Capítulo 1

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—Hayley, date prisa —me dijo por quinta vez en la mañana Kailani, era el primer día de universidad y ya iba a llegar tarde —la próxima vez no te esperare.

—Relájate, Kailani —intente tranquilizarla pero no funcionó.

Kailani y yo éramos mejores amigas desde pequeñas, vivía a solo unas cuadras de mi casa, mis padres se pasaban la mayor parte del día en el hospital o atendiendo a quien lo necesitará, así que casi nos pasábamos todos los días juntas.

No negaba que me gustaba que ayudaran a todas las personas, pero recurrentemente me dejaban sola y comencé a "revelarme" desde pequeña.

Descalabré a Kailani en el kínder al lanzarle una piedra, que cruel lo sé, no intentaba golpearla realmente pero le di, mis padres me reprendieron y me obligaron a ver cómo curaban lo que yo había hecho, que bastante me ha servido, a mis 19 años se muchas cosas sobre operaciones, heridas y más cosas, tanto para trabajar en el hospital cerca de nuestro departamento, Katherine la mejor amiga de mamá, consiguió este trabajo para mi después del accidente. Nada difícil, mi abuelo es el dueño de este, pero suele pasar. Después de golpear a Kailani comencé a ir a su casa para compensar lo que había echo de alguna manera y, funcionó, desde entonces no nos hemos separado, siempre vamos en paquete.

Kailani y Katherine son unas de las pocas personas que conservó de mi antigua vida, que siempre me han apoyado y seguiré junto a ellas el resto de mi vida.

—Hayley no podemos llegar tarde, si tu abuelo se entera de esto, nos mata —gritó Kailani tomando el pomo de la puerta.

—Ojalá —intente decir en tono bajo, pero no funcionó, Kailani soltó el pomo de la puerta y me miro de mala manera— solo decía —alce las manos como si estuviese defendiéndome y haciéndome la victima. Mi abuelo era el rector y heredero de la universidad.

Salí junto a ella y nos dirigimos al auto, subí al lado del acompañante ya que no me encontraba en ánimos de conducir y Kailani lo entendió.

Mi vida se había convertido en algo totalmente difícil, me había costado muchísimo salir de la depresión, luego de casa de mis tíos, había tenido que lidiar con muchísimas cosas en tan poco tiempo. Agradecía a Morgan, la hermana menor de mi madre, siempre estar conmigo, apoyándome y riñéndome, no se que abría sido de mi vida sin ella. Madison también me había ayudado bastante, fue mi única salvación en casa de mis tíos mientras viví ahí, es la hija mayor de mis tíos, aunque casi no la veía porque estudiaba algo lejos, solo fines de semana y vacaciones. A Kailani nunca la dejaron visitarme, me odiaban y siempre sacaban algún pretexto para no dejarla pasar o que yo no saliera, aun así nada pudo separarnos y apenas cumplí la mayoría de edad me salí de ahí y mi mejor amiga se vino a vivir conmigo, comenzamos juntas la universidad y eso me daba esperanza y pintaba un poco mi vida.

Si de algo estaba segura era de que sólo cuatro personas me han amado en toda mi vida y con toda su vida, sin temor a equivocarme puedo decir que fueron mis padres, Morgan y Kailani... al menos hasta ahora.

Puse mi playlist en la radio y comenzó a sonar Staring, me recosté en el asiento y subí el volumen de la radio para escuchar la canción y relajarme al 100% mientras comenzaba otro año en la universidad, quizá este cambiara mi vida para siempre, no lo sabia.

Llevaba puesto un vaquero Mom Jean color azul, una blusa color negra, sobre ella una chamarra de piel del mismo color y mis botas Dr. martens de mujer del mismo tono, si, pensaran que soy una Dark, pero me gustaba vestir así, me hacía sentir cómoda y segura, sobre todo centraba la atención en mi personalidad y hacía que le gustara a pocas personas.

Me recline un poco más en el asiento del acompañante y disfrute la música, me puse unos lentes negros que venían en el maletero del auto y fingí que no había nadie a mi al rededor para comenzar a cantar.

Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora