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Pov Makoto Naegi.

El viaje en auto resultó realmente pesado para todos. Koichi pareció notar el malestar de Kyouko. Los ojos de mi novia estaban irritados, pero no pude verlos mucho, ya que ella mantuvo su mirada en la ventana todo el viaje. Ninguno abrió la boca en todo el viaje, cuando por fin llegamos a Kibougamine cada uno tomó su camino.

Lo admito, me sentí horrible por hacer llorar a Kyouko, incluso estaba preparado para disculparme, lo hubiera hecho de no ser porque Koichi me detuvo apenas bajamos del auto. Kyouko no me esperó, simplemente se fue caminado ignorando que yo me quede atrás.

—¿Qué ocurrió?

—Hice llorar a Kyouko.

—Sí, me di cuenta, pero, ¿qué paso?

—Enoshima nos dio dos condiciones para ayudarnos, pero como tardaban en decidir decidió agregar una tercera.

—Y esa tercera tenía que ver contigo...

—Sí...

—Ya me lo imaginaba... —confesó de manera amarga— Usar algo que quiere en su contra, eso es sucio... —prosiguió con sonrisa torcida para luego mirarme— ¿Pero por qué lloraba?

—Porque la regañe.

—¿No te habrás pasado?

—Tal vez... pero ella no puede simplemente acceder a las peticiones de Enoshima para evitar que ella me pida algo. Enoshima ni siquiera terminó de poner la tercera condición y Kyouko ya había aceptado. Es una gran detective, no puede...

—También es una chica normal, Naegi —me interrumpió—. Entiendo que te hayas molestado, pero lo hizo porque no quiere que te suceda nada.

—Lo sé...

—Ambos sabemos que Kyouko actúa fría, pero no es así por dentro. Si alguien amenaza con usarte, ella será la primera en detenerle. Y en tu caso es igual. Sé que te sentías molesto porque Enoshima te haya usado en contra de Kyouko, sé que te enojaba pensar que Munakata o cualquiera la regañaría por lo que hizo, por eso le dijiste a Munakata que se callara y te la llevaste, no querías que la regañaran por tu culpa.

No respondí, sólo bajé la cabeza, él había acertado en todo.

—Tal vez lo que hizo no fue lo más "profesional" como diría el tarado de Munakata, pero si fue lo mas "humano" en mi opinión. En lo personal, creo que deberías disculparte.

—Tal vez... tienes razón, quizás me pasé...

—Depende como lo mires. Oh, y no te preocupes por Munakata y Sakakura.

—¿Eh? ¿Preocuparme por qué?

—Después de que callaras a Munakata, Sakakura estaba listo para ir a arrancarte la cabeza, tuviste suerte de que estaba allí para detenerlo.

—G-Gracias —tragué saliva—. ¿Y qué les dijiste?

—Se pusieron a criticar la "profesionalidad" de Kyouko. Le dije a Munakata que cerrara la boca, porque si Enoshima hubiera usado a Chisa, él también habría accedido.

—¿Munakata y Chisa salen?

—Sí, pero aún no se lo han dicho a nadie. Ni siquiera a mí.

—¿Entonces cómo...?

Él me sonrió. Sin duda estaba frente al Observador Definitivo. Acto seguido me dio un golpe en la cabeza, yo lo miré sorprendido y confundido por eso.

—Eso es por hacerla llorar.

A pesar del golpe, él se mantenía sonriente. Yo me sobé la cabeza para luego mirarlo y sonreírle.

Necesito de ti (Naegiri) (Hinanami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora