Capítulo 12

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—Eh... hola, cariño —le respondí al niño a mi lado.

—Soy Apolo. —me dijo y luego se me quedó mirando, como esperando algo. Espera algo, idiota.

—Ah... soy Hayley.

Apolo me sonrió tiernamente y no se porque me causo ternura, mucha. Dirigí mi mirada al chico de antes y esta llevo su libro hasta su rostro, como intentando ocultarse de algo... o alguien.

—Siempre te veo por aquí, también veo que siempre estás leyendo —me dijo el pequeño mientras miraba el libro entre mis manos.

—Oh, sí. —le dije sonriente mostrándole mi libro, Apolo asintió como si eso comprobara algo que él sabe y yo no— Seré escritora, ¿sabes?

—Lo intuía, ¿crees que algún día pueda leer lo que escribes? —me dijo Apolo muy animado y serio a la vez, que niño tan tierno.

—Nunca te había visto, ¿vienes muy seguido?

—Sí, casi todos los días.

—Y, ¿por qué no estás en clase hoy? —Pregunté yo, quizá un poco entrometida.

—Mamá tenía que salir muy temprano, y Dave se llevó al otro chófer sin hacerme caso, le rogué que me llevara a clases y como no lo hizo me moleste y me dirigí aquí. —explicó el niño frunciendo el ceño.

—Dave, ¿es tu padre?

—Mi padrastro, mamá dice que mi padre murió cuando yo era muy pequeño, no lo conocí.

—Entiendo... lo siento. Hay ocasiones en que cosas más fuertes que la distancia nos separa de quienes queremos. —dije yo en tono melancólico, no se si Apolo sería capaz de entenderme, pero el asintió.

—Como la muerte... ¿tú a quien perdiste? —cuando me miro sentí que estaba hablando con un adulto y no con un niño, de no haber sido por su rostro.

—A mis padres...

—La vida consiste en eso, ¿sabes? En perder a quienes queremos, se supone que debemos estar preparados para ello porque la vida es sólo un pasaje rápido, nos la pasamos yendo y viniendo que no nos damos cuenta de cómo se nos pasa la vida, en especial los adultos... no disfrutan de lo que tienen frente a ellos, siempre quieren más y más, se olvidan de muchas cosas... —me dijo en tono frío, tanto que me sorprendió y no dije una palabra, luego me volvió a ver y su mirada era cálida al igual que su sonrisa— Hayley, disfruta de los momentos, eso es lo que debes recordar y apreciar, porque vivimos de instantes, de los felices...

—¿Que edad tienes? —le solté de golpe y él sonrió de lado.

—La edad es solo un número —yo alce una ceja y él sonrió más— ¡que difícil eres!

—Me lo han dicho —alegue sonriendo.

—5... 5 años.

—¿Como sabes tanto de la vida?

—Leo, he leído muchísimo desde que aprendí a leer y a comprender varias cosas... Dave se la pasa gritándole a mamá, discuten siempre por mi culpa, Dave le dice: "¿No has pensado que es igual?" "Yo no pienso criar a un niño igual" "¿Segura que no está enfermo?" "Jamás me dijiste que vendrías con un hijo" "No lo quiero" "Sabe muchas cosas" "Un niño de su edad no sabe lo que él" "Debiste dejárselo a su padre", ahora se que ella tiene secretos, ella solo le responde: "Él no es igual" "A él no lo abandonaré por tu maldita culpa" "Déjalo en paz" "Es solo un niño" "¡Eres un idiota!" "Algún día nos iremos", etc. Estoy cansado de que sólo me juzguen por ser joven, por ser un niño piensan que soy idiota, se muchas cosas, observo cosas...

Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora