Necesito de ti (Naegiri) (Hinanami)

25

Pov Izuru Kamukura.

No creí que fuera posible, pero me sentía cansado. Pasé toda la tarde con ese grupo de chicas, escuchando cada cosa que tenían para decirme y respondiendo todas sus preguntas. Al parecer el hecho de que cuatro chicas me rodearan logró llamar la atención, ya que poco después Souda y Tanaka trataron de llevarse a Sonia, pero la blonda se negaba a acabar su charla con nosotros.

Mioda alternaba entre la platica que nos daba Sonia y la comida. Owari al ver comida, se unió también al grupo, y con ella vino Nidai.

Tsumiki pareció incomoda gran parte del tiempo, sin saber siquiera donde mirar o qué decir. Opté por no molestarla, al notar que miraba con disimulo la comida me di cuenta que ella tenía pena de ir por algo de comer. Agarré unas brochetas de carne para mí, para Nanami y para Tsumiki. Saionji molestó un rato a Tsumiki con eso, diciendo cosas de que yo la alimentaba como si fuese un perro hambriento, simplemente lo negué y seguí escuchando a Sonia. Koizumi la regañó y el incidente fue dejado atrás.

Al final terminamos haciendo un gran circulo, así que me vi obligado a escuchar a todos y a hablar con gran parte de mis compañeros.

La única de la que no me separé en todo el rato, incluyendo después de salir del aula, fue Nanami. No sé por qué, lo normal sería que no pudiera apartarme de ella porque ella me sostendría, pero... esta vez fue al revés. No entiendo por qué lo hice, pero no me atreví a soltar la mano de Nanami en ningún momento, como si hubiera sentido que, entre toda esa gente, ella se perdería y no la volvería a ver, algo estúpido a decir verdad.

Probablemente Nanami habrá pensado que yo estaba nervioso, o tal vez pensó algo fuera de lugar, ya que sus mejillas estaban rojas y su pulso elevado, sí, tomé su pulso. ¿Y ahora dónde estaba?

Bueno, seguí con el mismo tipo de pensamiento. No la solté, y aquí estaba ella. Sentada en el sofá de mi apartamento viéndome con nerviosismo.

—Hinata... es algo tarde...

—¿Jugamos?

—¿Qué? Oh... hoy no hemos jugado solos, ¿cierto? Pero fue divertido jugar entre todos en la fiesta, ¿no?

—Supongo.

—¿Tú... quieres jugar?

"Querer" ese es un termino muy relativo. ¿Yo quiero jugar? Los videojuegos son aburridos, siempre gano, exceptuando las veces que la dejo ganar, ¿realmente quiero jugar? Nanami sonrió ante mi falta de respuesta.

—Los videojuegos no se tratan de ganar o perder, sino de divertirte mientras juegas, Hinata, y yo me divierto mucho cuando juego contigo, ¿y tú?

—Yo... me divierto... creo.

—Eso me... —bostezó— Me hace feliz... Juguemos... una...

Sus ojos se cerraban, ella estaba cansada. Golpeé levemente su cara, haciéndola espabilar. Ella no tendría que estar aquí, ¿por qué la traje aquí? En una situación normal, esto se vería como un chico tratando de pasar tiempo con la chica que le gusta, pero esta situación no es normal porque yo no soy "normal".

—Vamos, tienes que ir a tu departamento.

—¿Qué? ¿Por qué...?

—Estás cansada, debes dormir.

—No, no, no te preocupes, me he dormido parada en más de una ocasión, ¿recuerdas? Quiero quedarme a jugar contigo.

—La falta de sueño te hará mal...

—Pero... tú dijiste que querías jugar, y yo quiero jugar también... ¿Por qué no sólo...?

—Nanami, no.