—¡Hayley Fray! —gritó mi mejor amiga desde la otra habitación— no me convencerás de ir a esa maldita fiesta. Acabamos de entrar a la universidad, si llegamos tarde tu abuelo te mata.
—¿Crees que amenazandome con eso harás que cambie de opinión? —pregunté pintándome los labios rojo intenso. Estaba cansada de que siempre intentara evitar algo con eso, fallaba, si bien; respetaba a mi abuelo y lo quería mucho, pero... eso no evitaba que yo fuera quien fuera, que me divirtiera y saliera a donde quisiera.
Nada me lo impedía.
—No, tienes razón —dándose por vencida entro en mi habitación con el vestido color azul ajustado. Kailani era bellísima y no lo podías negar, era un poco más baja que yo y digamos que yo tenía una estatura promedio. Sus ojos azules eran bellísimos, tenía una pequeña cicatriz en forma de luna del lado izquierdo de la frente, esa fue mi culpa. Su rostro era perfecto, siempre se lo decía, el cabello negro azabache la hacía lucir muy bien, lo llevaba por debajo de la cintura, también gozaba de un cuerpo perfecto, practicábamos natación en algunas ocasiones y ella iba de vez en cuando al gimnasio, cuidaba su dieta, etc., me aburría todo eso, yo podría morir de intoxicación y sería feliz al saber que por lo menos fue al comer.
—¿Eso es un sí? —pregunté yo haciéndome la inocente.
—Sí, Hayley. Vamos.
Yo lancé un gritillo de festejo y me dirigí al closet para sacar mi outfit.
—Debes arreglar un poco tu habitación, querida —dijo Kailani saliendo de mi habitación.
—¿Que? ¿De que hablas? Esta perfecta —espete yo haciéndome la ofendida.
Me pare en la puerta de mi habitación y la observé. Okay, tenía que hacer algo con ella, Kailani tenía razón.
En mi librero no había ningún libro, estaban en la cama, en el puff color negro, mi escritorio y uno que otro sobre un montón de ropa, aun no terminaba de arreglarla bien, siempre me tomaba mi tiempo para todo. Luego lo arreglaría.
Tome un vestido negro de tirantes, estilo los 90's, lo amaba, todo el estilo de los 90's; era algo corto y lo combiné con unas botas Dr. martens del mismo color.
Soy consiente de lo bella que soy, no pretendo menospreciarme ante nadie, mis padres me enseñaron todo lo que valgo, lo maravillosa que soy, a ser totalmente independiente y jamás depender sentimentalmente de nadie, a que sola también puedo ser feliz, que luchará por lo que quería, a respetar desiciones ajenas, cuerpos ajenos y así lo hago... me enseñaron todo, menos a vivir sin ellos.
El vestido resaltaba todo mi cuerpo, soy consiente de todas las insinuaciones que traería consigo, pero era poco común recibirlas aquí, así que me tranquilice y sonreí ante mi imagen al espejo. Mis tatuajes ahora estaban visibles para todos, tenía varios en los brazos y por mis muslos resaltaban algunos pequeños, me gustaba como lucían los tatuajes en mi cuerpo. Con razón Alex no se pudo resistir a mi, al sonreír me dio un pequeño escalofrío y quise pensar en Alex y yo juntos, quizá éramos lo demasiado parecidos para iniciar una relación sin amor, pero no deseaba relacionarme con Alex sin amor, no podría soportarlo, era tonto ya que hace mucho tiempo que no cruzábamos palabra, pero Alex era como un imán, me atraía cada vez más a él y yo no lo podía evitar, por eso me daba tanto miedo estar cerca de él... porque podría caer ante Hoppe y no quería.
—¿Kailani? —pregunté tomando mi teléfono y saliendo de mi habitación— ¿estás lista?
—Para ti siempre —bromeó poniéndose sus botas Dr. martens negras.
—¿Debo preocuparme por tu mood? —pregunté yo con un poco de humor. Kailani hoy relucía más, había cierto brillo en sus ojos y para mí eso solo tenía una explicación: había alguien en la vida de ella, un chico que la estaba haciendo hasta ahora muy feliz.
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Mi inmortal
RomanceHayley y Alex han sufrido demasiado en su corta vida, sin embargo encontrarse en vidas pasadas no ha sido suficiente ni lo será. Por eso harán promesas y jurarán un «para siempre», pero así se darán cuenta que no es para todos y lo harán de la peor...