Sakura 》Sasusaku

❀Celos✿

Porque eres demasiado sexy, hermosa
Y todo el mundo quiere probar
Por eso 
Todavía me pongo celoso

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Hoy era le primer día de audiciones, todos estábamos de un lado para otro. Las personas comenzaron a llegar desde las doce del día, ni siquiera salí a almorzar, estaba junto a mis compañeros de trabajo mirando cómo todos se volvían locos. Al entrar al estudio cuatro debía darles unas hojas a las personas para que las llenaran con sus datos y al final les hacía un pequeño gafete para llevar el control de las tomas que les harían.

Me alegraba que aún no llegara Sasuke, después de lo que pasó ayer dudaba poder verlo a la cara. Todo había sido tan raro y repentino, como si de un momento a otro hubiera perdido la cabeza y en lo único en lo que pensaba era él y todas las cosas que me dijo. Cielos, no. Tengo que alejar ese tipo de pensamientos de mi cabeza, no me traerían nada bueno. Anoche ni siquiera pude ver a mi padre igual, me sentía la persona más sucia del mundo. Ni un buen baño retiró la sensación de mis manos, aún podía sentir la firmeza entre ellas, la fricción, la adrenalina, todo. 

El vieres traerían las cosas de Sasuke a la oficina y también mencionó algo de que vendría uno de sus amigos; estaba emocionada por ello, quería conocerlos a cada uno, aunque a uno de ellos lo conocí, fue en circunstancias poco agradables. A veces quisiera presentarle a mis amigos, pero por alguna razón sé que se daría cuenta de que todos están enfermos. Pero estoy decidida a presentarle al menos a Ino, así sería más fácil poder hablar de él y burlarnos juntas.

Eran las cinco de la tarde y Sasuke ya debería estar aquí, pero realmente no le correspondía estar en las audiciones. Bueno, técnicamente tampoco a mi pero necesitaban ayuda. Posiblemente está con su papá encargándose de los presupuestos o algo así.

🌸

Hoy había sido un día extremadamente largo y cansado, la próxima semana comenzaban los exámenes y todo me tenía mal. Alemán me estaba matando, chino me tenía más confundido que nunca y español me tenía que aprender un vocabulario de 150 palabras. No sabía ni la mitad. ¿Lo peor? Francés sería oral donde lo más importante es la dicción y fluidez. Italiano es lo único que no me preocupa.

Miré al maestro, ¿por qué era tan complicado todo ahora? Generalmente no me cuesta tanto trabajo.

Ya quería irme, rogaba porque el reloj sonara pronto. Moría de hambre, pasaría por un sandwich, ¿mi molestia habría comido ya? No sé, pero le llevaré uno también. Dieron las tres de la tarde y salí corriendo ignorando a Suigetsu quien me decía algo de no sé quién. 

Me subí al auto y aproveché para cambiarme de ropa, esta vez llevaría una camisa gris, una corbata y pantalón negros, también me cambié los tennies por unos zapatos puntiagudos. Manejé hasta el primer Subway que vi y compré dos emparedados. No tardé mucho en llegar al trabajo, ¿pero qué encuentro? Montones de gente dentro y fuera del edificio, parecían más ventas que audiciones. Me estacioné en mi lugar y bajé con la bolsa de papel en la mano y fui primero a la oficina de mi padre.

—Llegué. —avisé.

—Muy bien. —caminó buscando algo en sus papeleras— Bonita camisa, ¿te la compré yo? —preguntó.

—Uhm no, creo que... —me interrumpió.

—No importa. Ahora tengo cita con la maquillista y ya voy tarde. —miró la bolsa de papel— ¿Para mi? —tomó uno de los emparedados— Gracias, hijo.

—En realidad era para... —volvió a interrumpirme.

—Ella ya comió. No te molestes. —dijo mientras desenrollaba un poco y daba una mordida. Suspiré— Ten. —me dio unas hojas— Revísalas, corrígelas y haz estas llamadas— me dio un post-it con números— Junto con sus confirmaciones y cuando termines busca algo bueno que hacer. Seguro necesitan ayuda en el piso de abajo.