BIENVENIDO A CASA

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Tyler regresó más tarde y se dio una ducha, Lucy leía un libro sobre pociones, pero no estaba poniendo atención, Samael había hecho las cosas demasiado bien. Tyler se puso la pijama y se acostó en la cama, estaba cansado, había sido un día largo. Miró a Lucy un poco distraída y le tocó la pierna, llamando su atención. Lucy cerró el libro y miró a Tyler.

--¿qué pasa cariño?

Lucy suspiró moviéndose en la cama, quedando frente a él. Tyler le sonrió y le acarició la mejilla, no la había visto en todo el día y realmente la había extrañado, sin embargo, sabía que ella y Samael tenían cosas que hacer.

--hoy cuando hicimos el ritual, Samael respondió demasiado bien, llegó a recuerdos que no creí que llegaría.

--eso está bien.

--sí, realmente está preparado.

Ambos unieron sus manos y Lucy jugó con sus dedos. Tyler sonrió y se acercó para besarla, cayendo en la cama. Samael despertó y se dio la vuelta en la cama, cerrando los ojos nuevamente, pero una risa bastante ruidosa lo despertó por completo, se vistió rápidamente y bajó. Lilith estaba ahí y su madre entraba al castillo.

--Lilith.

--¿ha servido la poción?

--sabes que sí, Lilith.

--sí, pero quería escuchar que lo dijeras.

Lucy puso los ojos en blanco y suspiró, no tenía tiempo para lidiar con ella ni con su humor. Lucy caminó hasta la puerta y Belcebú la siguió.

--tengo que salir, vuelvo en un rato.

Y se fue, Samael sonrió y se fue al comedor, tenía mucha hambre. Se sentó y tomó comida, levantó la vista cuando la chica rubia se sentó en frente de él. Ella sonrió y achinó un poco sus ojos.

--en verdad eres muy parecido a Lucifer.

Samael asintió y no pudo evitar el recuerdo que su madre le mostró ayer, y se preguntó si ella aun sentía algo por su madre.

--ammm, mi madre ayer me mostró algunas cosas.

--oh sí, de eso se trata, que empatices con ella.

--sí, pues lo logró.

Lilith sonrió, eso significaba que los planes de Lucifer iban bien, si su hijo seguía así, ambos lucharían y vencerían al Dios De La Destrucción.

--ella me mostró un recuerdo tuyo.

La sonrisa de Lilith se borró lentamente, sabía que Lucifer no sería capaz de contarle a alguien lo que hizo, al principio le tuvo un poco de rencor, pero después le tuvo empatía y se dio cuenta que lo que hizo no lo hizo con la intención de lastimarla, ella solo quería que su padre no la dejara en el olvido.

--sí, tu madre y yo tuvimos historia.

--¿aun la amas?

Lilith volvió a sonreír y recargó su barbilla en la palma de su mano, no importaba todo el tiempo que pasara, o que ella ya tuviera un hijo y un hombre al que amaba, ella siempre estaría enamorada de ella.

--sí, tu madre siempre será el amor de mi vida.

--pero te engañó.

--sí, pero ella se disculpó, a su manera, pero lo hizo.

--¿qué hizo?

--me dio una identidad, me mandó a la tierra y me hizo la madre de las brujas, Samael, ella me dio una vida, me alejó del aburrido destino que Dios tenía para mí y me dio uno más interesante. Si ella hubiese querido, me hubiera mandado al anteinfierno.

SamaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora