para la traidora.
Belcebú terminó de hablar y regresó a su lugar. Lucy sonrió con arrogancia y miró a Malak, el cual solo miraba a la criatura que estaba en frente de ellos.
--te daré la primicia, Malak.
La chica cerró los ojos y sollozó. Malak miró a Lucy, bajó su capucha y acomodó su cabello castaño y, posó sus penetrantes ojos verdes en la chica.
--he escuchado que has perdido a el amor de tu vida y a su hijo, supongo que todo lo que quieres en estos momentos es morir.
--mátame ahora, por favor. -gimió la chica.
--este es mi castigo; vivirás eternamente, no hay peor vida que una vida sin amor.
La chica cerró los ojos y Lucy asintió satisfecha, vivir sin las personas que son importantes para ti, era horrible. Ella lo experimentó y fue la etapa más espantosa de toda su existencia.
--bien, ahora cerraré con broche de oro.
Lucy se puso de pie y miró a la chica, cruzándose de brazos, ella era buena para castigos, así que no tardó más de un minuto en saber que haría.
--querida mía, hace algunos años, tú me diste tu alma y devoción a cambio de dones especiales, hoy, has roto tu lazo conmigo, así que, tus dones te serán detenidos, no serás una bruja más, ahora solo serás un humano común y corriente.
La chica bajó su cabeza y sollozó. Los demonios aullaron por la decisión de su reina, pero Lucy levantó la mano y los hizo callar, aun no terminaba.
--te enviaré al purgatorio, donde cada vez que cierres los ojos, vivirás los últimos días una y otra vez por la eternidad.
La chica levantó la mirada y la miró con odio, a lo cual Lucy solo sonrió con cinismo, su tarea estaba más que hecha. Ella se sentó en el trono y Belcebú se puso de pie de inmediato.
--llévensela.
Dijo Belcebú, dando la orden final. Los demonios guerreros tomaron a la chica por los brazos y la sacaron de la corte infernal, llevándola a su nuevo destino.
--bien, nuestro juicio a terminado.
Belcebú levantó las manos y todos los demonios se pusieron de pie, saliendo de la corte infernal. Ella suspiró. Miró a su hijo bajar las escaleras y sonrió cuando los dos se acercaron.
--eso fue increíble, ¿algún día podré hacerlo?
Pregunta Samael y Lucy acaricia su mejilla, le gustaba que, por fin, Samael sintiera interés por todo, sus lazos se comenzaban a reforzar.
--claro que sí, aun tienes mucho que aprender, pero apuesto que lo harás rápido.
Samael sonrió feliz y satisfecho por la respuesta de su madre. Los tres regresaron al castillo y Lucy se fue por otro lado, ya que aún tenía cosas que hacer, para su mala suerte, no podía irse a dormir. Cuando el largo día terminó, subió hasta su habitación y buscó a Tyler, no se preocupó al no encontrarlo. Se fue directamente al baño y comenzó a llenar la tina, se quitó la ropa cuando la tina ya tenía el agua suficiente y entró en ella. Gimió cuando el agua hizo contacto con su piel y se sumergió en ella. Cerró los ojos durante unos segundos, pero los abrió cuando escuchó unos zapatos chocar con el piso. Ella abrió los ojos y miró a Tyler, recargado en el marco de la puerta, mirándola. Lucy estiró su mano y Tyler se acercó, poniéndose de cuclillas al lado de la tina.
--¿día largo? -le pregunta.
--solo un poco, ¿ya cenaron?
Tyler asintió y Lucy acarició su mejilla, Tyler tomó su mano y le besó los nudillos, para después dar leves caricias en ella.
--¿quieres que pida que te traigan la cena?
--no, quiero que te metas conmigo, en la tina.
Tyler se puso de pie y comenzó a desabotonarse la camisa ante la atenta mirada de Lucy, después de dos minutos, Tyler se encontraba totalmente desnudo frente a Lucy. Ella tomó su mano y Tyler entró a la tina. Lucy rápidamente se montó sobre él y comenzó a besarlo. Tyler puso sus manos en su cintura y disfrutó del acalorado beso. Lucy se separó y frotó su nariz con la de él.
--eres perfecto para mí, ahora quiero que me folles como si no hubiera un mañana.
Su delicada mano fue directamente a su miembro y Tyler gimió ante el tacto. Lucy sonrió cuando lo sintió crecer en su mano y cuando estuvo completamente duro, ella lo volvió a besar. Tyler bajó su mano de la cintura de Lucy y la metió entre sus piernas, acarició sus muslos y metió sus dedos entre sus pliegues. Lucy tembló cuando sintió los dedos de Tyler en su entrada y se separó de los labios de Tyler cuando Tyler comenzó a acariciar su centro. Ella gimió en sus labios y Tyler sonrió, alejó su mano y tomó su miembro, situándolo en su entrada. Lucy sonrió y se dejó caer lentamente, gimió cuando se sintió llena.
--muévete.
Lucy sonrió y comenzó a saltar sobre Tyler, él cerró los ojos y recargó la cabeza en el filo de la tina. El agua salía de esta en cada brinco de Lucy, hasta que la tina quedó un poco vacía. Tyler puso sus manos en sus pechos y comenzó a masajearlos. Lucy gimió y echó la cabeza hacia atrás. Lucy sintió la electricidad acumularse en su vientre y sonrió.
--estoy a punto.
Anunció ella y Tyler bajó su mano hasta su centro, donde la acarició, ayudándola a llegar al orgasmo. Lucy gimió con fuerza y apretó sus paredes internas, haciendo que Tyler se corriera. Lucy lo besó y siguió meciéndose sobre él.
--¿listo para la siguiente ronda?
--sabes que sí.
Lucy sonrió y lo volvió a besar, deseosa por todo lo que su amado estaba por brindarle.
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Samael
FantasyESTO ES UNA SEGUNDA PARTE Después de casi 15 años, Lucy regresa a la tierra dispuesta a proteger a su hijo. Samael se encuentra rodeado de una vida perfecta, hasta que su madre aparece en la puerta con una amenaza que el desconocía. Samael descubre...