Lo que pudo ser 4/4

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Pov Makoto Naegi.

Hice una pequeña mueca, me sentía raro, con frío, pero también con calor, además de que sentía algo difícil de describir en mi entrepierna. Me moví un poco, abrazando con más fuerza mi almohada... ¿Desde cuándo tengo una almohada tan grande? Lentamente y con cansancio, comencé a abrir mis ojos, encontrándome con algo que no era una almohada, sino una blanca piel.

Parpadeé unas cuantas veces, ¿qué estaba...? Mi cara comenzó a tornarse roja, yo estaba abrazando a Tsumiki por la cintura, ella estaba desnuda y yo también, y por si fuese poco mi miembro estaba dentro de ella. Recuerdos de la noche anterior comenzaron a llenar mi cabeza, yo había...

Antes de que siquiera pudiera procesar todo, unos brazos me rodearon por detrás y pude sentir como alguien apoyaba su rostro en mi hombro. Al girarme, me encontré con el rostro durmiente de Mioda. Mi cara simplemente comenzó a arderme mucho más, al menos ya sé porque tengo esta mezcla de frío y calor, frío porque ninguna manta nos está cubriendo y calor porque ellas me lo están brindando.

Yo tuve... Dios... Decidí que lo mejor era no moverme en lo absoluto por ahora, no quiero despertar a ninguna. Definitivamente no puedo dejarlas para irme con Kyouko, no es que antes pensara en hacerlo, pero ahora definitivamente no puedo. No pude evitar comenzar a preocuparme un poco por lo que habíamos hecho, literalmente sólo llevamos un día de relación, por no agregar que conocí a Mioda ayer, ¡por no agregar que ella estaba un poco ebria cuando hicimos esto! Aunque yo tampoco estaba muy bien que digamos...

Me empecé a preocupar, ¿qué haría si Mioda piensa que me aproveché de ella? No creo que haya problemas con Tsumiki, ya que ella era la más sobria de los tres, pero... No pude pensar mucho acerca del tema, ya que escuché un quejido detrás de mí, al instante mi sangre se heló. Aquel cuerpo se pegó más a mi espalda y esos brazos se ajustaron más a mi estómago, giré disimuladamente la cabeza para ver si es que ella había despertado, encontrándome con unos rosados, aunque la expresión de Mioda era bastante adormilada.

—¿Makoto?

Ella parpadeó un par de veces, para luego mirarme de arriba abajo, luego se miró a ella misma y finalmente pareció espabilar un poco. Sus mejillas se coloraron un poco, pero sonrió, se me acercó y me dio un pequeño beso, abrazándome una vez más mientras se acurrucaba en mí.

—Buenos días —espetó ella.

—B-Buenos días, Mioda —respondí nerviosamente.

—Noooo —se quejó—. No llames a Ibuki por su apellido.

—B-Buenos días, Ibuki...

Ella rio, aun abrazándome. Al menos no parece enojada en lo absoluto, una cosa menos de la que preocuparme, aunque no puedo decir que estoy tranquilo de tenerla abrazándome mientras está desnuda. Me moví un poco tratando de separarme de Tsumiki, pero en cuanto lo hice, la dormida dejó escapar un pequeño gemido.

Ibuki me soltó, mirando por sobre mí, descubriendo la escena. Ambos nos miramos, pero ella empezó a sonreír, por alguna razón esa sonrisa no me inspiró ningún tipo de confianza. Más temprano que tarde me di cuenta que sí tenía motivos para desconfiar de la sonrisa de Ibuki, ya que ella apretó uno de los pechos de Tsumiki, para luego esconderse rápidamente detrás de mí. No hace falta decir que Tsumiki se despertó, cubriendo sus pechos con ambos brazos por puro susto.

—¡Makoto, ¿estás tocando a Mikan?! ¡¿Ibuki puede unirse también?!

Tsumiki me miraba con los ojos abiertos, mientras yo comenzaba a negar totalmente sonrojado, las palabras simplemente no salían de mi garganta. Ella bajó la mirada un poco, encontrándose con que mi miembro aún estaba dentro de ella, un rubor no tardó en aparecer en sus mejillas.

Necesito de ti (Naegiri) (Hinanami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora