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Pov Makoto Naegi.

Sábado.

A penas era medio día, el escenario ya estaba construido. Tuvimos suerte de que Jin le diera el visto bueno a nuestra fiesta, ya que si no lo hacía, probablemente habríamos tenido que cancelar varias cosas.

Gracias a que la plaza central era bastante grande, no debíamos preocuparnos por molestar a nadie. Prácticamente nadie notaria nuestra fiesta, aunque claro, poca gente pasaría por la noche, ya que los guardias tenían mejores lugares que cuidar y los estudiantes del curso de reserva se iban a sus casas una vez terminadas las clases.

Byakuya nos había dicho en donde debíamos poner las mesas y sillas, también él fue quien decidió en donde iría el escenario. Todo estaba ubicado en una parte del parque, sin muchos árboles, pero no muy alejado de los caminos pavimentados.

—¡Naegi, ¿estás seguro de que puedes levantarlo?! —me gritó Hinata, quien estaba al otro extremo de la larga mesa.

Asentí, aunque claramente se me hacía un poco difícil. Sin exagerar, en esa mesa entrarían sin problema veinte personas. Hinata y yo llevábamos esa extensa mesa, y detrás de nosotros, Oowada y Komaeda llevaban una exactamente igual.

—¡¿Por qué demonios tenemos que llevar estas cosas?! —se quejó Oowada.

—¡Porque en algún lugar debemos poner la comida de Hanamura! —gritó tranquilo Hinata en respuesta.

—¡¿Y cuánta comida piensa hacer?!

—¡Somos muchos, además, tenemos a Twogami y Owari, ellos comen mucho!

—¡¿"Twogami"?! —cuestioné yo.

—¡Sí, decidimos usar el apodo que le diste, ya que... Bueno, no tiene nombre y suena mejor que decirle "Mitarai dos"!

Decidí no indagar en el tema. Simplemente callé y seguí llevando la mesa con Hinata, hoy iba a hacer un día largo. Creo que estas mesas eran más que suficientes, pero eso no significa que nuestro trabajo terminara, aún debíamos llevar los asientos, los platillos de Hanamura, cubiertos, vasos, servilletas y cualquier otra cosa que faltase. Sin duda iba a ser un día largo para nosotros.

—¡¿Y por que hacemos esto sólo nosotros cinco?! —preguntó Kuwata molesto, quien llevaba varias sillas plegables.

—¡Porque los demás ya tienen sus tareas asignadas! ¡A nosotros nos tocó esto! —habló Hinata.

Todos suspiramos, creo que nos había tocado la peor de todas las tareas. Pero a pesar de eso, seguimos moviéndonos. Al menos el día era lindo, no había ninguna nube...

—¡Qué calor, me cago en la puta! —se quejó Oowada.

Oowada tenía un poco de razón, sí hacía algo de calor. De hecho, hacía mucho calor, yo ya estaba sudando, me tendría que dar una ducha después.

—¡¿Alguno sabe que fue lo que arregló Ishimaru con el director?! —pregunté.

—¡Le dijo que queríamos hacer una fiesta entre las dos clases! ¡Según él, lo más difícil fue convencer al director de que podíamos estar sin supervisión! —me respondió el motero.

—¡Espera, ¿no habrá nadie para cuidarnos?!

—¡Viejo, tienes diecisiete años! ¡Además, alcohol y profesores, no creo que sea buena idea!

—¡¿Koichi no tomaba alcohol en clase?! —cuestionó Kuwata.

—¡Sí, pero Koichi es Koichi! ¡Si vienen más profesores las cosas podrían ponerse raras! ¡Imagina que uno de nosotros se pasa de copas y termina vomitando!

Necesito de ti (Naegiri) (Hinanami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora