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Pov Izuru Kamukura.

—Hajime Hinata.

—¿No quieres decir nada más, Hinata? —preguntó Chisa.

Negue con la cabeza. Chisa sonrió de manera incomoda, al parecer no le parecía común que mi presentación fuera simplemente decir el nombre que eligieron para mí. La profesora señalo mi lugar, tal y como se debía fui a ocuparlo.

—Bueno, chicos, tenemos un nuevo compañero con nosotros. Espero que todos ustedes puedan ponerlo al día y hacerlo sentir bienvenido —dijo felizmente la profesora Chisa.

Tal y como supuse que sería, la clase fue aburrida. El mes de espera había finalizado, el director logro hacerme parte de la clase setenta y siete, pero la condición que me fue impuesta fue la de usar el nombre de "Hajime Hinata". Mi mirada aburrida iba hacia el reloj arriba de la pizarra. Al pasar los minutos el timbre sonó, dando por finalizada la clase.

El gran alumnado comenzó a rodearme, sus expresiones eran amigables, queriendo probablemente iniciar una plática conmigo. Aunque eso no importo, una chica resalto entre los estudiantes, apartándolos uno a uno para llegar a mí. Cabellera corta de un color rosa pálido y ojos del mismo color, vestía con una sudadera verde y una blusa blanca abotonada.

Mis ojos fueron de manera inconsciente al broche que llevaba en su cabello, era de una nave espacial de galaga.

—Hinata. Eres tú, ¿verdad?

—Sí, ¿quién eres?

—¿Qué? Soy Nanami, ¿no me recuerdas?

Negue con la cabeza. Chiaki Nanami, la Gamer Definitiva. Makoto Naegi me había informado acerca de ella, una chica que conoció a Hajime Hinata. La mirada de ella era de sorpresa, como si no hubiera esperado una respuesta así. Antes de que ella pudiera volver a dirigirme la palabra, la puerta se abrió.

Todos voltearon hacia la puerta. Allí estaban, un pequeño castaño que miraba un poco temeroso desde la entrada y una chica con mirada inexpresiva a su lado.

—¡Naegi! —grito feliz una de las chicas abalanzándose para abrazarlo.

—H-Hola, Tsumiki, ¿cómo estás?

La chica a su lado hizo una mueca de molestia, agarro del brazo al pequeño castaño y lo jalo hacia ella, apartándolo de la pelinegra.

—Distancia, enfermera.

—L-Lo siento, Kirigiri, no pensé que te molestaría.

—Lo lamento, Tsumiki, ella es así —se disculpó Naegi.

Ante eso simplemente recibió un codazo de su acompañante.

—D-De todos modos, estamos buscando a Hinata y a Chiaki Nanami.

—¿A mí? —preguntó Nanami.

—Sí. Soy Makoto Naegi y ella es Kyouko Kirigiri. Necesitamos hablar contigo y Hinata a solas. ¿Puedes acompañarnos?

La mayor no opuso queja, simplemente asintió. Volteo a verme, seguramente esperando alguna respuesta, pero me mantuve indiferente, al igual que ella camine hacia los dos nuevos llegados, pero antes de que pudiéramos salir, alguien agarro de las manos al castaño y se arrodillo frente a él.

Eso extraño a la mayoría, en especial Naegi Makoto, el cual miraba confundido y nervioso aquella escena.

—Qué suerte poder volver a verte, Esperanza Definitiva.

El pequeño se estremeció un poco ante eso, se liberó del agarre del peliblanco y giro para mirar a la chica a su lado.

—¿Hacía falta que me pusieras ese título?

Necesito de ti (Naegiri) (Hinanami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora