Usando toda mi fuerza golpee su frente con la mía, me maree un poco, pero la furia ya recorría mis venas.
—¡No vuelvas a tocarme! —le grite a Edmond. El chico solo nos miraba, no despegó sus ojos de mi, por primera vez me sentí vulnerable frente a alguien más que no fuera Alex. Sabía que aprovecharían esto, que me lastimarían.
Mire a Edmond y estaba aún atontado, le di una cachetada mientras le dirigía una mirada furiosa, él parecía un poco impactado. Las lágrimas corrían por mis mejillas, no quería perder a Alex. Salí hecha una furia del lugar, no sin antes dirigirle una mirada intimidante al chico que golpee, no recuerdo su estúpido nombre. Jaxon. Sí, ya lo recuerdo.
Subí a la camioneta y esperé un poco más a Alex, estuve dejándole muchas llamadas perdidas. Estaba desesperada, sentía que algo iba mal, pero no podía haberse enterado tan rápido, ¿y si algo le paso? ¡Ay Dios! No podía con tanto, necesitaba hablarle, necesitaba tenerlo cerca, saber que en esta nueva etapa seguiría conmigo. Sonaba el contestador, recuerdo el día que personalizamos nuestro contestador, era un día maravilloso.
•Somos Alex y Hayley (me dio un beso en los labios y se escucha, sonrió) ya sabes que hacer después del tono, estamos siendo demasiado felices para atender.• Un sentimiento de tristeza lleno mi corazón, no entiendo porque.
«Cariño, ¿que sucedió?», «¿por que no llegaste?», «te necesito», «¿puedes comunicarte conmigo?», «¿hay algo mal?», «debo decirte algo», «tenemos un tema pendiente», «no tengo idea qué pasa, pero gracias por avisar», «maldito egoísta», «eres un sangre sucia», «¿sabes que? Iré yo sola, a la mierda.»
Fue el último mensaje que le dejé, me dirigí al apartamento, no sin antes pasarme por su casa.
—Lo siento, no se encuentra Hayley. —me dijeron, sentí un hueco en el pecho. Quizá ya se había enterado, necesitaba verlo, pero no quedaba tiempo, debía ir a cerrar ese trato y esta vez no dejaría pasar la oportunidad.
Cuando llegue al apartamento esperé ver a Kailani, pero no había nadie, a excepción de George.
—Hola —salude rápidamente— ¿has visto a las chicas? Necesito que una de ellas me acompañe, saben que es muy importante para mi que estén allí. —me miro un poco extrañado. En realidad les había dejado un mensaje, ellas sabían que quería que me acompañaran aun si Alex estaba conmigo.
—Hola, lamento decirte que Valentine tuvo que salir porque sus padres tuvieron un problema, algo así me comentó y Kailani dijo que llegaría antes de que salieras, supongo que no debe tardar. —fruncí el entrecejo, Valentine, Dios, quería estar con ella.
—No importa, luego podrán estar, lamento lo de Valentine, suele ser algo reservada en cuanto a sus asuntos familiares —él alzó una ceja como diciéndome: «no me digas», pero en tono amable. Yo sonreí un poco.
—¿Y Alex? Pensé que irías con él también.
—Igual yo —respondí con voz rota, él lo noto pero lo ignoro.— George, lo lamento, pero debo irme, tengo que aprovechar ahora esta oportunidad, no soportare perderla de nuevo.
Él me miro con el entrecejo fruncido.
—¿De nuevo?
—Una larga historia.
—Yo te acompaño —lo mire con la boca abierta, él sonrió y me abrió la puerta— vamos por ese contrato, puedes contarme la historia. Aparte Valentine jamás me permitiría dejarte ir sola y no tienes que hacerlo si estoy yo aquí.
Sonreí, realmente George era muy amable cuando quería, pero era un gran chico. Salí y él me siguió, Kailani nos encontró saliendo del lugar. Ni siquiera aparco bien su auto cuando ya había brincado a la jeep.
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Mi inmortal
RomanceHayley y Alex han sufrido demasiado en su corta vida, sin embargo encontrarse en vidas pasadas no ha sido suficiente ni lo será. Por eso harán promesas y jurarán un «para siempre», pero así se darán cuenta que no es para todos y lo harán de la peor...